Diez claves para mejorar los espacios públicos de las ciudades

Union Square en New York, EE.UU. Vía Wikimedia.

Cada día los ciudadanos de distintas partes del mundo manifiestan su preocupación por el devenir de sus ciudades. Los espacios públicos, como calles, parques y plazas se han vuelto lugares fundamentales para que una ciudad sea exitosa, ya que en ellos se generan distintas posibilidades de desarrollo económico y social, las que son cada vez más valoradas por sus habitantes.

Sin embargo, la construcción y mantención de los espacios públicos por parte de los gobiernos locales, aún es un tema que no se aborda de manera correcta en muchas ciudades, en las cuales no existen numerosos espacios públicos bien planificados y con una alta participación ciudadana durante el proceso de diseño.

Tomando estas deficiencias como desafíos, la organización Project for Public Spaces (PPS) lanzó hace un par de semanas “Placemaking and the Future of Cities”, el borrador de una próxima publicación que, a través de diez útiles consejos, busca mejorar ciertos aspectos económicos, sociales y ambientales de las ciudades mediante una rehabilitación de los espacios públicos ya existentes. En este sentido, la publicación servirá como una verdadera guía para los gobiernos locales que decidan buscar el éxito urbano a través de un robustecimiento de los espacios públicos.

A continuación podrás conocer los 10 consejos de PPS para mejorar los espacios públicos de las ciudades.

Rue Mouffetard, Paris. © Wally Gobetz; vía flickr.

1. Convertir las calles en paseos peatonales.

Cuando hablamos de espacios públicos, el primer lugar que asociamos a esta categoría son las calles. En ellas, la relación entre automovilistas, ciclistas y peatones no siempre es la mejor por la falta de superficie disponible. Por esto, PPS postula que no sólo las principales calles de los núcleos urbanos más transitados se deben convertir en paseos peatonales, sino que se deben habilitar vías aledañas para lograr un equilibrio en el desplazamiento, ya que actualmente un los paseos peatonales se conectan o terminan en calles con automóviles. Si más calles se convirtieran en paseos peatonales, los habitantes se relacionarían entre sí y con las actividades cotidianas de la ciudad, mejorando en ella la cohesión social.

Bryant Park en Nueva York, EE.UU. © Lambert Wolterbeek; vía flickr.

2. Crear parques y plazas públicas como destinos con múltiples funciones

Las áreas verdes de distintas ciudades del mundo son lugares atractivos cuando en ellas se desarrollan actividades orientadas a distintos tipos de asistentes. Para configurar una agenda de actividades, PPS sostiene que su elaboración se debe realizar de un modo colectivo, para convertir cada visita a los parques y plazas en una “experiencia pública compartida”.

Mercado Carmel en Tel Aviv, Israel.

3. Construir economías locales a través de mercados urbanos

Si consideramos que muchas ciudades se originaron en torno a los mercados, entendiéndolos como un punto de encuentro e intercambio de bienes, es imposible que las grandes ciudades no cuenten con estos lugares. En algunas ciudades de Norteamérica, la presencia y generación de mercados ha sido en menor escala por la alta cantidad de supermercados. No obstante, los mercados urbanos han renacido en Europa principalmente, porque se presentan como alternativas viables que ayudan a preservar las tierras de cultivo, estimulan la economía local y revitalizan los barrios aledaños. Además, en sus pasajes se relacionan personas de todos los segmentos sociales, puesto que sirven como una oportunidad económica y laboral para las personas de menores ingresos.

París, Francia.

4. Diseñar edificios que sirvan como redes de conexión entre distintos barrios.

En todo el mundo, la urbanización se ha desarrollado en los últimos años en una escala sin precedentes, lo que ha otorgado nuevas connotaciones al rol que juegan las edificaciones en la conformación de la esfera pública. Si tenemos en cuenta que dicha esfera comprende la visibilidad de los edificios  y la interacción que ejercen al nivel de  la calle, lo ideal es que los inmuebles se construyan en relación a la escala que se maneja en el lugar donde se van a emplazar.

Si lo anterior se cumple, se pueden gestar nuevos barrios en torno a los edificios, generarando múltiples actividades orientadas a potenciar la vida cívica y a regenerar estos espacios que muchas veces no son utilizados, porque no tienen buenos accesos ni lugares de tránsito.

Bicycle Parking en Seúl, Corea del Sur. © Bicycle parking; vía flickr.

