Municipios enfrentan un alto costo para lograr mantener sus monumentos nacionales

Por M. VILLA, M. ROJAS Y R. ALVAREZ, El Mercurio

Pueden recibir hasta acciones judiciales para responder por su deterioro:

Municipios enfrentan un alto costo para lograr mantener sus monumentos nacionales

Unos priorizan áreas urgentes como Salud y Educación y otros, con más recursos, alegan excesiva burocracia a la hora de gestionar permisos para intervenirlos.

Para una comuna pequeña como Freirina, de no más de 7.000 habitantes y que maneja un presupuesto anual de $1.600 millones para todos sus gastos, mantener un monumento nacional es complejo, admite su alcalde Roberto Bruzzone.

El municipio es dueño del edificio consistorial Los Portales, ubicado frente a la Plaza de Armas, monumento nacional cuya techumbre colapsó. Debido al alto costo que implica reponer las nobles maderas de su construcción, el municipio, con sus fondos, no puede reparar el daño. Por eso postulan a fondos regionales para hacerlo.

“El proyecto de restauración completo costará cerca de $1.000 millones, más de la mitad de todo lo que gastamos en la comuna en un año”, dice Daniza Toro, jefa de Serplac municipal.

Ésta es la realidad que viven muchos municipios como propietarios de inmuebles que han recibido la calidad de monumentos nacionales, los cuales ven enfrentadas necesidades urgentes de la comunidad con la inversión que implica la mantención de estos inmuebles.

De no hacerse cargo de su mantención -tanto ellos como cualquier otro propietario de este tipo de inmuebles-, arriesgan multas e incluso una eventual acción judicial por parte del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) a través del Consejo de Defensa del Estado (CDE).

Además, los municipios están a cargo de Monumentos Públicos (elementos conmemorativos ubicados en espacios públicos, como la estatua de Baquedano).

El Consejo de Monumentos Nacionales está consciente de estas limitaciones, y pretende corregirlas a través de dos proyectos de Ley.

“Nuestra legislación tiene una serie de limitaciones, ampliamente diagnosticadas, y es que esa responsabilidad que el propietario tiene con los bienes patrimoniales no está respaldada por algún nivel de compensación, fondo, incentivo o subsidio que le permitan, con fondos públicos, mantener estos bienes en buen estado”, explicó el secretario ejecutivo del Consejo, Emilio de la Cerda.

Los proyectos son la Ley de Donaciones Culturales, “que va a hacer extensivos los beneficios tributarios para los monumentos nacionales en todas sus categorías”, dijo De la Cerda. El otro es la modificación a la Ley de Monumentos Nacionales. “Busca establecer medidas de compensaciones, como exenciones tributarias, crear un fondo del patrimonio (concursable para este tipo de bienes) y subsidios para la mantención de bienes patrimoniales”, añadió.

Creatividad

“Por décadas, éste ha sido el municipio que menos capta en el país. Es decir, le asignan una responsabilidad de mantención que debe hacerla a través de su presupuesto, pero como la recaudación es exigua, hay cosas del hoy que no podemos atender como quisiéramos, como la Educación y la Salud; menos tenemos la posibilidad de poder hacer recursos que vayan en estas recuperaciones”, dice el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro.

Es fundamental, dice, avanzar en las fórmulas para estimular la recuperación de estos bienes. Por eso -explica el edil-, en Valparaíso han recurrido al “ingenio” y la “creatividad”.

Así ocurrió con el Palacio Lyon. “Luego del terremoto, requeríamos una fuerte suma de dinero para repararlo, que sobrepasaba los $1.500 millones. Como no teníamos ninguna posibilidad de poder hacerlo bajo el presupuesto municipal, hicimos una alianza con la Dibam”, dijo. El municipio le entregó este monumento en comodato por 30 años. Allí está el Museo de Historia Natural del puerto.

Falta fiscalización

La Casa de la Cultura de Antofagasta es un Monumento Histórico de dos pisos, construido con maderas de pino oregón en 1914, con la denominación de Palacio Comunal, en calle Latorre.

Hasta el 2000 fue la sede del municipio. Luego se transformó en la Casa de la Cultura, administrada por la Dirección de Turismo y Cultura del municipio. El costo anual de mantención bordea los $40 millones al año, sin considerar reparaciones.

“La mantención es cara, pero la municipalidad puede hacerlo. Hemos tenido recursos para intervenirla y pintarla, pero la autorización para eso, ante el Consejo de Monumentos, puede demorar meses”, manifestó la alcaldesa Marcela Hernando.

“Cualquier intervención hay que consultarla, hasta poner un clavo, y eso mismo nos ha impedido remodelarla (…) Incluso hemos paralizado proyectos de ingeniería para mejorar la seguridad de visitantes a las exposiciones, por dificultades administrativas”, añadió.

Al año, el CMN recibe 2.500 solicitudes de intervención de monumentos, explica De la Cerda, quien precisa que 87 personas integran la entidad en todo Chile. Además, la inexistencia de equipos regionales resta fuerza a la capacidad fiscalizadora.

En Chile hay unas 110 Zonas Típicas y más de mil Monumentos Nacionales. Acerca de los usos de los Monumentos Históricos Inmuebles (sin considerar las Zonas Típicas), el CMN tiene información del 84% de ellos: Fiscal 28%, Privado 59%, Municipal 11% y Público 2%.

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FONDO

Hoy no existe un Fondo del Patrimonio. Se pretende crear con la modificación a la Ley de Monumentos Nacionales.