Los costos y beneficios de las energías renovables

Las ya conocidas energías renovables no convencionales (ERNC) forman parte desde algunos años de la discusión nacional en términos de la necesidad de incluirlas a la matriz energética, no sólo para reducir el impacto sobre el medio ambiente, sino que también para contar con fuentes más diversas.

(Diario Financiero – 19/11/2010)

El actual gobierno se ha planteado la ambiciosa meta de, al año 2020, contar con un 20% de la matriz nacional de energías limpias. Actualmente sólo representan el 3,4%.

El desafío es enorme y es por ello que con el tiempo van surgiendo dudas respecto a si efectivamente la meta se podrá concretar, considerando los costos que podrían estar asociados a ellas.

En la industria las opiniones son diversas, pero, en general, coinciden los distintos actores en que las ERNC deben ser sólo un complemento de la matriz.

El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), José Ignacio Escobar, planteó que hay muchas críticas infundadas en torno a este tipo de energías y que “los países que tienen penetraciones significativas de renovables -más allá del 15% o 20%- no han tenido ningún problema para sustentarla, y Chile no debería por qué ser la excepción”.

De esta forma el ejecutivo agregó que “las energías renovables en todas sus formas son un complemento totalmente factible, técnica y económicamente, a cualquier otra forma de energía en la medida que haya un mercado adecuado en lo regulatorio para poder acogerlas”.

En la vereda del frente, el director ejecutivo de Electroconsultores, Francisco Aguirre planteó que “hoy se desarrollan, simplemente, porque hay una ley, sino existiera esa ley no se desarrollarían, nadie estaría interesado en hacerlas, incluso los ecologistas”.

Costos económicos

El tema no deja de generar conflicto y las opiniones son diversas.

La energía eólica, por ejemplo, es la más conocida y masificada de las ERNC, pero también sobre la que recae el mayor número de observaciones, principalmente, por el bajo factor de planta que poseen el que en promedio se sitúa en un 30%, lo que quiere decir que en un día sólo genera energía un poco más de siete horas.

Aguirre, sostuvo que “el problema de las ERNC es que sus ingresos no son constantes, porque generan interrumpidamente”, por lo que siempre se debe contar con una fuente tradicional de respaldo.

El experto detalló que “si una central eólica funciona un 20% del tiempo no puede competir con una central que cueste lo mismo, pero que funciona el 80% del tiempo, como sucede con una central térmica”.

Por su parte, el gerente general de Pacific Hydro Chile, José Antonio Valdés, manifestó que el país necesita contar con una matriz energética diversificada y, en ese sentido, “cada energía tiene sus propias ventajas y dificultades, ya sea en la etapa de desarrollo, construcción o generación. El factor de planta de las energías renovables es más bajo que otras alternativas energéticas”.

Claudio Montes, gerente general de Tinguiririca Energía (opera las centrales de pasada La Higuera y La Confluencia), coincidió en que, si bien cuentan con múltiples beneficios y se han posicionado en el mundo como una alternativa renovable viable, su capacidad de generación es muy variable, dependiendo de las condiciones del viento.

Respecto a la energía geotérmica, Montes agregó que las desventajas están ligadas a que “los costos de investigación para identificar si existe o no potencial de desarrollo son muy altos. Sin embargo, cada una de ellas, en mayor o menor nivel, pueden constituir un aporte fundamental para el país, si se crean las condiciones adecuadas para su desarrollo”.

Impactos ambientales

Los costos ambientales de las ERNC son reducidos, pero igual es posible identificar algunos.

La gerente general de la consultora Energética, María Isabel González, explicó que “tienen efectos ambientales que no son despreciables y tienen otros problemas técnicos, por ejemplo, la conexión a la red de las centrales eólicas es compleja, necesita protocolos especiales, porque es generación que entra y sale del sistema con bastante irregularidad, entonces es difícil el tema de manejar esa variabilidad”.

En lo referido a los impactos con el ecosistema, Escobar, detalló que “un proyecto de generación eléctrico es una actividad industrial, pedir que los proyectos sean completa y absolutamente neutros medioambientalmente es algo bastante ambicioso y difícil y para eso existen los mecanismos de evaluación ambiental”.

En esa misma línea, precisó que todos los proyectos de energías renovables existentes en el país, no han tenido ningún problema en su tramitación y posterior aprobación ambiental.

Desde el punto de vista de la industria turística, ven con buenos ojos la diversificación de la matriz e incluso como una oportunidad, ya que incluso en algunos países la industria hotelera ha potenciado de forma significativa el uso de energía solar.

El vicepresidente ejecutivo de la federación de Empresarios Turísticos de Chile (Fedetur), manifestó, a modo de ejemplo, que “en muchas partes del mundo hay parques eólicos que están en lugares que no tenían ningún potencial turístico y que tras su implantación pueden agregar un pequeño atractivo”.

Yunis sostuvo que para la industria turística no tienen efectos negativos en la medida que su localización sea la adecuada. Si embarto, agregó , que “si una central está mal instalada en una localización que tiene gran valor turístico actual o potencial es un gran daño”.