La fondera pascuense del Parque O’Higgins

[un toque rapanui] Desde hace 15 años, Carmen Hito es la maestra de cocina de la fonda Iorana, una de las más antiguas de Santiago. Ahí prepara pastel de choclo, cazuelas y anticuchos, baila cueca e introduce en el menú dieciochero tragos de su isla, como el poki vahine.

por Por Evelyn Briceño, La Tercera

“SOY parte del clan Hito, ¿lo ubicas?”. Carmen habla de la familia rapanui que en 2011 se tomó el hotel Hanga Roa de Isla de Pascua para reclamar la propiedad del terreno. Y da su versión de los hechos: “A mi abuela la engañaron. Le dijeron que firmara para dar en arriendo, pero como no sabía leer, no se dio cuenta de que era una cesión de terrenos”, explica Regina del Carmen Becerra Hito (44). O Carmen Hito, como la conocen en la fonda Iorana del Parque O’Higgins, donde es maestra de cocina desde hace 15 años.

Un moai preside la entrada del local, que alista detalles para abrir el próximo viernes 14. A su lado, Carmen, de un metro 80 de estatura, da muestras de su buen humor, pero también de su don de mando, ese que le ayuda a dirigir a 20 personas en los frenéticos días de Fiestas Patrias. Cuenta, además, que recibirá a los clientes con un trago pascuense, una preparación dulce de la cual no revela sus ingredientes y que bautizó poki vahine (niña).

Llegó al continente a mediados de los 80. Arribó a la casa de sus abuelos paternos a estudiar. Luego, trabajó en un colegio y después llegó a la gastronomía, como garzona de un restaurante. Ahí comenzó a preparar platos como el pastel de choclo, las cazuelas y los anticuchos, muy diferentes al atún, el poe (budín de plátano) o el camote de su isla natal.

El resto lo aprendió en su hogar -es casada hace 22 años con un “chileno”- y en la fonda, cuando su dueño, Edgardo Gómez, la contrató después de bautizar la ramada como Iorana en señal de integración.

Durante los días de fonda, Carmen se ocupa de la cocina, pero no pierde ocasión de salir a mirar cómo se divierten los 2.000 clientes por noche o a bailar un par de cuecas en la pista. “Así como conservo mi lengua, me visto con flores y pareos cuando puedo, y enseñó las danzas de mi pueblo, también me encantan las cuecas y la ropa que usan las huasas. Me siento chilena y me gusta esta mezcla de tradiciones”, afirma.

Cada vez que llega un pascuense a Iorana le comentan que la maestra de cocina es isleña. Ante la incredulidad, ella debe salir desde la cocina a saludar. “Cuando me ven se sorprenden, porque creen que soy una nua (abuela) y no una mujer joven”.

Dice que pascuenses y santiaguinos son igual de fiesteros. “Pero nosotros somos más sueltos para bailar; expresamos en el baile la letra de la canción”.

No cambiaría su trabajo -de 8 de la mañana a 10 de la noche- en una de las ramadas más importantes de la ciudad, que ha sido nueve veces fonda oficial. La misma en que bailó su singular cueca Ricardo Lagos Weber, en 2008.

Ya echó raíces en el “conti” y no volvería a Pascua, pero confiesa que en Santiago nunca se sintió del todo cómoda: “Las personas son muy frías”. Hace unos años se fue a vivir a Las Cruces junto a su esposo e hijos. “Allá es más parecido a la isla. Claro que hay cosas de Santiago que me encantan, como los malls”, remata.