Vecinos de la Villa Olímpica aún viven entre escombros

En marzo comenzaría la reparación de los siete edificios inhabitables, donde estarían viviendo unas 15 familias.

Nadia Cabello F.
(El Mercurio – 23/02/2011)

“Ver el edificio así es vivir todos los días un nuevo terremoto”. Así describe Rosa Austenritt (73) la experiencia de habitar en uno de los edificios de la Villa Olímpica que más daños sufrió el 27 de febrero de 2010.

En su edificio, en calle Los Jazmines, de las 16 familias que vivían antes del terremoto, siguen viviendo nueve. Esto, a pesar de que el cuarto piso quedó completamente destrozado, cayeron los muros, y las instalaciones de luz y agua quedaron inservibles.

A casi un año del terremoto, en el complejo inaugurado en 1962 aún no se ve la reconstrucción. El municipio reparó los techos con los $800 millones que le cedió el Ministerio de Vivienda, pero los vecinos cuentan que no se arreglaron las fisuras, y sólo se impermeabilizó. “Con las lluvias, el agua se filtró hasta los primeros pisos y se mojó todo”, contó Juan Carlos Salazar, otro vecino afectado.

Las reparaciones de quienes siguen viviendo en la villa han corrido por cuenta de los propietarios. Carlos Covarrubias pidió un préstamo de $700 mil para reparar sus murallas, y ahora debe pagarlo con los $127 mil mensuales que recibe por su jubilación.

“Entrar aquí es deprimente, porque por mucho que uno arregle su casa, los blocks están destruidos y uno sale y ve los ladrillos en el suelo y la tierra que sigue cayendo sobre nuestras cabezas”, aseguró Francisca Orellana.

El sector más dañado de la Villa Olímpica fue el que da a la calle Carlos Dittborn. Las cañerías de agua y gas de los edificios se rompieron, y aunque el servicio de agua potable se restableció al mes del terremoto, en algunos blocks aún no tienen gas y los vecinos conectan calefonts y cocinas a balones de gas.

De los 82 edificios, siete fueron declarados inhabitables por una empresa que contrató el municipio de Ñuñoa para evaluar los daños. Sin embargo, se estima que hay unas 15 familias que viven allí.

Hace un mes, la municipalidad les comunicó que en marzo comenzarán las reparaciones, que demorarán tres meses, y los vecinos no tienen dónde ir.

2.400

departamentos hay en la villa repartidos en 82 blocks. Allí viven principalmente adultos mayores.

Siete

edificios del complejo fueron declarados inhabitables a días del terremoto.