Primer puente basculante de Chile tendrá torre de control y miradores

Obras del viaducto Cau Cau, en Valdivia, comienzan el próximo mes:

En una fuerte apuesta por el turismo, el proyecto incluye construir espacios para que visitantes puedan apreciar las maniobras de apertura y cierre de la estructura.

IVÁN MARTINIC (El Mercurio)

La idea surgió en 1991 y las obras comenzarán el próximo mes. Luego de veinte años de anuncios, promesas, reuniones, estudios, diseños y licitaciones, salpicados por no pocos reclamos, polémicas y sucesivas postergaciones, en diciembre se iniciarán finalmente las obras del primer puente basculante de Chile: el Cau Cau, sobre el río del mismo nombre, en Valdivia.

El viaducto, de 90 metros de largo y US$ 30 millones de costo, será financiado íntegramente por el Ministerio de Obras Públicas, que busca resolver graves problemas de congestión vehicular en el centro de la capital de la Región de Los Ríos y mejorar su conectividad con la Isla Teja.

El Cau Cau -“gaviota grande”, en mapudungun- no será uno más de los 7.250 puentes chilenos. Su mecanismo de funcionamiento (sin precedentes en el país, ver infografía) lo convertirá además en un nuevo atractivo turístico para Valdivia, al punto que el diseño incluye habilitar miradores en ambas orillas para que el público pueda apreciar las maniobras de apertura y cierre de los dos brazos de 700 toneladas cada uno, cuya duración se estima en cinco minutos.

El puente será manejado desde una torre de control de 54 metros de altura, equivalente a tres buses articulados del Transantiago, donde los operadores tendrán una amplia vista de las embarcaciones -en su mayoría turísticas que recorren el Santuario de la Naturaleza del río Cruces- que requieren pasar bajo la estructura.

El Cau Cau “abrirá un nuevo horizonte de desarrollo y expansión para Valdivia”, asegura el alcalde Bernardo Berger. A su juicio, si bien la obra será una solución para la precaria conectividad vial de la Isla Teja, también promoverá la navegación y el turismo y, por ende, inyectará dinamismo a la economía local.

El puente “es clave para dinamizar la industria y generar desarrollo inmobiliario (…) Nos alegra que por fin el Estado se haya hecho eco de esta visión de futuro que compartimos”, añade el presidente de la Corporación de Desarrollo de la Provincia de Valdivia (Codeproval), Guillermo Schwarzenberg.

La construcción fue adjudicada al grupo Azvi, de capitales españoles. Juan Ramón Esteve, su director internacional, recuerda que la empresa ya construyó un puente levadizo en el puerto de Sevilla (en la esclusa del río Guadalquivir).

En Valdivia, añade, las obras comenzarán con el cambio de las redes de servicios básicos -hay que trasladar una fibra óptica que cruza el Cau Cau- y la instalación de los pilotes. El puente debe estar terminado en un plazo de dos años y medio. Unas 50 personas trabajarán en forma estable, con un máximo de más de cien en la etapa de montaje.