5. Vincular la agenda de salud pública con los programas de espacios públicos.

Según PPS, los espacios públicos deberían ser reconocidos por sus contribuciones a la salud, ya que los mercados ofrecen alimentos frescos y saludables; las calles permiten que los peatones recorran la ciudad a pie o en bicicleta y los parques reducen el estrés. Si tenemos en cuenta estas contribuciones gratuitas, no es ilógico pensar que en ellos se podrían instalar centros de salud que actúen como centros comunitarios y que brinden servicios de salud y educación.

Curso de Sostenibilidad, Toronto. © Natural Step Online; vía flickr.

6. Reinventar las organizaciones ciudadanas

Al momento de planificar ciertos sectores de las ciudades, es vital tener en cuenta las aspiraciones de quienes van a ser parte de ellas, es decir, de los ciudadanos. Por esto, es necesario empoderar a los miembros de las organizaciones civiles enseñándoles la importancia histórica de los lugares que habitan, las funciones que deberían cumplir para satisfacer ciertas necesidades y cómo reconocer cuando un lugar es atractivo para las personas. Con esto, se generaría un sentido de pertenencia en los miembros de las organizaciones, quienes contarían con nuevas motivaciones para presentar sus propuestas a las instituciones gubernamentales involucradas, quienes los verían como un actor social relevante.

Cabe mencionar que los espacios públicos deben tener la capacidad de evolucionar en el tiempo, teniendo presentes las aspiraciones de la comunidad, para que se transforme en un gran destino.

Central Park, New York.

7. El poder de los “10”

Este principio considera que si un espacio público reúne 10 características que logren atraer a un gran número de visitantes, este se puede convertir en un “gran lugar”. Luego, para hacer que un barrio sea interesante, debe contar con 10 lugares atractivos. Por último, para que una gran ciudad sea considerada como tal, debe tener 10 excelentes barrios. Si todos estos espacios públicos se pueden construir o regenerar, las personas podrán contar con un “gran lugar” a poca distancia de sus hogares.

Heidelberg, Alemania.

8. Crear un programa integral para espacios públicos

Un programa abocado a desarrollar espacios públicos debe comprender una evaluación previa que identifique los aspectos con mayor y menor rendimiento según los visitantes. Posteriormente, los encargados locales deben crear estrategias para reforzar las áreas bien evaluadas y perfeccionar las deficientes, con el objetivo de alcanzar una gestión optima de los recursos de los espacios públicos y de estos lugares. El programa debe estar vinculado a nuevos proyectos de desarrollo para conservar y mejorar los entornos públicos, considerando aspectos cívicos que en ellos se puedan desarrollar y que se integren de forma integral al parque.

West Philly Parklet. © Philly Bike Coalition; vía flickr.

9. “Más ligero, más barato, más rápido”: Empezar de a poco y experimentar

Un pequeño café, asientos, senderos y eventos comunitarios son ejemplos de sencillas implementaciones que generan gran aceptación, en el corto plazo, entre los visitantes de parques públicos. Para crear nuevas ideas como estas, en algunas ciudades se han implementado los proyectos urbanos denominados “Más ligero, más barato y más rápido”, los que permiten que la comunidad envíe propuestas a las autoridades locales, para otorgarle nuevos usos y funciones a las áreas verdes. Para evitar pérdidas económicas, cada idea se promueve en el lugar donde sería emplazada, para detectar el interés que genera en las personas.

Copenhague, Dinamarca.

10.  Reestructurar el Gobierno para ayudar los espacios públicos.

Como los gobiernos locales tienen distintas oficinas administrativas que se encargan de áreas tan distintas entre sí, como el tránsito, los parques y las plazas, y las organizaciones sociales; PPS detectó que no existe un área especializada en gestionar las zonas entre los espacios públicos mencionados. Por ende, las propuestas ciudadanas que reflejan los valores, las costumbres y necesidades de una comunidad, no son consideradas por las autoridades, porque no existe una oficina encargada de gestionar estos proyectos. Además, si se considera que en la mayoría de los casos se privilegian las propuestas de privados, lo que le quita el carácter público a los parques y plazas, el accionar estatal quedará relegado a un segundo plano.

Para evitar que esto siga ocurriendo, PPS recomienda reestructurar los gobiernos locales para eliminar las trabas burocráticas y trabajar en torno a propuestas ciudadanas que pueden ser financiadas por el Estado y actores privados, pero no únicamente por este último sector. Con esto, se podrían lograr cambios efectivos en el corto plazo y, a cada lugar, se le agregaría un valor y potencial futuro.

Si quieres obtener el borrador completo de “Placemaking and the Future of Cities”, lo puedes descargar en este link.

Vía Urban Times.