Cartas de la semana: “Mina en Isla Riesco”

Las cartas de esta semana dan cuenta de dos miradas muy distintas sobre un mismo tema medioambental, la mina Isla Riesco. Las primera fue escrita por Juan González Caro (Consejero kawesqar) y Mónica Cabezas Quinchen (Consejera y pdta. Pueblo Huilliche). La segunda carta fue escrita por Ignacio Rodríguez. Ambas fueron publicadas en el diario La Tercera el día 24 de agosto.

Señor director:

Hemos visto el avance del proyecto minero en Isla Riesco, representamos a dos pueblos originarios en el Consejo de Desarrollo Indígena en la Región de Magallanes y somos testigos en Isla Riesco del trabajo realizado por la empresa para el resguardo patrimonial. Los sitios arqueológicos del pueblo kawesqar han sido protegidos; vemos la seriedad con que se está abordando el cuidado medioambiental.

Chile es testigo del apego que tenemos las etnias y sus descendencias por la tierra, somos celosos de los proyectos que la impacten y sus reales compensaciones. Magallanes, como gran parte del sur de Chile, fue prácticamente saqueada en sus raíces más profundas, tanto étnicas como en su riqueza forestal, y hasta la fecha seguimos viendo la depredación de la pradera (antaño bosque) sin ser testigos aún de un real programa de forestación por privados que hoy profitan de estas tierras.

El proyecto minero en Isla Riesco ha demostrado cómo se desvanecen los argumentos de unos pocos detractores. Conocemos el beneficio que trae a Magallanes en servicios y empleo, pero no es empleo a toda costa, es sobre un trabajo bien hecho que nos deja tranquilos como celadores de la madre tierra. Lamentamos el atentado reciente contra las instalaciones de la minera, producto de unos pocos que no entienden cómo se construye nuestra región.

Juan González Caro
Consejero kawesqar

Mónica Cabezas Quinchen
Consejera y pdta. Pueblo Huilliche


Señor director:

La ministra de Medio Ambiente declaró que se se aprobó Mina Invierno en Isla Riesco con la condición de que se monitoréen las emisiones. Siguiendo la lógica de lo que ocurre hoy con el monitoreo de emisiones en Puchuncaví, está claro que se trata de un trámite inútil.

Si hoy no se clausuran industrias y generadoras que afectan gravemente la salud de una población entera, no parece posible que, de comprobarse el daño en el medioambiente, se cierre una mina que afectará a huemules, pingüinos, la flora nativa y a una reducida población de habitantes.

Sería bueno que los ministros expliquen por qué autorizaron el proyecto y qué significa “monitorear”, una palabra que hoy carece de significado alguno.

Ignacio Rodríguez