Colbún paraliza HidroAysén al suspender el estudio ambiental de su línea de transmisión

Compañía dijo que está abierta a adaptar la estructura de propiedad y modelo de negocios de la eléctrica austral.

Empresa ligada al grupo Matte sostuvo que no están dadas las condiciones para esta iniciativa “mientras no exista una política (energética) nacional que cuente con amplio consenso”. “Antes de iniciar el trámite de la línea de transmisión, es el momento para detenernos y analizar el proyecto en el marco de una política energética nacional”, planteó Bernardo Larraín.

Por El Mercurio.

En una decisión sorpresiva, pero que a la vez estaba internalizada por muchos actores del mercado eléctrico, Colbún decidió suspender indefinidamente el ingreso del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de transmisión de HidroAysén, que llevaría la energía desde la Patagonia hasta el sistema eléctrico que suministra a las regiones del centro y sur del país.

En la práctica, esta decisión significa un freno para el mayor proyecto hidroeléctrico del país.

HidroAysén se creó formalmente en 2006, y hoy contempla la construcción de cinco centrales, con una capacidad de generación de 2.750 megawatts. La propiedad del proyecto está 51% en manos de Endesa y el restante 49% a cargo de Colbún, controlada por la familia Matte.

La decisión no habría sido informada a La Moneda, pero sí la habría comunicado el presidente de Colbún, Bernardo Larraín Matte, al presidente de HidroAysén y gerente general de Endesa, Joaquín Galindo.

Un directivo de Endesa Chile explicó que detrás de esta medida de Colbún están el ambiente político y las decisiones judiciales que han paralizado proyectos como Castilla y el parque eólico de Chiloé. “La decisión del grupo Matte no nos sorprende, porque ha habido en el último tiempo ciertas señales provenientes del Poder Judicial en el sentido de que cumplir con la tramitación ambiental no es suficiente garantía para hacer un proyecto tan importante para el país”, señaló la alta fuente. Agregó que “mientras no exista una claridad al respecto, entendemos la inquietud de los socios del proyecto”.

Asimismo, en el hecho esencial, la eléctrica de los Matte también se abrió a adaptar el proyecto en aspectos como la propiedad, modelo de negocios y en el desarrollo de la misma línea de transmisión.

“Tenemos la convicción de que proyectos de la magnitud y complejidad de HidroAysén necesitan de una política energética que tenga un consenso amplio. HidroAysén partió en 2006 y estamos en 2012. Chile cambió. El Gobierno ya tomó la iniciativa con la elaboración de la Estrategia Nacional de Energía. Lo que queda ahora es un debate a nivel país a través de las instituciones que éste se ha dado”, explicó Larraín. Agregó que las cinco centrales ya fueron aprobadas y que “antes de iniciar el trámite de la línea de trasmisión, es el momento oportuno para detenernos y que el proyecto sea analizado en el marco de una política energética nacional. Estamos por hacer las cosas bien”.

Cambios en propiedad

Sobre una eventual redefinición de la propiedad, Larraín manifestó: “Cuando hablamos de nuestra disposición a adaptar la propiedad de HidroAysén, nos referimos a que se podrían incorporar socios al proyecto completo, al proyecto de transmisión o al de generación. Estamos abiertos a cualquier alternativa. Ahora, nuestra participación no está a la venta. Si estuviéramos en proceso de venta, no estaríamos recomendando suspender su desarrollo”, planteó.

La propuesta de Colbún de paralizar, deberá ser ahora analizada en el directorio de HidroAysén. Así lo informó, a través de un hecho esencial, el vicepresidente ejecutivo de esta empresa, Daniel Fernández, quien indicó que se tomó conocimiento de la decisión de Colbún y que “el directorio de la sociedad no ha adoptado un acuerdo sobre las referidas materias, acordando analizarlas en sesiones futuras”.

Al interior de Colbún, esta era una decisión que se venía meditando hace meses, y no obedeció a ningún punto de quiebre o hecho puntual de los últimos días.

Al contrario, en la eléctrica buscaron que no se interpretara como una forma de presionar a algún organismo del Estado, como pudiera haber ocurrido si se anunciaba antes o en medio de alguna fase relevante de la tramitación medioambiental de las centrales. Por ejemplo, antes de los recientes fallos de la Corte Suprema, que a principios de abril rechazó los recursos que habían interpuesto los opositores a HidroAysén.

Respecto del eventual cambio en la estructura de propiedad del proyecto, esto podría contemplar en la práctica un modelo de negocios distinto, como una asociación público-privada. O que se incorpore en la propiedad a otros actores -dado el debate que surgió en torno a la concentración del sector eléctrico-, e incluso, que se sumen las AFP, decisiones que debieran adoptarse como “proyecto país”, estiman al interior de Colbún.

