La burbuja inmobiliaria china muestra signos de desinflarse

Si este mercado se desacelera más rápidamente de lo previsto, el impacto podría sentirse en una serie de países que exportan mucho a la segunda economía del mundo.

Bob Davis
(El Mercurio – 09/06/2011)

BEIJING.- Luego de años durante los cuales los precios de las viviendas se desbocaron, la burbuja inmobiliaria china comienza a desinflarse.

Los precios de los bienes raíces residenciales están cayendo en algunas de las principales ciudades. Eso desincentiva la especulación inmobiliaria, pero también abre la posibilidad de que la economía pierda fuerza antes de lo anticipado, lo que podría tener serias repercusiones para el crecimiento global.

Los bienes raíces han sido uno de los pilares del espectacular crecimiento chino en las últimas dos décadas y su salud es crucial para las industrias de la construcción, el acero y el cemento. El sector inmobiliario también es una alternativa predilecta de los inversionistas chinos que buscan retornos más altos que los que ofrecen los depósitos bancarios. Las municipalidades y las provincias, asimismo, dependen del alza en los precios de los terrenos que venden para financiar sus proyectos de infraestructura.

Efectos de una caída

Los precios inmobiliarios en nueve ciudades importantes que sigue de cerca Roselea Yao, analista de la consultora Dragonomics, bajaron 4,9% en abril frente al mismo mes de 2010. El año pasado, los precios en estas ciudades subieron 21,5%, lo que se suma a un aumento de 10% en 2009.

Una caída en los precios de las propiedades perjudicaría a la industria china y a la inversión, además de mermar el gasto de los consumidores. China “es una economía impulsada por la vivienda”, indica el economista de UBS Jonathan Anderson, que calcula que la construcción de propiedades representó, por sí sola, 13% del Producto Interno Bruto en 2010, el doble que en los años 90.

Los economistas del Banco Mundial advirtieron en una conferencia de prensa en Beijing el miércoles que una burbuja del sector inmobiliario estaba entre los mayores riesgos económicos que enfrenta China.

Aunque el crecimiento proyectado para China sigue estando muy por encima del de otras economías importantes, cualquier reducción en su expansión podría tener repercusiones globales. La economía mundial depende todavía más de la demanda de China, dada la débil recuperación de Estados Unidos y la crisis de deuda soberana en Europa.

Si el mercado inmobiliario chino se desacelera más rápidamente de lo previsto, el impacto podría sentirse en una serie de mercados que exportan mucho a China. Muchas economías latinoamericanas y africanas han centrado su atención en atender la demanda de China de sus materias primas y numerosas multinacionales apuestan a que los consumidores chinos las ayudarán a compensar las caídas en otros mercados. De igual forma, los planes de los gobiernos locales chinos para mejorar su infraestructura son muy importantes para fabricantes de maquinaria pesada como la estadounidense Caterpillar Inc.

Pero la frenética demanda por viviendas en China que alimentó ese crecimiento se está moderando. Datos de la consultora Soufun, por ejemplo, muestran que el precio promedio de las propiedades en China durante mayo subió 5,1% en comparación con igual lapso del año previo, una desaceleración con respecto a los rápidos incrementos de 2009 y 2010.

Standard Chartered Bank calcula que las denominadas ciudades de segundo orden, como Dalian y Tianjin, podrían tener para fines de año un inventario de viviendas equivalente a la demanda de 20 meses, lo que ejercerá una presión “sustancial” sobre los precios. El banco británico pronostica descensos en los precios de entre 10% y 20% “en muchas ciudades”.

Algunos analistas creen que los datos oficiales, que siguen mostrando una leve alza en los precios, subestiman la moderación en los precios puesto que el gobierno puede presionar a las constructoras para que retiren o agreguen propiedades de alto valor al mercado, dependiendo de lo que quiere que muestre la información.

En parte como resultado de esta desaceleración en China, la cotización de metales industriales básicos usados en la construcción ha bajado.

Los precios spot del cobre han retrocedido 5% desde comienzos de marzo y ahora se ubican en cerca de US$10.647 la tonelada, luego de registrar un avance de 34% entre junio de 2010 y marzo de este año. Asimismo, algunas de las principales siderúrgicas del mundo han reducido sus precios desde febrero.

El gobierno chino, que enfrenta el malestar de muchos ciudadanos que ya no pueden comprar una vivienda, está tratando de moderar el alza en los precios. La gran pregunta es si pueden lograrlo en forma paulatina y sin afectar el crecimiento económico.

“En muchos sentidos los precios inmobiliarios están realmente locos”, dijo Guo Shuqing, presidente del China Construction Bank.