La expropiación del San Remo

Por Diego Villegas, La Tercera.

El local donde se venden los mejores arrollados de Santiago se convertirá en ducto de ventilación de la nueva Línea 3 del Metro.

Desde 1890, la casa donde creció Juan Siré, ubicada en calle Cuevas casi al llegar a Avenida Matta, ha albergado tres negocios familiares. A comienzos del siglo XX fue el bar La Blanca y luego la carnicería La Vaca Gorda. Su última incursión -y la más exitosa- fue el restaurante San Remo, conocido local de comida chilena que desde hace tres meses comenzó a preparar sus últimas comidas.

“Pensé que eran unos metros, pero cuando me dijeron que la expropiación era total, salté. Nos dijeron que debíamos irnos el 31 de diciembre del lugar”, cuenta Juan Siré.

La construcción de la futura Línea 3 del Metro, que pasará por Avenida Matta, contempla un ducto de ventilación justo en el terreno del negocio, que destaca en la escena culinaria por sus arrollados, milanesas, papas fritas y chuletas.

El San Remo fue creado en 1976 por Juan Siré y Raúl Serra. Según sus dueños, al interior del local el tango no dejaba de sonar y próceres de la música transandina, como Lalo Martel y Argentino Ledesma, pasaron por ahí y celebraron sus preparaciones.

“Se me van un montón de recuerdos con el boliche, que serán muy difíciles de poner en otro lugar”, cuenta Raúl Serra.

Actualmente, el local tiene 300 metros cuadrados y 27 mesas. Ciento cincuenta personas son atendidas diariamente por los quince empleados del restaurante, quienes ya lamentan el cierre. “Llevo una vida acá. Voy a echar mucho de menos el local. Será dolorosa la despedida”, afirma José Araya, trabajador del San Remo desde sus inicios.

A pesar de que reconocen que es una lucha difícil, Juan y Raúl contrataron un abogado para pelear su permanencia en el terreno. De todos modos, ya han visto lugares donde cambiarse. “Hemos visto locales desde Ñuñoa hasta Santiago Centro. Lo ideal sería uno que ya esté habilitado y con patente”, explica Serra.

Por su parte, Metro explicó que la ubicación de las ventilaciones quedó definida luego de evaluar distintos aspectos, como calidad del suelo, distancia y eficiencia. Agregan, además, que los locatarios han sido avisados con anticipación.

También algunos críticos gastronómicos han demostrado su rechazo frente a la expropiación. “Es un museo de la comida chilena. Es una lástima que vaya a desaparecer. Su arrollado era uno de los mejores y estaba al nivel del de Las Delicias de Quirihue, El Portón de Lata, el Peyo y el Django”, explica Carlos Reyes, periodista de La Tercera.

“San Remo es un baluarte, pero la memoria del progreso es más frágil que la gastronómica. El revuelo tiene que ver con que es fácil olvidar lo que había antes en el lugar que hoy ocupa el Costanera Center, pero no el sabor de esos arrollados”, remata Rodrigo Martínez, crítico de la revista CAV.