Proyecto de Reforma para Transantiago

Durante la semana el ministro de Transporte, Felipe Morandé, anunció el Plan de Reforma para Transantiago, el cual tiene como finalidad recuperar el servicio para la ciudadanía y evitar que el sistema enfrente una escalada de alza de pasajes, agravando aún más la evasión la cual alcanza en algunos sectores de la capital el 60%.

Es cierto que luego del caos e innoperancia del servicio luego de su implementación, este experimentó mejoras que permitieron alcanzar un nivel de servicio “aceptable”. Sin embargo, los datos de hoy nos permiten conocer que estas mejoras muchas veces se hicieron de manera irresponsable, financieramente hablando, causando que hoy el sistema tenga un “hoyo” financiero de más de 1.200 millones de dólares.

Es tal la magnitud de los montos involucrados en este descalabro financiero, que la deuda alcanzaría para financiar completamente el Plan de Hospitales entre el año 2010 y 2013, permitiendo la construcción y mejoramiento de los hospitales de Antofagasta, Curicó, Cauquenes, El Salvador, Sótero del Río y Félix Bulnes. Sin duda una pésima política pública.

Lss claves del Plan de Reforma anunciado por el ministro, después del salto.

Valor del pasaje

Una de las principales preocupaciones tanto del ministerio como de los millones de usuarios del transporte público, es el valor del pasaje actual. Las sucesivas alzas,si bien han elevado el valor del pasaje a una cantidad más sincera con el mercado y servicio (por ejemplo si lo comparamos con regiones), han sido tan repentinas y sucesivas que el bolsillo lo siente aún más. Esto aparte de tener un impacto político, genera un descontento y adversión hacia el sistema el cual posiblemente eleva la evasión y genera una mayor destrucción a buses y paraderos. Es por esto que una de las tareas prioritarias que se están realizando en el ministerio, es la elaboración de una propuesta para solicitar fondos adicionales con el fin de frenar estas alzas y lograr evitar que estas escalen a las $ 800 pesos hacia el 2012.

Reducción de transbordos

Una de las principales características de Transantiago inicialmente, la posibilidad de hacer transbordos, es también una de sus principales críticas  y debilidades. El nuevo Plan de Reforma al sistema pretende reducir la cantidad de transbordos tanto para proveer recorridos más directos como para reducir los “tiempos muertos” de espera en paraderos entre bus y bus. Si bien esto en inicio parece una medida sensata, puede aumentar aún más la cantidad de recorridos y hacer que los tiempos de viajes aumenten aún más producto de la congestión. Sólo como dato, hoy el número de recorridos ya superó al sistema de micros amarillas.

Flexibilidad para la creación de nuevos recorridos

Uno de los grandes problemas del sistema hoy no es la evasión sino el pésimo servicio que se presta en ciertos sectores periféricos de la capital. Recorridos que simplemente no aparecen y buses llenos en horas no peak sólo hacen pensar que algo está muy mal. La posibilidad hoy de crear nuevos recorridos es responsabilidad exclusiva del estado, de ser una propuesta de la empresa operadora, ésta ve reducida sus ganancias, haciendo que la participación e interés del operador de ir donde “realmente se necesita” sea nula. Se espera que con esta nueva reforma, los operadores puedan modificar y crear recorridos más eficientes y útiles para los usuarios.

Infraestructura

Con este nuevo plan se pretende buscar financiamiento para nuevas obras de infraestructura vial. Asimismo se pretende licitar los paraderos, terminales y zonas pagas. Todo en miras de prestar un mejor servicio, dar regularidad y velocidad a los viajes.

Participación ciudadana

¿La propuesta definitica cuándo? Según fuentes dentro del propio ministerio, la propuesta definitiva buscará incorporar la opinión de los usuarios a las modificaciones a Transantiago, lo que dicen, es una de las causas de la que la propuesta definitiva tardará más de lo esperado, sin una fecha cierta.

Esperaremos atentos de qué modo esta participación es incorporada y no pase por “ponerle un nombre a tu paradero” o “cámbiale el nombre a la tarjeta Bip” y sea una efectiva manera de reconocer cuáles son efectivamente las necesidades de los usuarios en cuanto a su transporte público.