Mirador pretende ser un hito en el turismo religioso

Hoy se inaugurará esta nueva construcción, trabajo que implicó una inversión de un millón de dólares.

por El Mercurio

Justo al cumplirse 25 años de la visita del Papa Juan Pablo II al Templo Votivo de Maipú, hoy se inaugurará el mirador de este santuario, ubicado a 53,7 metros de altura y con una superficie de 300 metros cuadrados.

El proceso de habilitación del mirador implicó una tramitación de cerca de 6 años y las obras -que tuvieron un costo de un millón de dólares y fueron financiadas con un fondo de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere)- duraron 6 meses.

Los trabajos incluyeron la instalación de dos ascensores para llegar al mirador y la habilitación de dos escaleras, cada una con 323 peldaños.

Estas obras marcan la última fase constructiva del templo. Sólo resta habilitar la terraza que bordea el mirador en el sector de la fachada, ya que las obras no fueron aprobadas por Monumentos Nacionales por considerarlo riesgoso para los visitantes.

Por ello dicho sector permanecerá cerrado hasta que se cumplan las medidas de seguridad respectivas y se consiga el financiamiento necesario, lo que tardaría cerca de un año.

Según explica el administrador del santuario, Andrew Scott, en el mirador se pretende combinar una visión histórica -en un sector se entregará información sobre la Batalla de Maipú- con una serie de antecedentes geográficos y otros relacionados con la construcción del templo, a través de cuatro pantallas de video.

Además, el arquitecto de la obra, Arturo Benavides, explica que uno de los hitos del mirador es la rosa de los vientos, que tiene la dirección y la distancia respecto de 12 lugares religiosos importantes en el mundo, entre ellos, por ejemplo, Calcuta y Jerusalén.

En el centro hay un vidrio para que se vea el vitral de la fachada del templo y en el cielo hay otro vidrio que permite ver el campanario.

Los materiales son rústicos, para seguir con el estilo brutalista del templo, que muestra el material tal cual es.

La idea, afirma Scott, es que el santuario sea parte de la ruta turística de la capital. “Ya estamos en conversaciones para que se articule lo que se llama un turismo religioso”, agrega, detallando que sólo en el santuario hay una galería permanente al interior del templo, con tesoros como la cruz del Cabildo que estaba en la mesa donde se firmó el Acta de la Independencia de Chile; un museo; los muros históricos que corresponden al primer templo del lugar, y ahora el mirador.

La entrada a este último costará $700 en abril para adultos y a partir de mayo tendrá un costo de $1.000, y $1.200 si también se visita el Museo del Carmen.

Otro proyecto en el que trabajan es en habilitar unos salones que quedaron dañados por el terremoto para recibir a los peregrinos -como ocurre en el Santuario de Auco-, y donde haya baños, cafetería y eventualmente duchas, lo que está en preproyecto e implicaría una inversión de $200 millones.

Urge reparar daños posterremoto

El domingo 25, con la réplica más fuerte después del 27 de febrero de 2010, se desprendieron estucos y hormigones en el Templo Votivo de Maipú, acrecentando los daños dejados por el terremoto. Por ello el administrador del lugar, Andrew Scott, advierte que “es urgente una reparación a fondo”, pero no cuentan con los recursos necesarios.

Según estiman, se requieren $15 millones para reparar los estucos, pero la cifra asciende a 40 millones de pesos para arreglar la totalidad del templo, incluyendo las escalinatas, la parte superior del vitral principal y revestimientos de algunas paredes.

Un equipo técnico de la Municipalidad de Maipú ya revisó el templo y detectó que no tiene problemas estructurales, pero el cielo recién puesto se cayó.