Avanza reconstrucción de casas patrimoniales en Vichuquén

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.

Implica una inversión superior a $1.400 millones:

La restauración de inmuebles se materializa mezclando antiguos materiales de construcción con técnicas modernas.

La noche del 27-F, cientos de personas tuvieron que abandonar sus viviendas en Vichuquén (VII Región), y una gran cantidad de sus habitantes pasó de sus amplias casas coloniales a mediaguas. Tras dos años de espera, algunos de ellos comenzaron a ver cómo su patrimonio se volvía a poner de pie.

El ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez, y varias autoridades de la zona llegaron hasta esta comuna, de más de 425 años de historia, para inaugurar las primeras seis de un total de 75 casas que fueron dañadas por el cataclismo de 2010.

“Vale la pena reconstruir estos lugares, porque son nuestras raíces las que están en juego. Por eso, hemos tomado el desafío de recuperar el patrimonio, con cerca de cinco mil viviendas de alto valor patrimonial en todo el país”, explicó el secretario de Estado, quien dijo que la inversión para levantar a Vichuquén sobrepasa los $1.400 millones.

El trabajo de reconstrucción en esta localidad se ha visto obstaculizado, entre otras cosas, por la falta de recursos y la compleja labor de restauración, ya que la localidad fue declarada como zona típica en 1990. Por esa razón, todas las propuestas de remodelación deben ser analizadas por el Consejo de Monumentos Nacionales.

El desarrollo de aquellas obras no sólo implica seguir los cánones arquitectónicos coloniales, sino que un sistema de trabajo en el que se mezclan antiguos materiales de construcción con técnicas modernas. Por ejemplo, el adobe seguirá predominando en las murallas, pero será reforzado con mallas de acero. Asimismo, los muros serán pintados con tierra de la localidad y los techos continuarán cubiertos con tejas de greda.

Para supervisar esas labores, la empresa minera Barrick contrató a expertos peruanos del Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico), quienes capacitaron a operarios chilenos para la elaboración de un adobe sismorresistente. La compañía donó además US$ 5 millones a la comuna para acelerar los trabajos en casas y colegios.

“Mi casa de adobe y de más de cien años quedó prácticamente en el suelo. Yo nací en ese lugar, así que su remodelación significa mucho para mí. Espero que ahora pasen otros cien años más y la casa se mantenga ahí”, comentó Arnaldo Rivera, vecino de Vichuquén.

“Aún nos queda mucho por hacer. Uno de los problemas es que las constructoras no se interesan en venir aquí, por la lejanía y los costos”, aseguró el alcalde Román Pavez, quien confesó que uno de sus anhelos es que esta localidad se convierta en el “San Pedro de Atacama” del sur, por su valor histórico, turístico y patrimonial.

125 mil viviendas han sido entregadas en las seis regiones afectadas por el terremoto.

Otras 66 mil se están construyendo y a julio del próximo año se iniciarán las obras de las últimas 31 mil, según el Minvu.