Hecho esencial enviado por Colbún a la Superintendencia de Valores y Seguros

A continuación, el texto del hecho esencial enviado ayer por el presidente del directorio de Colbún, Bernardo Larraín Matte, a la Superintendencia de Valores y Seguros:

“Comunico a usted, en carácter de hecho esencial, que en sesión celebrada con fecha 29 de mayo de 2012, el Directorio de Colbún acordó recomendar en las instancias correspondientes de HidroAysén S.A. la suspensión indefinida del ingreso del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de transmisión que inyectaría la energía generada por las centrales que componen el proyecto al Sistema Interconectado Central.

Para la adopción de este acuerdo, se tuvo en consideración lo siguiente:

1 Mientras no exista una política nacional que cuente con amplio consenso y otorgue los lineamientos de la matriz energética que el país requiere, Colbún estima que no están dadas las condiciones para desarrollar proyectos energéticos de esta magnitud y complejidad. Será misión de los poderes Ejecutivo y Legislativo consensuar los cambios institucionales y regulatorios necesarios para viabilizar los proyectos de generación y transmisión que demanda el desarrollo económico y social de Chile.

2 Colbún está abierto a adaptar el proyecto HidroAysén en aspectos tales como su propiedad, modelo de negocio y en el desarrollo del proyecto de transmisión, abriendo la puerta en grande para que su desarrollo sea parte de una política energética nacional.

3 La compañía tiene la convicción de que el desarrollo del potencial hidroeléctrico de Aysén es imprescindible para el equilibrio energético sustentable y de largo plazo del país. Específicamente respecto de HidroAysén, Colbún tiene el convencimiento de que aporta a una matriz energética más sustentable, segura y competitiva.

4 Colbún reitera su compromiso de acompañar con inversiones el crecimiento de la demanda energética que el progreso de Chile requiere, a través del desarrollo de proyectos que estén en el marco de una política energética nacional.

5 Finalmente, expreso a usted que, conforme al artículo 9° e inciso segundo del artículo 10° de la Ley 18.045 sobre Mercado de Valores y la Norma de Carácter General N°30 de esa superintendencia, fui autorizado por el directorio para comunicar lo anterior en carácter de hecho esencial”.

La historia del mayor proyecto eléctrico del país, que aportaría 2.750 MW

De aquí al 2020, se estima que Chile necesitará de ocho mil MW extras instalados para poder satisfacer la necesidad energética del país, además de los 18 mil que existen actualmente. Bajo este escenario, el megaproyecto HidroAysén pretendía satisfacer parte de esa futura demanda con la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas ubicadas en la XI Región, que aportarían 2.750 MW de potencia en una superficie total embalsada de 5.910 hectáreas, cuyo costo de inversión totaliza cerca de US$ 10 mil millones, considerando la línea de transmisión.

Esta iniciativa, que podría suministrar electricidad a un precio de US$ 50 MW/h, una tarifa conveniente si se compara con los US$ 90 MW/h que cuesta el carbón, o los más de US$ 220 MW del diésel, ha desembolsado hasta la fecha cerca de US$ 500 millones.

El principal proyecto eléctrico de la historia de Chile que inyectaría 18.430 GW de energía media anual al Sistema Interconectado Central (SIC) -que alimenta a más del 90% de los chilenos- se retomó con fuerza por parte de Endesa en 2004, cuando inició un nuevo proceso de actualización y rediseño de los aprovechamientos hidroeléctricos de las cuencas de ambos ríos, con la incorporación de nuevas tecnologías y criterios de diseño que conllevan variables ambientales y sociales modernas.

Dos años después se constituyó la sociedad anónima, y en 2007 se presentó el proyecto oficialmente.

Sin embargo, su historia se remonta al año 1947, cuando en un departamento de Corfo se pensó en el desarrollo energético de Chile, por lo que el Estado comenzó a realizar exploraciones en la zona.

A partir de 1974 se hicieron nuevas exploraciones, y en los años posteriores se editó un estudio de prefactibilidad. El ex presidente de Endesa José Yuraszeck estudió la iniciativa por primera vez en 1978, cuando trabajó en el gobierno regional de Aysén, y logró que un equipo técnico de japoneses viniera a trabajar a Chile por seis meses, haciendo exploraciones y mediciones en ríos Baker y Pascua.

En 1998 se actualizaron ambos estudios y se concluyó que estos ríos poseen un potencial hidroeléctrico desarrollable de unos 2.800 MW. En agosto de 2008, HidroAysén ingresó su Estudio de Impacto Ambiental a la Comisión Nacional de Medio Ambiente de Aysén; y sólo hace un año, este fue aprobado por 11 votos a favor y uno en contra.

