Polémica provoca traslado del Tribunal Constitucional al sector oriente de Santiago

En septiembre, el organismo se instalará por al menos tres años en un edificio de Apoquindo, mientras se remodela su sede definitiva.

por Darío Zambra
(La Tercera – 27/05/2011)

En la esquina de Santo Domingo con Mc Iver, en el centro de Santiago, llama la atención una propiedad de color rojo colonial: la Casa Velasco. Fue construida en 1730 por el arquitecto Víctor Heal, por encargo del capitán Juan Abaitúa. Tiene un estilo neoclásico, dos pisos, tres patios y su fachada aún conserva los balcones.

Desde el año 2000, la Casa Velasco es la sede del Tribunal Constitucional (TC). Pero en los próximos meses, la institución abandonará este lugar y se trasladará, al menos por tres años, al edificio Apoquindo 4700, ubicado cerca del Metro Escuela Militar. El inmueble, construido por la inmobiliaria Paz, tiene 17 pisos, celosías, sistema de climatización de última generación y ascensores inteligentes. Ahí funcionará hasta que concluya la remodelación del Palacio Ariztía, inmueble que será su sede definitiva. De hecho, la próxima semana se firmará el contrato de arriendo.

Sin embargo, el traslado ha sido polémico. En la reunión del 13 de enero, en que se votó el acuerdo para arrendar el edificio en Las Condes, uno de los ministros integrantes del tribunal, Carlos Carmona, rechazó la propuesta y aseguró que con este traslado el tribunal rompía la tradición de que los organismos relevantes del Estado tengan su sede principal en el centro de Santiago. “El edificio elegido, si bien es óptimo para las necesidades del tribunal, no parece sobrio o sencillo”, agregó en esa oportunidad. El ministro Carmona mantiene esa posición.

El diputado por Santiago Felipe Harboe también le hizo ver personalmente al presidente del TC, Marcelo Venegas, su preocupación por este hecho. “Nunca antes en la historia republicana una institución tan importante ha salido del centro. Es inaceptable porque puede ser el primero de muchos. Si se firma el contrato de arriendo recurriré a todas las instancias”, advierte el parlamentario.

El presidente del TC asegura que conversó con Harboe y le explicó que es una solución transitoria. “El arriendo es temporal. No nos vamos del centro, porque nuestra sede será el Palacio Ariztía”, sostiene Venegas.

Hasta 2008, el Palacio Ariztía, en la Alameda, perteneció a la Cámara Baja. Ese año el Ministerio de Bienes Nacionales se lo entregó al TC para que instalara ahí su sede. Sin embargo, el inmueble necesita una remodelación que cuesta, al menos, $ 5.300 millones y que aún no comienza. “El proyecto está retrasado”, precisa Venegas. Las obras demorarán como mínimo cuatro años.

Mientras, el tribunal funciona fragmentado, con la Casa Velasco como sede principal, pero también ocupando otras cuatro oficinas en el centro. “Hoy estamos apelotonados aquí”, afirma su presidente.

Es por eso que el año pasado comenzó la búsqueda de un lugar para funcionar mientras se remodela el Palacio Ariztía. Evaluaron varios edificios del centro, pero fueron desechados, porque no tenían auditorio ni estacionamientos. Conversaron, además, con Abraham Senerman, dueño de la Torre Titanium, para instalarse en este rascacielos. También fue descartado. “No nos permitía poner nuestra imagen corporativa. Hubiéramos parecido una oficina de abogados y eso no corresponde, es poco republicano”, sostiene Venegas. Finalmente, optaron por arrendar los primeros siete pisos del edificio Apoquindo 4700, donde esperan trasladarse antes de septiembre, cuando el tribunal celebre 40 años de existencia.

Datos clave

40 años del Tribunal Constitucional

En septiembre, la institución cumplirá cuatro décadas. A esa fecha esperan haber comenzado el traslado.

Torre Titanium

Este rascacielos fue la otra opción finalista. El presidente del TC conversó con su dueño, Abraham Senerman, pero no les permitía poner la imagen corporativa de la institución.