El proyecto urbano La Chimba en Antofagasta: diez años de desarrollo

Incorporación de tipologías de media densidad, en programas de vivienda con subsidio habitacional.


Actualmente en la ciudad de Antofagasta se está discutiendo la aprobación del Seccional Norte para crecimientos en extensión, el cual incorpora unas 4.000 hás de terreno que puede dar cabida a unos 350.000 habitantes para los próximos años. Si se llegara a aprobar dicho plan, surge la siguiente pregunta ¿qué gestiones urbanas se utilizarán para desarrollar la macro urbanización y el mega parque urbano que propone dicho plan seccional? Para responder en parte a esta pregunta, existe un ejemplo de gestión urbana que podría ser de gran orientación.

En el año 1997, la Dirección de Proyectos Urbanos del Minvu, DPU conjuntamente con el Municipio de Antofagasta y el Ministerio de Bienes Nacionales, comenzaron el diseño del Plan Seccional La Chimba, el cual fue aprobado el año 2001, y cuyo principal objetivo fue la planificación de forma ordenada, coherente y sustentable de 417 hás de terrenos fiscales en el sector norte costero de la ciudad.

Uno de los aspectos innovadores que propuso en ese entonces el Plan Seccional, fue una nueva manera de proyectar la ciudad, mediante una imagen objetivo tridimensional del conjunto, un trazado vial limpio y funcional estructurando y conectando el proyecto con el resto de la ciudad, incorporando avenidas principales y vialidades secundarias, considerando estacionamientos y dos parques urbanos: uno longitudinal, el Parque Rica Aventura, y otro transversal. También el Plan consideró rotondas a nivel con un paso vial subterráneo el cual ya se encuentra ejecutado, dando mayor fluidez a los recorridos vehiculares.

Para las zonificaciones, la propuesta contempló usos mixtos y de mayor densidad asociadas estas últimas al gran parque central y a la vía expresa costanera norte tomando en cuenta lo propuesto por el Plan Regulador de la ciudad, en cuanto a generar verdaderos corredores urbanos en el sentido cerro a mar, conocidos como los “tranceptos urbanos”.

Adicionalmente se trabajó con todas las redes de corrientes débiles y de electricidad en forma subterránea, aspecto que no fue fácil de implementar debido al aumento de los costos de urbanización, pero que otorgó una mejora notable a la imagen del espacio público del sector.

Una de las operaciones urbanas que más se destacó a nivel nacional fue el posterior desarrollo del Plan Seccional La Chimba, específicamente la implementación posterior del mismo. La pregunta que se hacía entonces fue ¿Cómo pasar de un listado de acciones y de un programa financiero que generalmente incorporan las memorias de estos instrumentos a la ejecución de un Proyecto Urbano concreto en el corto y mediano plazo? En este sentido, fue de suma importancia el desarrollo y gestión de una parte del Plan Seccional, al cual se denominó “Proyecto Urbano la Chimba”, a una escala intermedia mediante la elaboración y posterior aprobación por parte de la Ilustre Municipalidad de un plano de macro loteo, logrando así implementar una primera etapa de 95 hás de terrenos fiscales, etapa que se comenzó a desarrollar y concretar paso a paso mediante la generación y aplicación de algunas herramientas de Gestión Urbana que fueron ejecutadas en la Dirección de Proyectos Urbanos del MINVU.

La prefiguración urbana, elaboración de las tipologías, de los proyectos habitacionales condicionados y parque ejecutado Rica Aventura mediante Financiamiento urbano compartido.(Fuente MINVU Antofagasta y elaboración propia)

El auto financiamiento de las obras de macro urbanización mediante un convenio de programación interministerial, las licitaciones condicionadas en base a prefiguraciones tipológicas, y la ejecución de un parque urbano mediante la aplicación de la Ley de Financiamiento Urbano Compartido (FUC), fueron unos de los aspectos más interesantes que se desarrollaron dentro de una secuencia de acciones programadas en el tiempo.

Actualmente, este proyecto urbano emblemático para la ciudad, sigue desarrollándose y constituye un referente de cómo se deben planificar las áreas de extensión urbana, mediante la proyectación de su imagen urbana a través de la prefiguración tipológica. Esta gestión de la macrourbanización por medio del auto financiamiento que produzca plusvalías en beneficio tanto del sector público como del privado, implica ir más allá de lo planteado por los instrumentos de planificación, significa desarrollar un verdadero Proyecto Urbano.