Transantiago: Subus logra reducir evasión con inspectores

Empresa eliminó pasajes impagos en zona de mayor evasión, con 100 fiscalizadores.

por La Tercera

Ana Castro viaja todos los días desde Huechuraba hasta la estación Mapocho, donde trabaja. Según cuenta, en las micros amarillas se demoraba 40 minutos en hacer el trayecto. Con el Transantiago su tiempo de espera y de viaje aumentó a casi el doble. Sin embargo, agrega que hace una semana los desplazamientos en bus son más rápidos.

“Ahora espero poco, me subo y llego a la hora. Y además me puedo ir sentada. Antes pasaban todos los sinvergüenzas sin pagar. Ahora con los caballeros de rojo todos pagan y si no los pillan altiro”, cuenta.

Ana es usuaria del servicio 201 de la empresa Subus, la primera firma que comenzó a operar con nuevos contratos del Transantiago hace una semana. En el nuevo esquema, el pago que reciben las compañías está determinado por la cantidad de pasajeros que logren transportar. Esto las obliga a controlar la evasión y mejorar la frecuencia y regularidad de los servicios.

Ambos objetivos son claves para una firma que, además, deberá asumir la cobertura de la zona sur (San Bernardo, El Bosque, La Cisterna y San Ramón), el sector con más alta evasión del sistema (34% en promedio).

Por ello, la compañía comenzó a implementar un plan masivo de controles. Con ese objetivo, contrató los servicios de una empresa externa que le provee 100 inspectores, que se despliegan por paraderos críticos con alta demanda y verifica que los pasajeros paguen.

“Hemos visto que las personas hacen trampa cuando pueden, pero habiendo fiscalizadores no lo hacen. Por eso, apuntamos a trabajar con la autoridad. Nosotros con la fiscalización preventiva y ellos con la fiscalización dura, en que bajan a la gente que controlan arriba del bus”, explica la gerenta de asuntos corporativos de Subus, Claudia Brandes.

Añade que en los dos recorridos críticos en que se ha implementado el plan “antes pagaba el 50%, ahora paga el 100%, mientras está la fiscalización. Cuando se van, la evasión sube”.

Cabeceras

Con el nuevo contrato, la empresa inició la construcción de cabeceras o grandes paraderos (zonas pagas) que imitan las estaciones colombianas. Las obras, que tienen un costo de $ 40 millones, permiten juntar varios servicios de bus con horas de salida determinadas en espacios cómodos de espera.

El modelo ha sido bien evaluado en el Ministerio de Transportes, que trabaja en un decreto para replicarlo.

“Las cosas están empezando a pasar, pero hay que comparar diciembre de 2011 con diciembre de 2012. Son buenos indicios, pero debemos esperar cómo los pasajeros se van adaptando a los cambios”, señala el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.

La cartera trabaja en la formulación del proyecto de financiamiento permanente, que será presentado antes de fin de mes. La iniciativa busca crear un fondo anual de $ 350.000 millones para evitar nuevas alzas.

Nuevo modelo tarifario

Mientras Transportes afina el nuevo modelo de negocios con el Administrador Financiero (AFT), el Panel de Expertos trabaja en una propuesta para crear un nuevo modelo de cálculo tarifario, que permita considerar las variables reales que definen cambios en los costos del sistema. En el nuevo método se busca eliminar la duplicidad del cálculo del diésel en el IPC y valorizar el petróleo según el costo real (más bajo) que pagan los operadores.