Centro comercial de tres pisos consolida bulevar de Nueva Las Condes

Este espacio agrega 30 locales a la oferta del sector. Hay desde restaurantes hasta un rent-a-car.

por La Tercera

En 2002, Nueva Las Condes fue la marca escogida por la inmobiliaria Sinergia para nombrar a los edificios de oficinas que se estaban levantando en Rosario Norte, en las cercanías del parque Araucano. Con el paso de los años, ese nombre adquirió otra dimensión y hoy es la denominación de todo este polo financiero en el que actualmente hay 11 edificios de oficinas y ya se levantan tres más.

Los primeros servicios que llegaron a la zona fueron dos reconocidas cafeterías. Poco a poco fueron apareciendo más, especialmente restaurantes para los ejecutivos del sector. En 2008, cuando en la zona sólo existían los edificios Huidobro, Neruda y Mistral, se abrió el primer bulevar, una calle peatonal de casi 400 metros de largo que une Rosario Norte con Av. Presidente Riesco. Ahí se instalaron sucursales bancarias, más restaurantes y minimarkets para que las personas tuvieran más servicios a su alcance.

Este primer paso se vio coronado a principios de este año, cuando se inauguró un centro comercial de tres pisos ubicado en el edificio De Las Artes, al costado derecho del bulevar (si se mira hacia la cordillera) y cuya fachada da hacia la calle cerro El Plomo.

Con 5.000 m2 y más de 30 locales repartidos en tres niveles (zócalo, primer y segundo pisos), ahí conviven hoy restaurantes de diversos estilos (sushi, hamburguesas y naturista, entre otros ), una lavandería, una peluquería, una tienda de flores, un rent-a-car y un gimnasio de 2.500 m2, abierto desde muy temprano para que los oficinistas hagan ejercicio antes de comenzar su jornada laboral.

La particularidad arquitectónica de esta construcción es que está conectada directamente con la explanada del bulevar.

Para Juan Ignacio Jaramillo, director de Operaciones de la Municipalidad de Las Condes, el mérito de este espacio público es “integrarlo con los privados y, así, evitar que quienes trabajan ahí tengan que hacer muchos viajes a través de la comuna (para hacer trámites o para almorzar)”.

Según cálculos de Sinergia -gestora de más del 80% de los proyectos de Nueva Las Condes-, por el lugar circulan diariamente unas 20.000 personas, “gente que necesita una oferta de productos y servicios que le permita estar cómoda en su trabajo. Por eso, decidimos crear este pasadizo central”, explica Juan Carlos Tolhuijsen, gerente de la División Oficinas de la inmobiliaria.

Eso es lo que experimenta Carolina Andrade, quien trabaja en una de las dos torres del edificio De Las Artes (en la foto). Almuerza en alguno de sus restaurantes, va al gimnasio que está en el subsuelo, y se corta el pelo en el salón de belleza Musso. “Si no fuera así, andaría corriendo todo el día”, dice. La dueña de esta peluquería, Cecilia Vidal, cuenta que un 60% de su clientela corresponde a trabajadores del sector y que el resto son residentes.

Osvaldo Moreno, director de la Escuela de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central, explica que la condición de espacio público no está dada sólo por la propiedad de éste, sino que también por la oferta que ese lugar genere para que la gente lo use. “En el caso de Nueva Las Condes, su bulevar es colectivo y con él se da una correcta relación entre estos grandes edificios y la posibilidad de reunirse, conversar y realizar compras. Varios estudios indican que esto, desde el punto de vista sicológico y sociológico, incide positivamente en la productividad de las personas”, afirma Moreno.

Durante el tercer trimestre de este año Deloitte inaugurará su edificio corporativo en esta zona y entre las razones que tuvo para optar por Nueva Las Condes estuvo insertarse en un polo de estas características que tuviera un paseo peatonal y de servicios adentro. “Acá puedes caminar o tomar un café y eso lo hace grato”, explica Alvaro Mecklenburg, socio líder de Clients & Industries de Deloitte Chile. La compañía adelanta que cuando esté listo su nuevo inmueble, destinará parte del zócalo a locales de servicio.

Los residentes también

Las tiendas repartidas en Nueva Las Condes no sólo benefician a quienes trabajan y circulan por las oficinas, sino también a los residentes de calles cercanas, como Manquehue y Apoquindo.

Juan Ignacio Rodríguez es vecino de calle Badajoz hace 10 años y desde hace dos meses es un asiduo visitante del restaurante nikkei Senz. “Me gusta su comida y no me demoro más de 10 minutos en llegar ahí caminando”, cuenta. Desde su debut, abre por las noches. “La idea es que la gente puede probar nuestra comida cuando quiera”, dice el dueño, Alejandro Dukes.