Cifras

US$ 10 mil millones

es el valor aproximado de las cinco centrales y la línea de transmisión de HidroAysén.

1.917 kilómetros

es la distancia completa del tendido eléctrico que requeriría HidroAysén para inyectar los 2.750 MW a la Región Metropolitana.

2020

fue la última estimación que realizó la Comisión Nacional de Energía respecto del año de entrada en operaciones de la primera central del complejo hidroeléctrico en la Patagonia.

La compleja tramitación

Noviembre de 2006 : TDLC pide a HidroAysén que entregue más antecedentes acerca de su constitución.

Abril de 2007 : ONG ligada a Robert Kennedy Jr. inicia ofensiva contra el proyecto.

Octubre de 2007 : TDLC aprueba alianza de empresas Endesa y Colbún, pero con condiciones; entre ellas, que vendan derechos de agua que posean en Palena, Aysén y río Ibáñez.

Julio de 2008: Sede madrileña de Endesa amanece cubierta por una pancarta colgada por Greenpeace como protesta contra el proyecto.

Octubre de 2008 : Ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, critica documento presentado por HidroAysén a la Corema de la XI Región.

Noviembre de 2008 : DGA niega derechos de agua solicitados por HidroAysén y pone en riesgo el diseño actual del megaproyecto.

En igual fecha, HidroAysén pide suspender tramitación ambiental un día antes de que venciera el plazo para responder las tres mil preguntas formuladas a su EIA.

Agosto de 2009: TDLC multa a HidroAysén por pedir derechos de agua sin consultar. Además, opositores presentan demanda contra el proyecto ante el TDLC.

En igual mes, la firma decide postergar la entrega de respuestas a la Conama.

Noviembre de 2009: Cerca de 1.500 observaciones a las respuestas presentadas por HidroAysén -en la Adenda entregada a la Conama el 20 de octubre- formulan los diferentes servicios públicos que analizaron el EIA.

Diciembre de 2009: Corema retrasa observaciones a HidroAysén por elecciones.

Junio de 2010: Gobierno retira de Contraloría decisión clave para viabilidad de la quinta central de HidroAysén. Se trata de solicitud de derechos de agua.

Abril de 2011: Director de evaluación ambiental de la XI Región renuncia.

Opositores acuden a la junta de Enel.

Mayo de 2011 : El senador Girardi presenta querella por posibles anomalías en evaluación de HidroAysén.

En el mismo mes se aprueba proyecto, aunque se le exige auditoría ambiental, rebaja de tarifas y financiar plan de difusión.

Junio de 2011: Corte de Apelaciones de Puerto Montt acoge tres recursos contra el proyecto.

HidroAysén presenta recurso de reclamación ante servicio ambiental, por condiciones impuestas en aprobación de EIA.

Julio de 2011: Suprema falla en favor de HidroAysén por derechos de aguas.

Octubre de 2011: Corte de Apelaciones de Puerto Montt rechaza los recursos.

Marzo de 2012 : Gobierno estima que primera central de HidroAysén estaría operativa en 2020.

El retraso en la carretera eléctrica que complicó la definición del proyecto

Uno de los temas más reiterados por el vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, era la importancia que tenía para la presentación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la línea de transmisión del proyecto, la definición del gobierno respecto de la carretera eléctrica pública.

Pese a que el Presidente Piñera anunciara dicho concepto en 2011, todavía no existe claridad respecto del sistema que implementará el Ejecutivo y el modelo de remuneración que tendrá la franja fiscal, que en un principio abarcaría a todo el Sistema Interconectado Central (SIC), que va desde Puerto Montt (X Región) hasta Taltal (II Región).

Es más, si bien en un principio el proyecto de la carretera eléctrica sería enviado al Congreso en junio de este año, el ministro de Energía, Jorge Bunster, confirmó que la iniciativa se volvió a aplazar para el segundo semestre.

El retraso responde a una serie de diferencias dentro de la cartera eléctrica sobre el rol que debe cumplir el Estado en la facilitación de los terrenos para el uso de empresas privadas.

Dichas definiciones son de suma importancia para HidroAysén, pues de concretarse la iniciativa del Gobierno, la compañía podría presentar el EIA de la línea sólo entre Aysén y Puerto Montt, pensando en conectarse a la carretera en la X Región para poder inyectar la energía a Santiago.

Esto le ahorraría a la empresa tener que impulsar de forma privada el tendido eléctrico completo de 1.912 kilómetros que requiere el proyecto para llegar al centro de consumo.

