Con acacias forestarán relaves para bajar la contaminación en Andacollo

Plantación en cada uno de ellos costaría unos $18 millones. Plan se aplicará también en Illapel.

MATÍAS ROVANO BUSTOS
(El Mercurio – 09/05/2011)

En 2009, un área de 62 km2 fue declarada zona saturada por la alta emisión de material particulado (MP10) en Andacollo. La intensa actividad minera del poblado, ubicado a 54 km de La Serena, elevó los niveles de contaminación pues, entre otras cosas, el material de los relaves se levantaba por el viento.

Desde que se comenzó a trabajar el plan de descontaminación, las mineras han aplicado una serie de medidas para disminuir sus emisiones. Sin embargo, aún no es posible bajar a los 50 ug/m3 máximo que fija la norma.

Por eso, el Ministerio del Medio Ambiente inició un proyecto inédito en el país -que se aplicará también en Illapel- para fitoestabilizar los relaves abandonados. En palabras simples, las tortas de desechos mineros se convertirán en “bosques”.

“La búsqueda de la fitoestabilización es que el aire no pueda erosionar el relave y tirar el polvo a la población (…) para eso necesitamos formar una capa vegetal”, explica el seremi del Medio Ambiente de Coquimbo, Cristian Felmer.

El proyecto partió con estudios encargados al Centro Nacional del Medioambiente de la U. de Chile para determinar la composición química de la escoria. Los análisis estarán listos en junio, pero datos preliminares confirman que los desechos no serían dañinos para la población.

Se examinaron 10 relaves abandonados dentro del área urbana, los que después se intervendrán según sus factores de riesgo. Por ahora, el ministerio trabaja junto a la Conaf para forestar el perímetro de aquellos desechos ubicados en terrenos fiscales.

Para convertir en “bosques” a los relaves, se tomará como modelo una iniciativa hecha por una empresa minera en el Valle de Elqui. Allí se plantaron acacias, las que lograron un prendimiento cercano al 100% y ya superan los 2 metros de altura.

La ventaja de esta especie es que requiere gran cantidad de agua cuando ha sido puesta recién en la tierra y luego sobrevive con poca humedad.

La plantación comenzará a fin de año en Andacollo y en 2012 se harán los estudios químicos para Illapel.

De acuerdo a Felmer, fitoestabilizar cada relave costaría unos $18 millones, pues aún la Conaf debe determinar exactamente cuántas unidades se plantarán por hectárea. Esto irá asociado a un proyecto para plantar árboles en varios puntos de la ciudad.

En el largo plazo, la idea es que estos “bosques” se conviertan en paseos, tal como se ha hecho en otros países. “Buscamos que sean cerros con una vegetación muy viva y llamativa, un pulmón verde para Andacollo, aparte de evitar que haya mayor material particulado dentro de la comuna”, agrega el seremi.