Archivo Fotográfico: Alameda de las Delicias, 1899

Fuente: Colección Santiago Nostálgico

El último año del siglo XIX fue tomada esta fotografía, desde el punto más alto y privilegiado de la torre de San Francisco, donde el retraimiento de la manzana construida permite capturar el imponente eje de la Alameda metropolitana. Se trata de la principal avenida de Santiago, que se ha transformado radicalmente revelando distintos momentos de su contexto histórico-urbano.

En la fundación de Santiago en 1541, representaba un pequeño brazo del Río Mapocho, secado y convertido en la hondonada que los españoles se referían como Cañada. Luego de ser el patio trasero de la ciudad y por consiguiente, el basural de Santiago, sucio y pedregoso, pasó a ser el plan de reforma urbanística de Bernardo O’Higgins en el marco de la Patria Nueva. Se reabren las instituciones cerradas, se inaugura el histórico Cementerio General, se terminan las obras del canal San Carlos y en lo que respecta a La Cañada, se cierra el paso de las aguas proyectando la Alameda de las Delicias, principal paseo capitalino del siglo XIX. Cuatro filas de álamos fueron traídos desde Mendoza para convertirlo en un verdadero parque lineal. En 1897, junto a la inauguración de la Estación Central de Ferrocarriles, la Alameda se extendió hacia el poniente, sentido hacia donde se tomó la fotografía dos años más tarde.

El modelo actual de nuestra ciudad y sus índices de movilidad vehicular lo han convertido en la Avenida Libertador General Bernardo O’higgins de más de 10 kilómetros de largo. Fue durante los años ’70 cuando la avenida se modificó por completo, especialmente debido a la construcción de la Carretera Panamericana a la altura de Los Heroes y la extensión de la primera línea del Metro de Santiago. Los procesos de remodelación continuaron con la proyección de Transantiago, dejando cinco vías por cada sentido y separadas por un bandejón, testigo de lo que alguna vez fue la Alameda de las Delicias.