La intersección multidisciplinar

Escrito por Jorge Mario Jáurequi, Arquitecto de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina y Arquitecto Urbanista de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Autor del programa Favela Barrio de Río de Janeiro.

Para poder pensar articulaciones entre la ciudad formal es necesario considerar la dinámica específica de la megalópolis latinoamericana contemporánea, que excede las herramientas conceptuales y los instrumentos prácticos disponibles en el campo disciplinario del urbanismo.

La complejidad tiene distintas manifestaciones; como mínimo, un objeto que hace parte de un sistema de totalidades parciales y que está sometido a determinaciones no lineales y a evaluaciones sucesivas de hipótesis provisorias. El objeto complejo es multi-facetado y campo de interés de múltiples discursos y de diferentes miradas. Su abordaje abarca la intervención de múltiples discursos disciplinarios; implica un entrecruzamiento de discursos.

Resumidamente, el objeto complejo es múltiple, no lineal y plural, lo que exige la construcción de formas alternativas a la disciplinariedad, la observación de la propia práctica de discursos y lo por ella alimentado.

La Multidisciplinariedad, es lo que se refiere a un conjunto de disciplinas sin que los profesionales implicados mantengan entre sí relaciones de colaboración con objetivos comunes.

La Pluridisciplinariedad, implica la manutención de relaciones entre si y los objetivos son comunes; presupone una perspectiva de complementariedad sin por eso haber sistematización; cada investigador busca hacerse comprender por los otros.

La Interdisciplinaridad, engloba campos de poder muy desiguales en contacto; es el caso de la mayoría de las investigaciones realizadas en el campo de lo urbano.

Podemos identificar tres acepciones diferentes del concepto de Interdisciplinariedad, de acuerdo con el resultado del informe producido como consecuencia del encuentro convocado por la Universidad de Stanford, en agosto de 2002, para tratar de crear un nuevo formato de trabajo.

a) La versión banal, producto de una “complementariedad” entre diferentes disciplinas, normalmente consecuencia de la necesidad de trabajar juntos abordando diferentes aspectos de una misma problemática. Por ejemplo, la relacionada con la cuestión urbanístico-social en las grandes metrópolis Latinoamericanas, en la cual intervienen y se interceptan urbanismo, arquitectura, geografía urbana, sociología, economía, ingeniería, derecho, etc. Esta interdisciplinariedad “de fin de semana”, es portadora de la convicción de que lo que las otras disciplinas puedan decir, en nada cambiará el trabajo que cada participante realiza. El resultado final es un “informe-sumatoria” donde los criterios de coherencia entre los diferentes “productos” de cada disciplina son poco consistentes.

b) La versión académica, producto del tiempo que algunos investigadores pasan juntos como consecuencia de la obligación establecida por algún financiamiento concedido por instituciones de enseñanza o que se dedican oficialmente a investigaciones “interdisciplinarias”. El resultado final es una conversación intelectualizada en la cual cada uno de los interlocutores trata de exhibir su trabajo individual, sus hipótesis “innovadoras”, su “originalidad”.

c) La posibilidad de una verdadera co-elaboración intelectual relacionada con la puesta en interacción de las diversas disciplinas involucradas, cuyos resultados potenciales no podrían haber sido producidos aisladamente. Para que esto pueda producirse es necesario que previamente haya sido establecido un terreno común, por medio de conceptos fundamentales compartidos.

La Transdisciplinariedad, implicaría la intersección de diferentes disciplinas, provocando el atravesamiento entre campos capaces de posibilitar múltiples visiones simultáneas del objeto en estudio.

Campos disciplinarios constituyen estructuras; interaccionando entre sí producen relaciones. Hay relaciones de poder técnico pero existen también posibilidades de intersección entre las disciplinas.

Para alcanzar a focalizar la complejidad, superando la fragmentación disciplinaria, hay que avanzar más allá de la sumatoria de campos, proponiendo modalidades de acción conjunta que expongan las cuestiones.

Los campos disciplinarios precisan incorporar la crítica lógica al mismo tiempo que la perspectiva pragmática. Cada disciplina tiene acceso a una faceta del objeto de estudio y por eso es necesario producir agentes capaces de circular entre dos o más campos disciplinarios simultáneamente.

De esta forma, para poder superar el paradigma de la multidisciplinariedad (la cuestión de los límites de las disciplinas) es necesario producir la circulación de sujetos por diferentes discursos.

Hay varias formas de encaminarse para esta producción:

a) los sujetos se encaminan por varios campos al mismo tiempo, independientemente de las academias,

b) realizando aplicaciones de campo, interceptando dos o más disciplinas (urbanismo y psicoanálisis; filosofía, arquitectura y economía urbana, etc.).

c) identificando problemáticas que no se restringen a un objeto.

Hoy verificamos una fuerte demanda en el sentido de compartir formas de aproximación a problemáticas comunes: las relaciones micro-macro, general-local, individual-colectivo, etc. El problema es como dar cuenta de procesos que suceden tanto en el nivel macro como en los niveles micro; como conectar lo individual con el interés colectivo.

Para trazar el cuadro de una problemática se torna necesario reunir conjuntos de informaciones operando mediante la organización por problemas, la organización por enfoques y la organización a través de estructuras donde todos los niveles se conectan a un sistema mayor.

Es necesario poner en práctica:

a) abertura para la red, compartiendo experiencias;

b) una ética transparente, revelando como se realiza;

c) la construcción de lazos con la sociedad en su conjunto y en torno de cuestiones específicas.