Instalan primera pista subterránea para bicicletas en la capital

Está en el barrio conocido como “Vaticano chico”, en Providencia, y fue creada para que los acróbatas practiquen sus piruetas bajo techo.

Por Marcos Moraga, La Tercera.

Entre los locales que Víctor Suazo (26) cotizó para instalar su tienda de bicicletas, le llamó la atención una ex pizzería de la calle Monseñor Müller, en el barrio conocido como “Vaticano chico”, en Providencia. Lo que le gustó fue que el lugar tuviera un subterráneo, que los antiguos administradores lo usaban como sala de baile. Él lo transformó y en un pequeño espacio, instaló una mini rampa para practicar saltos sobre una bicicleta. Hoy, es la primera de estas características en Santiago: techada y abierta a todo público.

El nuevo lugar está pensando para los fanáticos de las acrobacias en BMX -conocido como freestyle- y está ubicado debajo de la tienda de bicicletas de Suazo, Arsenal Bike. “La idea la saqué de las tiendas de BMX de Estados Unidos. Allá, cada una tiene su rampa para practicar”, afirma. El trató de imitarlas, pero a menor escala.

Cuenta que cualquiera que concurra a su local, tiene permiso para usar la pista hasta que se aburra. “Pueden comprar un sticker de $ 1.000 o una bicicleta armada y bajar”, comenta el dueño.

Fue el martes pasado cuando este espacio se abrió al público y la idea es que de lunes a viernes, entre las 11 de la mañana y las 8 de la noche, lleguen los fanáticos de esta disciplina a practicar sus piruetas sobre dos ruedas. También pueden hacerlo los sábados, hasta las 2 de la tarde.

Esta es la primera pista de estas características, pues aunque Suazo ya había armado su propio parque para BMX en el paradero 18 de Gran Avenida (puso rampas, tubos y cajones en una calle que termina en un portón), el lugar no estaba protegido de las inclemencias del tiempo. “Cuando hace calor, te fríes, y cuando llueve, tienes que esperar al menos una semana para que la pista y las rampas se sequen”, explica el dueño de la iniciativa.

El es también miembro de un grupo de riders de La Florida y cuenta que desde hace años venían pidiéndole al municipio que los apoyara en la habilitación de un espacio para las BMX, pero nunca se concretó nada.

Los primeros

Uno de los primeros en llegar a este espacio fueron Carlos Lagos (19) y Felipe Díaz (24). Montados sobre sus bicicletas profesionales y pese a lo reducido del espacio, estuvieron desplegando su batería de saltos y piruetas la semana pasada: foot jumps, bar spin, tail tap, y otros trucos del gremio.

“Hay que tener cuidado con la cabeza, cuando te elevas”, dice Carlos. “También evitar golpear las murallas laterales”, agrega Felipe. Ambos saben que están arriesgando una lesión cada vez que suben sobre sus bicicletas.

Para evitar las molestias a los vecinos del barrio, Suazo cuenta que la dueña del local vecino les pidió especial cuidado con golpear las paredes. “Lo que pasa es que la última vez, el impacto de las ruedas botó unas cosas que tenía en su subterráneo. Por eso advertimos a todos los que bajan”, ríe Suazo.

Según cuenta Felipe, experto en los saltos, la minirrampa que tiene este lugar tiene ventajas. “Es más difícil y te cansas más, pero después es más fácil agarrar las curvas en la calle”, explica.

Pronto, el espacio quedará habilitado también para que los skaters puedan también recorrer sus curvas.

Víctor Suazo advierte que aunque esta pista esté resguardada de la lluvia y el sol, las caídas acá duelen más. Y aunque él mismo sufrió una la semana pasada, mira con orgullo cómo sus “colegas” le sacan brillo a su creación subterránea.