Santiago se prepara para Censo 2012 reclutando a 32% más de voluntarios

El crecimiento de la ciudad afectará la labor de los voluntarios, especialmente en Ñuñoa y Santiago, comunas con alta tasa de densidad.

por Benjamín Blanco
(La Tercera – 09/06/2011)

La semana pasada tocaron la puerta de la casa de Marcia Alvarado en La Florida. Un hombre vestido de azul se identificó como funcionario del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y le hizo un par de preguntas. No estuvo más de un minuto y se marchó. “Me explicó que estaba realizando un precenso. Es decir, estaba enumerando la cantidad de casas que el próximo año serán visitadas por los voluntarios en el censo verdadero. Sólo me preguntó por la cantidad de personas que vivían ahí y cuántos eran hombres y cuántas eran mujeres”, cuenta Marcia.

Aunque aún faltan 10 meses para que se realice el Censo 2012, en Santiago ya se empieza a experimentar esta mega encuesta que permitirá saber la cantidad de habitantes y la calidad de vida de los chilenos. Como le sucedió a Marcia Alvarado, en cualquier instante un funcionario del INE puede llegar hasta su casa para hacerle las mismas preguntas. La idea es preparar logísticamente el proceso que se llevará a cabo en abril del próximo año. “Para un buen censo es imprescindible un precenso. Nos asegura que la persona que va a censar vaya al lugar que le corresponde y establecer una ruta adecuada. Tenemos que evitar que un censista acuda a un lugar y en vez de una vivienda exista un edificio o que dos censistas visiten la misma casa”, comenta el director del INE, Francisco Javier Labbé.

En la institución ya se vislumbra una estrategia para organizar el censo. Si en 2002 se necesitaron 125 mil voluntarios -en su mayoría estudiantes- para encuestar a los 6.061.185 santiaguinos que arrojó la encuesta, el próximo año se reclutarán 185 mil personas. Sesenta mil voluntarios extra se necesitarán para cubrir los 6,7 millones de habitantes que -según el INE- hay actualmente en la capital.

A juicio de Labbé, este aumento de censistas no sólo se debe a la población estimada, sino al aumento de edificios en altura en la ciudad. “Donde antes había casas y bastaba con un censista, ahora hay edificios con más de 100 viviendas que requieren la presencia de tres y hasta cuatro voluntarios para cubrir todos los domicilios”, explica. “Las diferencias del tipo de construcción en Santiago o Ñuñoa será considerable entre el Censo 2002 y el nuevo censo. Sin ir más lejos, mi oficina da al Parque Almagro y me sorprende la gran cantidad de edificios que hay ahora”, cuenta Labbé.

En septiembre se abrirá el proceso de reclutamiento de voluntarios. Al igual que en 2002, serán preferentemente estudiantes de 3º y 4º medio y universitarios. Cada voluntario visitará un total de 14 viviendas y no podrá estar más de 25 minutos en cada casa.

Radiografía a Chile

Carla Bustos tiene 24 años y es una de los 30 precensistas que encuestará casas en Maipú. “La mayoría de las personas te recibe bien, pero hay gente más quisquillosa y reacia de hablar, pues no saben en qué consiste el proceso”, cuenta. “En un día puedo visitar hasta 200 viviendas, pero ese número depen- de del tamaño de la manzana”, agrega.

Bustos cuenta que la mayoría de las personas no está familiarizada con el precenso, que se realiza entre el 1 de junio y el 31 de agosto, de lunes a viernes, de 9 a 18 horas.

Según el INE, la primera vez que hubo un censo en el país fue en 1813 (ver recuadro) y la cifra de habitantes no llegó al millón. Había 393.322 hombres y 430.363 mujeres, correspondiente al 47 y al 52 por ciento, respectivamente. Es decir, en Chile desde los albores de la República siempre han existido más mujeres que hombres. Cosas del censo.