Dónde practicar trekking nocturno: de Aguas de Ramón a San Carlos de Apoquindo

Por Darío Zambra, La Tercera.

Empresas de ecoturismo organizan caminatas de noche, en las que se ve la ciudad desde las alturas.

El domingo pasado, poco después de las seis de las tarde, se juntaron todos a pasos del Club de House de la Universidad Católica, a los pies del cerro San Carlos de Apoquindo, en Las Condes. Era un variado grupo de 15 personas. El más joven tenía nueve años y la mayor era una señora de 70 años.

Cerca de las 19 horas el grupo ingresó al parque que está en el cerro y comenzó a caminar por senderos rodeados de litres y quillayes. Mientras atardecía, en la ruta se encontraron con aves que salen casi siempre de noche, como los chunchos. También se les atravesaron varios conejos. Al llegar al sector conocido como Morro Las Papas, 1.380 metros de altura, se sentaron a descansar y compartir un picnic. Desde ese lugar vieron cómo en Santiago oscurecía y se encendían las luces de calles, casas y edificios.

“Nos tocó una noche con buena temperatura y pudimos apreciar la ciudad de noche. Desde esa altura se ve desde La Dehesa hasta Peñalolén”, cuenta Mario Valencia, uno de los guías y socio de Benessere, la empresa que realizó esa actividad.

Desde el año pasado esta compañía de ecoturismo organiza, en conjunto con la Asociación de Parques Cordillera, jornadas de trekking nocturno. Los hacen dos veces al mes, los días que hay luna llena, en cerros de la precordillera de Santiago, como Aguas de Ramón y San Carlos de Apoquindo, donde se desarrolló el último, el domingo pasado. Cuesta $ 7 mil por persona.

En La Dehesa

En la capital, hay otros cerros donde también es frecuente ver a grupos de personas recorriendo sus senderos durante la noche. Uno de los favoritos de quienes practican esta disciplina es el Manquehuito, que está junto al cerro Manquehue. La empresa Eco Explorer organiza expediciones a este lugar, que comienzan a las 19 horas y se extienden hasta antes de la medianoche.

Uno de los socios de esta compañía, Carlos Claussen, explica que fueron los mismos clientes que contratan caminatas por la cordillera quienes demandaron esta actividad nocturna. “Eso lo practican los sábados y domingos. Pero querían también algo entretenido para hacer durante la semana, después de la oficina. Por eso decidimos incluir el trekking nocturno en nuestra oferta”, sostiene Claussen.

Estos también se desarrollan los días del mes en que hay luna llena, cuando las noches están más iluminadas. De todos modos, también es necesario usar linternas frontales, que son entregadas por los organizadores.

En el Manquehuito, los participantes caminan por senderos rodeados de una generosa vegetación y en la cima, a 1.650 metros de altura, disfrutan de un cóctel junto a una fogata. “Mientras, observamos cómo va saliendo la luna en Santiago”, agrega Claussen.

Algunos cerros de Lo Barnechea también son parte de la ruta de esta variante del trekking. La empresa Benenessere desarrolla algunas caminatas en altura en El Oreganillo, que está cercano a La Dehesa. “Antes también recorríamos otro del sector, en torno al estero Las Hualtatas, pero hace algunos meses una constructora puso rejas ahí y ya no se puede ingresar”, asegura Mario Valencia.