Zonas precordilleranas de la Segunda Región sufren el peor invierno altiplánico en 11 años

El aluvión que el domingo afectó a Toconao arrastró 12 casas y dejó ocho viviendas inhabitables.

por F. Guzmán y P. Sepúlveda La Tercera

En los últimos días, las localidades de San Pedro de Atacama han sufrido los estragos del invierno altiplánico: más de 40 milímetros de agua lluvia han caído en la provincia de El Loa, provocando daños en viviendas y rutas de la zona.

Según la directora de la Onemi de la II Región, Irina Salgado, hay 39 damnificados en toda la comuna de San Pedro de Atacama y más de 800 personas afectadas.

En la madrugada del domingo, un aluvión producido por el desborde del río Toconao arrastró 12 casas y dejó inhabitables otras ocho viviendas. Pese a que el fenómeno no dejó víctimas fatales, “terminó con el 100% de la agricultura de la zona”, según explicó Sandra Bruna, alcaldesa de San Pedro de Atacama, quien agregó, además, que “esto nunca había pasado. Desde que estoy como alcaldesa nunca había visto una cosa semejante a la que estoy ahora presenciando”.

Toconao es la zona más perjudicada, pero las lluvias también han afectado a otras localidades de San Pedro, como Peine, Río Bueno y Talabre. Numerosas rutas se encuentran cortadas, como la que lleva al sector de Termas de Puritama, desde donde se accede a los géiseres del Tatio, por lo que las rutas turísticas a la zona también se han visto interrumpidas.

Además, producto de estas interrupciones, varias localidades se encuentran aisladas y sin suministro de luz y agua.

A primera hora de la mañana, desde el Ministerio del Interior se tomó la decisión de que los ministros de Economía, Pablo Longueira; Obras Públicas, Laurence Golborne, y Desarrollo Social, Joaquín Lavín, viajaran a la zona afectada.

Los secretarios de Estado formarán un comité de emergencia, que permitirá planificar las primeras ayudas para las zonas afectadas por las precipitaciones (que terminarían este miércoles). El ministro Laurence Golborne aseguró que la tarea de ellos “es formar un comité de emergencia en conjunto con la intendencia, la municipalidad y la Onemi para solucionar los puntos más urgentes como, por ejemplo, la conectividad de zonas aisladas y suministro de agua, la reposición de viviendas para los damnificados y el turismo, que se ha visto muy dañado”. Además, aseguró a TVN que la reconstrucción tardaría meses.

El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, aseguró que “el escenario se ve complejo. El caudal hoy día es cuatro veces más que lo normal. Ha llovido el triple de lo normal. La preocupación son los pueblos interiores de San Pedro”. Agregó que para las 20 familias que perdieron sus casas en la localidad de Toconao, el ministerio dispuso “en un primer momento viviendas de emergencia”.

El ministro Pablo Longueira aseguró que “el gobierno va a hacer todos los esfuerzos necesarios para que la actividad turística no se resienta y para que el flujo de personas que llegan a visitar San Pedro de Atacama continúe con el mismo nivel que el que tenía antes de este frente de mal tiempo”.

Hasta ayer, la Reserva Nacional Los Flamencos permanecía cerrada, según Conaf. Esta misma situación se registraba en los accesos a sectores como el Valle de la Luna y Valle de la Muerte.

Algunos pasos fronterizos de la región fueron cerrados y por otros sólo se podía pasar con vehículos 4×4.

Chilenos aislados en Machu Picchu

Anoche, el Ministerio de Relaciones Exteriores recibió el aviso de que producto de las lluvias en el sector de Machu Picchu, en Perú, habría quedado un grupo de turistas atrapados en el lugar, el que incluiría a chilenos.

A raíz del informe, Cancillería se comunicó con los cónsules chilenos en Tacna y Lima, quienes comenzaron a recabar información sobre los turistas aislados.

A través de Twitter, una de las afectadas, Milenka Cubillos, informó sobre las condiciones en las que estaban los cerca de 80 chilenos. Sin embargo, la situación comenzó a normalizarse cerca de la medianoche, gracias al trabajo de máquinas retroexcavadoras, que limpiaron las vías del tren que va al camino de entrada a las ruinas desde el pueblo de Aguas Calientes.