Municipios afirman que no están en condiciones de cofinanciar Vespucio Oriente

El más ambicioso proyecto del MOP se ejecutaría a partir del año 2014:

La construcción de la autopista, que cruza siete comunas del Gran Santiago, implica una inversión cercana a los US$ 2 mil millones.

Sebastián Sottorff

Seis años, dos gobiernos y cuatro ministros han pasado desde que el Ministerio de Obras Públicas anunció la materialización de un proyecto vial emblemático para Santiago: la construcción de la autopista Vespucio Oriente.

Y ayer, tras dos horas de reunión entre el ministro Laurence Golborne y representantes municipales de las siete comunas por las que atraviesa la obra, la posibilidad de concretar la vía ya está definida: el segundo trimestre del próximo año Vespucio Oriente entrará en su periodo de licitación.

Así lo anunció el titular del MOP, que calificó a la autopista como “el proyecto más ambicioso en materia de concesiones que se ha enfrentado en la historia de nuestro país”.

La vía, que unirá la avenida Grecia en Peñalolén hasta El Salto en el límite de Huechuraba y Recoleta, será subterránea, tendrá una longitud de 13 kilómetros y debería construirse a partir de 2014.

“Las siete comunas que se ven afectadas requieren un tratamiento igualitario y en esa materia lo propuesto por el MOP es un túnel minero”, agregó Golborne, descartando la posibilidad de que la autopista se construya sobre la superficie o en trinchera, tal como hoy funciona Vespucio Sur. La mayoría de los municipios involucrados apoyan mayoritariamente la construcción de la obra, pero es el tema del cofinanciamiento el que produce más polémica entre los alcaldes, pues el costo estimado para la materialización de la autopista bordea los US$ 2 mil millones.

Asunto no resuelto

Y pese a que el titular del MOP había confirmado que el aporte de las comunas era imprescindible para la construcción del proyecto, ayer el ministro reconoció que “el financiamiento es un asunto aún no resuelto” y aseguró que el tema sólo se disipará cuando se concreten los estudios de tráfico y de flujo de automóviles a fines de este mes.

“Las municipalidades no manejamos recursos para hacer aportes en este tipo de proyectos”, afirmó el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza.

“Diez pesos más o diez pesos menos en la tarifa que paguen los usuarios es más de cinco veces lo que puede aportar un municipio. Por lo tanto, donde hay que poner las neuronas es en un sistema de financiamiento inteligente”, agregó el edil, explicando que su comuna no está en condiciones de subsidiar la obra.

La misma visión mantiene Pedro Sabat, alcalde de Ñuñoa: “Hay municipalidades que con suerte tienen US$ 10 millones de presupuesto al año. Resulta ridículo preguntarse si los municipios pueden hacer un aporte”.

“Lo que sí se puede hacer es que los beneficiados por las externalidades positivas de la construcción paguen más contribuciones, pero para eso se requiere cambiar la ley”, dijo.

Por su parte, la alcaldesa de Recoleta, Sol Letelier, admitió que su comuna no cuenta con fondos para destinarlos a la obra. “Nosotros como municipio no tenemos recursos para financiar esto. El proyecto no pasa por Recoleta, sólo termina aquí, así que no hay un beneficio exclusivo para los recoletanos”, precisó, respaldando la posibilidad de que el MOP construya la autopista en dos etapas: la primera desde Grecia hasta la avenida Kennedy y una segunda fase que abarque el resto de la construcción hacia el norte de la capital.

15 años duraría la primera etapa de la concesión. Luego, es el Estado el que se haría cargo de una próxima licitación a través de una recompra.

50 minutos en tiempos de viaje ahorrará a los automovilistas el viaje por este nuevo trazado que cruzará siete comunas del sector Oriente de la Región Metropolitana.