Cartas destacadas de la semana: Corredores del Transantiago

Las cartas elegidas esta semana fueron escritas por el Doctor en Transporte, Louis de Grande y Juan Carlos Muñoz del Departamento de Ingeniería de Transporte y Logística, UC. Mientras el primero muestra su preocupación por el gran espacio de nuestras calles que usan los corredores de Transantiago, diciendo que la solución al transporte no debe estar en la superficie, la segunda los defiende diciendo que los corredores expeditos de buses deben jugar un rol importante en nuestra ciudad.

Ambas fueron escritas al diario La Tercera

Señor director:

¿Sabe usted qué ancho de faja ocupan los actuales corredores segregados de buses que van por las avenidas Grecia, Santa Rosa y Pajaritos? Sobre los 35 metros en promedio. Con toda seguridad, varios modelos de avión podrían aterrizar sin problemas en estas infraestructuras.

El espacio físico que requiere un corredor segregado de buses es enorme, y en comparación ocupa entre tres y cuatro veces el espacio que requiere, por ejemplo, un tranvía.

El uso alternativo del escaso espacio físico en una ciudad como Santiago, en que el terreno presenta muchos usos alternativos y su valor crece sostenidamente, es una variable fundamental en la evaluación social de los proyectos de transporte, variable que hasta hoy no se ha considerado en ninguna evaluación de corredor segregado.

Muchos ingenieros y técnicos creen que las calles son gratis. Para una ciudad con las características de Santiago, con calles estrechas en las que para construir un corredor segregado hay que expropiar viviendas y comprar ciudad, puede ser preferible una buena gestión de vías exclusivas en lugar de un corredor segregado.

La evidencia empírica a nivel mundial ha demostrado que la solución para las grandes metrópolis como Santiago no va por la superficie.

Louis de Grange C.
Doctor en Transporte

Señor director:

Louis de Grange, en carta a este diario, argumenta que debido al ancho de faja que han requerido los corredores exclusivos para buses implementados en Santiago, “la solución para las grandes metrópolis no va por la superficie”. En su carta deja entrever que, como ya ha insistido en varias ocasiones, la solución a la movilidad en Santiago pasa únicamente por la construcción de líneas de Metro.

Es claro que este medio de transporte ofrece un alto nivel de servicio y capacidad, pilar básico para nuestra capital. Sin embargo, aun cuando Metro de Santiago se distingue por construir sus líneas a un costo bastante menor que sus pares internacionales, el costo supera el de alternativas basadas en buses. Descartar los corredores de buses como complemento a las líneas de Metro en aquellas situaciones en que estas alcanzan su capacidad, y en corredores de menor densidad, parece un despropósito.

Los corredores expeditos de buses deben jugar un rol importante en nuestra ciudad. En la última década han surgido experiencias internacionales muy favorables. Correctamente implementados, los corredores dominan en flexibilidad, capacidad y costo a un tranvía. Además, pueden diseñarse en un ancho de faja menor a los observados en Santiago.

Adicionalmente, debemos perder el susto a que en horarios de alto flujo el espacio necesario para estos corredores provenga del espacio dedicado a los automóviles. El automovilista tiene un sitio privilegiado durante esos períodos, que no es ni eficiente ni equitativo. Es importante que la autoridad continúe impulsando corredores expeditos, y que estos incorporen zonas pagas, coordinación con semáforos, control en línea de intervalos y servicios expresos.

Juan Carlos Muñoz
Departamento de Ingeniería de Transporte y Logística, UC