Construyen viviendas sociales adaptadas a costumbres mapuches

En Huechuraba se edifican 25 casas que mantienen cualidades propias de una ruca, como la orientación y la luz.

por Benjamín Blanco
(La Tercera – 25/08/2010)

Las primeras viviendas sociales, diseñadas según la lógica de una ruca mapuche, estarán listas en diciembre, en la comuna de Huechuraba. El proyecto, calificado como un “hito” en el desarrollo habitacional de los indígenas que viven en Santiago, busca rescatar las costumbres y la cosmovisión de los miembros de esa etnia, que en la comuna alcanzan el 10% de la población.

El plan es parte de un programa global impulsado por la Municipalidad de Huechuraba y el Serviu, que contempla la edificación de 415 casas en el sector de La Pincoya, como una solución definitiva a los campamentos “Guerrillero” y “Esperanza y Fe”. De éstas, 25 tendrán características especiales para que sean habitadas por indígenas y estarán separadas del resto.

“Este es un hito Bicentenario. No sólo lograremos erradicar casi la totalidad de los campamentos, sino que damos un paso para reconocer la identidad de nuestro país y mostrar que podemos vivir en conjunto y lograr un desarrollo en común”, comentó Carolina Plaza, alcaldesa de Huechuraba.

Las viviendas tendrán 68 metros cuadrados y su particularidad es que la fachada no tiene puerta de acceso (ésta se ubica en la parte posterior), sino un gran ventanal cubierto de tablas de coligüe que mira hacia el oriente. Esto permite que el sol penetre tenuemente en la casa durante la mañana, para emular, así, el efecto de las ramas que rodean una ruca.

La fachada tendrá, además, un tronco diagonal y en el antejardín contempla un pequeño huerto, para cultivar papas y hortalizas. “Hay una relación con los puntos cardinales que buscamos rescatar. El tronco evoca la relación cielo-suelo de una ruca”, dice el arquitecto de las viviendas, Cristián Undurraga. “Quisimos expresar una cierta individualidad en cada vivienda, a pesar de que las casas están juntas”, agregó.

El proyecto total (las 415 casas) tiene un costo de $ 6 mil millones y será entregado en dos etapas. La primera, a mediados de septiembre y la segunda, en diciembre de este año, momento en que se traspasarán las 25 viviendas mapuches. “Sé que hay grupos de otras partes de Santiago que han tomado nota de este proyecto y espero que otras autoridades del país sigan los mismo pasos”, explica la alcaldesa Plaza.

Un sueño

En Huechuraba, que en mapudungún significa “el lugar donde nace la greda”, viven cerca de 9 mil personas de la etnia. Por eso, el trabajo de las autoridades con grupos indígenas ha sido permanente en los últimos años.

“Se ha logrado el respeto de las autoridades locales para el conocimiento indígena”, explica Jimena Vicuña Quiemelén, presidenta del comité Meli Foye (Cuatro Canelos), grupo que coordinó con las autoridades la construcción de estas viviendas sociales.

La idea, que contó con el apoyo de Un Techo para Chile, nació de las reuniones periódicas que la alcaldesa mantiene con la líder de la asociación Dhegh Winkun (cerro volcánico) y considerada Papai (madre) de los indígenas del sector, Rosa Martínez Catril. Según Vicuña, este proyecto era un sueño de años, ya que se sentían excluidos dentro de la ciudad. “Sentíamos que no pertenecíamos”, dijo.

Para ella, lo ideal sería que se construyeran viviendas según los parámetros de otras cosmovisiones, como los aimaras y los rapanui, y así lograr una integración plena a la ciudad. “Ahora podremos hacer nuestras ceremonias. Nuestros hijos podrán criarse bajo el marco de nuestra cultura. Es un nuevo concepto de vida”, concluyó.