ANUNCIO

En mayo de 2011, Piñera dio a conocer el concepto de carretera, el que aun no se define.Analistas ven impacto acotado en la acción de Colbún y nulo efecto en su valoración

Menores serían los efectos bursátiles que traería la decisión de Colbún de recomendar la suspensión del ingreso del EIA de la línea de transmisión de HidroAysén. Según analistas de la plaza, el proyecto en sí nunca estuvo dentro de la valoración de la compañía, por lo cual no tendría repercusiones en ese sentido, aunque sí podría impactar a la baja la acción durante la jornada de hoy.

“En términos fundamentales no hay ningún cambio. La valoración de la empresa nunca consideró a HidroAysén, porque estaba definido a largo plazo y porque ya había cierta incertidumbre en torno al proyecto”, afirma el analista de CorpResearch, Cristóbal Lyon. “El proyecto de HidroAysén para temas de valoración siempre se estuvo aplazando y se colocaba en los últimos años y eso hicieron todas las corredoras”, complementa Alfredo Parra de EuroAmerica.

En Penta, sin embargo, sí manejaban ciertas proyecciones: “Con Endesa no debiera pasar mucho. El proyecto para Endesa no pegaba más allá de $10 a $20 en la acción según nuestras estimaciones. Para Colbún el impacto debiera ser mayor, de entre $20 a $25”, asegura Ramón Lagos.

En lo que sí hay consenso es en que la acción más golpeada -entre los socios del proyecto- sería la de Colbún, dado el tamaño de la compañía. “HidroAysén elevaba la capacidad instalada de Colbún en 40%”, dice Parra. “En Endesa el impacto sería menor”, agrega el analista. “En Colbún debiera haber algún impacto negativo mañana” dado el peso del proyecto frente al tamaño de la compañía, precisa Lagos.

El efecto de esta posible baja, no obstante, debiera ser acotado, y luego los títulos de la compañía debieran recuperarse, dice Lyon.

En el mercado puntualizan, además, que esto es una mala noticia para las empresas eléctricas en general. “Es mala la noticia para todo el sector eléctrico, porque al final todos piensan lo mismo, todos están con problemas para desarrollar sus proyectos (…) entendiendo que hay una necesidad de energía”, precisa Lagos.

Ahora, los analistas precisan que falta esperar la respuesta de Endesa -socio mayoritario del proyecto- para evaluar nuevas repercusiones.

” Lamentable, porque es un proyecto importante para el abastecimiento futuro… No es que no haya alternativas; las hay, pero lo que ocurrió con Barrancones y lo que esta pasando con Castilla indica que su reemplazo será muy difícil”.

MARÍA ISABEL GONZÁLEZ

GERENTE GENERAL ENERGÉTICA

Freno de iniciativa dejaría el camino libre a la termoelectricidad

El potencial hidroeléctrico de Chile es de unos 20 mil MW, de los cuales apenas unos 5.400 MW son aprovechados actualmente. Sólo un tercio de la matriz eléctrica actual proviene de este recurso, que es abundante, especialmente es las zonas más sureñas del territorio.

Por ello es que la suspensión de HidroAysén deja el camino despejado para que siga aumentando la generación eléctrica mediante la termoelectricidad. Hoy, cerca del 60% de la matriz energética local está ligada a las importaciones de combustibles fósiles, que son más contaminantes y caros. De hecho, en 2011, el país desembolsó US$ 13.700 millones en compras de petróleo, diésel, gas natural y carbón. Cerca de la mitad de ese monto se destinó al sector eléctrico.

Expertos señalan que si predominara la hidroelectricidad, las compras de combustibles para generación sólo ascenderían a US$ 3.500 millones, reduciéndose los precios de la energía.

La alta presencia de las centrales térmicas a base de carbón, gas y diésel, es tema debatido en la industria eléctrica. Ello, debido a que las emisiones de uno de los principales gases contaminantes, el CO {-2} , que producen estas unidades en el Sistema Interconectado Central (SIC), aumentaron 160% en la última década, llegando a 17,7 millones de toneladas en 2011. Lo anterior, según un índice que elabora la compañía Pacific Hydro en conjunto con un organismo ligado a la Universidad de Chile.

En la última década entraron al SIC 88 termoeléctricas, versus 31 hidroeléctricas y cinco eólicas. Las energías en base al viento, sol y geotermia podrían llegar al 20% de la matriz, pero éstas corresponden a fuentes más caras y las dos primeras requieren de condiciones climáticas para operar.

A la vez, con las barreras judiciales y ambientales que enfrentan diversos proyectos de energía, difícilmente el país duplicará la capacidad de generación al 2020, ejercicio para el cual se estima una necesidad de aumento de ocho mil MW en el Sistema Interconectado Central.