Municipio de Santiago concesionará pasarela de Huérfanos para mejorar aseo e infraestructura

Se podrán instalar locales comerciales en la base de la estructura que cruza la Autopista Central:

Vecinos dicen que desde hace cinco años el lugar se empezó a deteriorar. Lo consideran sucio y peligroso.

Nadia Cabello (El Mercurio)

Mal olor, ascensores oxidados y abundante basura y rayados es la imagen que hoy tiene la pasarela Huérfanos, aquella infraestructura que cruza sobre la Autopista Central a la altura de calle Huérfanos -frente a las oficinas centrales del Registro Civil- y que hace al menos cinco años viene en franco deterioro, según vecinos del sector.

Es por eso que la Municipalidad de Santiago prepara el plan de concesión de la vía peatonal. “La solución que vimos es licitar un proyecto que está en desarrollo y que busca que en aquel sector que queda abajo de la estructura se pueda instalar una cafetería u otros locales comerciales”, explicó el director del área urbana de Santiago, Alejandro Plaza.

De esta forma, se licitarán el uso, la mantención y la explotación de la pasarela. Quien se la adjudique, deberá reparar los ascensores, instalar guardias privados para que cuiden el recinto y hacerse cargo del aseo.

“La licitación debiera hacerse en un par de meses porque estamos conscientes de que hay un problema serio por el uso que muchas personas le dan. El deterioro aumenta cuando hay gente que ocupa la pasarela de baño, la raya o violenta los ascensores para convertirlos en sus casas, que es lo que ocurrió acá hace unos años y por eso tuvimos que cerrar con candado los ascensores”, dijo Plaza.

Eso sí, para llevar a cabo este proyecto, primero se debe tramitar el traspaso de la tuición de los terrenos fiscales catalogados como “bien de uso público” a manos del municipio.

La noticia del proyecto de mejoramiento fue bien recibida por los vecinos, quienes aseguran que después de las 19:00 horas la pasarela se vuelve un lugar peligroso. “Yo les tengo dicho a mis hijas que no pasen por ahí en las tardes, que prefieran caminar dos cuadras más para cruzar”, señaló Manuel Guerra, quien vive hace 30 años en ese sector.