Aguas Andinas y autoridad evalúan ducto que minimizaría riesgo de turbiedad en el río Maipo

Sanitaria mantiene operativo un ducto que trasvasa agua desde el embalse El Yeso hasta Laguna Negra, una de sus dos fuentes de agua, y está expandiendo su capacidad. Los últimos episodios en el Cajón del Maipo la llevan a evaluar una ampliación mayor.

Por Gustavo Orellana, Pulso

Los cortes de suministro de agua potable en Santiago, que han afectado en las últimas semanas a miles de clientes de la principal sanitaria del país, Aguas Andinas, tienen a la empresa de cabeza buscando soluciones.

La compañía actualmente está estudiando mecanismos que permitan llevar al mínimo el riesgo de que “imponderables de la naturaleza” obliguen a cortar el suministro. Para concretarlo, la firma -controlada por la catalana Agbar- tiene plazo hasta el 30 de marzo para proponer a la autoridad una batería de medidas e inversiones para reducir los riesgos.

El punto central es evitar que los derrumbes que se han producido en el Cajón del Maipo obliguen a paralizar las plantas de potabilización. Todo por lluvias en zonas en las que normalmente cae nieve o donde derechamente no hay precipitaciones, y que aumentan los sedimentos en el agua y enturbian el río Maipo.

El fenómeno producido este verano -en dos ocasiones- tiene un antecedente: en 2008, Aguas Andinas enfrentó un episodio similar que la llevó a tomar una decisión de inversión: ampliar un antiguo ducto que trasvasa agua desde el embalse El Yeso hasta Laguna Negra, lo que permite evitar que el agua circule por zonas en las que se producen los aludes.

La capacidad de diseño de este ducto es de 2 metros cúbicos por segundo, la que se triplicará con una nueva obra. El proyecto, que involucra una inversión de US$12 millones, ya está en curso y estará lista en diciembre. En la compañía reconocen que de haber estado listo este ducto se podría haber reducido el número de clientes afectados por los cortes, porque se asegurarían 6 metros cúbicos por segundo de agua limpia, lo que de todas maneras no alcanza para cubrir la demanda máxima de verano, que llega a 23 metros cúbicos por segundo.

Actualmente, la empresa está estudiando (como una de una serie de alternativas) ampliar aún más este ducto o bien construir otro, inversión que está sujeta a la autorización de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), entidad que reconoció que esta es una alternativa que permitiría ayudar a paliar eventos de esta naturaleza.

En la presentación del estudio de impacto ambiental del proyecto de 2009, llamado “Proyecto Interconexión Embalse El Yeso-Acueducto Laguna Negra”, la empresa explica que esta inversión permitirá complementar los caudales de alimentación de éste último en situaciones especiales, como por ejemplo, cuando la capacidad máxima no puede ser provista por la cuenca Laguna Negra-Laguna Lo Encañado, en tiempos de sequía o turbiedades que pongan en riesgo los procesos de producción de agua potable.

“A raíz de los cortes de suministro de Agua Potable en 2008, Aguas Andinas concluyó que una de las obras prioritarias para proveer seguridad de abastecimiento es la interconexión del Embalse El Yeso con el Acueducto Laguna Negra. En consecuencia, el objetivo de este proyecto es asegurar el suministro de Agua Potable de Santiago, conectando la mayor fuente de aprovisionamiento de agua de la Región Metropolitana, con el principal complejo de producción de Agua Potable de Santiago”, agrega dicho estudio.

Al igual que las demás sanitarias, la coligada de Agbar puede recuperar las inversiones que realiza mediante aumentos de tarifa, lo que dada la gran cantidad de clientes que tiene cada empresa redunda en alzas marginales. Al igual que otras empresas, Aguas Andinas ya ha alcanzado el 100% de saneamiento, por lo que no tiene mayor espacio para seguir invirtiendo.

Sanitaria enfrenta nuevo corte por rotura de matriz

En lo que se ha transformado en un “verano del terror” para la compañía, Aguas Andina enfrentó ayer una nueva emergencia tras la rotura de una matriz que obligó a realizar nuevos cortes de suministro, esta vez no programados.

La crisis se desató durante la madrugada, y generó un enorme socavón en la calle y que generó una fuga de agua de gran magnitud. Vecinos denunciaron que desde las 07:00 horas de ayer sufrieron el corte de su servicio.

La empresa dispuso de camiones aljibe en distintos puntos de las comunas de Macul y Ñuñoa, que fue donde se concentraron los problemas.

El vocero de la empresa, Cristian Esquivel, señaló que las causas de la falla recién se conocerían una vez que se retire la cañería, lo que deberá ser investigado.

El representante agregó que Aguas Andinas tiene repartidos 13 mil kilómetros de cañerías en Santiago, las que han enfrentado una serie de dificultades en el último tiempo con los cortes y llenados en el último tiempo.