Escasez de servicios complica a comunas rurales con alto crecimiento de su población

Han debido crear colegios, iluminar y pavimentar las calles y hasta cambiar sus planes reguladores para hacer frente al aumento de la población, que se ha duplicado.

Nadia Cabello F.
(El Mercurio – 29/11/2010)

El éxodo de habitantes desde el centro de la capital hacia la periferia ha hecho que las comunas rurales aumentaran considerablemente su población en los últimos 20 años. En algunos casos, incluso, el número de habitantes se ha duplicado y los municipios han debido enfrentar problemas como falta de colegios, colapso en los consultorios o falta de equipamiento.

En Lampa, que en 1990 tenía 24.783 habitantes, hoy viven 62.409. La población se duplicó y con ello comenzaron a escasear los cupos en colegios municipales. Aunque pasaron de tener 16 colegios a 36, su alcaldesa, Graciela Ortúzar, asegura que no dan abasto.

“La gente comenzó a llegar acá y de a poco nos sentimos sobrepasados. Hemos tenido que poner alumbrado público, contratar a empresas para que vayan a retirar la basura a lugares donde antes no había casas y buscar la forma de crear áreas verdes, con todos los gastos que implica la mantención de aquello, explica Ortúzar.

En Calera de Tango, donde su población creció el 123%, la estrategia ha sido trabajar con privados. “Cada vez que se va a instalar un condominio nuevo, pedimos a las inmobiliarias que creen áreas verdes, por ejemplo, de esa forma, vamos creando un crecimiento armónico”, dice el edil, Erasmo Valenzuela.

En este caso, se ha debido mejorar las vías de comunicación a través de las autopistas Central y del Sol. Además, el municipio debe dedicar gran parte de su presupuesto a pavimentar caminos, tener mejores paseos peatonales, limpiar las ciclovías e iluminar las calles.

Pero la falta de recursos es un problema. El alcalde de Isla de Maipo, David Morales, explica que “si necesitamos iluminar o tener más camiones para la basura, tenemos que contratar a profesionales que nos ayuden a crear proyectos para concursar al Fondo de Desarrollo Regional, porque plata del municipio no hay”.

Eso sí, reconoce que ha habido un aumento del comercio, lo que no ha ocurrido en Paine, donde el alcalde, Diego Vergara, cuenta que a pesar de tener casi 30 mil habitantes más que hace 20 años, aún tienen sólo un supermercado en la comuna.

“En las nuevas villas tratamos de implementar sectores comerciales para atraer servicios básicos, pero los privados parece que no consideran atractivo este sector”, dice. Pese a eso, por ejemplo, se han realizado gestiones con Aguas Andinas para abastecer de los servicios básicos sanitarios a las nuevas poblaciones.

El mayor problema de Paine es la vialidad. “Estamos divididos por la línea del tren y para cruzarla se forman tacos enormes de más de 20 minutos que antes no se hacían”, explica Vergara.

El desarrollo de las comunas rurales se ha caracterizado porque se ha hecho sin un plan regulador que ordene el crecimiento. Una de las primeras comunas que trabajó para mejorar esto fue Colina, que desde marzo de este año cuenta con el instrumento. “Allí se establece la importancia de dar a las familias transporte, vialidad y equipamiento, pero que a la vez cada proyecto tenga que estar sujeto a una norma para mitigar el crecimiento desmedido”, explicó el alcalde Mario Olavarría.

La migración en Colina ha afectado principalmente al sector de Chicureo, donde ahora se trabaja una reforma al plan regulador para regular el comercio que se ha instalado allí y que hasta ahora funciona sin mayor reglamentación.

En Paine también se está trabajando un plan regulador de acuerdo al crecimiento de la población, y en Lampa pronto esperan hacerlo suyo.

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60 mil

habitantes más tiene Colina hoy que en 1990, la mayoría están en Chicureo.

152%

creció Lampa en los últimos 20 años, llegando a más de 60 mil habitantes.

Dos

veces más pobladores tiene hoy Pirque que en 1990, cuando eran 11 mil.

143%

creció la población de Calera de Tango en los últimos veinte años.

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VIALIDAD

Pavimentar calles y mejorar la conectividad ha sido prioritario para los municipios.

Seguridad: el desafío pendiente

“Antes uno podía dejar la bicicleta en la calle, pero ahora eso es impensable”, cuenta la alcaldesa de Lampa, Graciela Ortúzar. Los ediles de las comunas rurales coinciden en que la delincuencia es otro tema al que han debido hacer frente, pero varias de ellas, como Lampa, ni siquiera tienen su propia comisaría.

“La autoridad nos tiene que ayudar en eso porque acá no tenemos los planes de seguridad que tienen en las comunas urbanas”, dice el alcalde de Calera de Tango, Erasmo Valenzuela. El edil de Paine, Diego Vergara, reconoce que “el 80% de nuestros habitantes llegó a viviendas sociales hace poco y no tienen redes de contacto para pedir trabajo o dinero a un amigo. La cesantía y la delincuencia aquí es lamentable”.