Descartan demolición en Villa Olímpica y repararán departamentos dañados

(La Tercera, 30/04/2010)

por Oriana Fernández

Municipio de Ñuñoa pidió recursos al gobierno por $ 2.000 millones para sacar copas de agua y reponer techos. Se harán arreglos a siete de 82 torres inauguradas en 1962 que resultaron inhabitables luego del terremoto. Dos familias aún viven en carpa en el lugar.

30 abril la tercera villa olimpicaBlanca Bravo (59) relata que lo más valorado para ella era la vista que tenía hacia la cordillera y la luz que llegaba por la mañana hasta el cuarto piso de su departamento, en la Villa Olímpica de Ñuñoa. Hoy, junto a su marido y sus seis hijos adultos, vive en lo que era el patio común de su block, en tres carpas tapadas con plástico. “Anoche no podía dormir por los ruidos, se sentían balazos de lejos. Han tratado de entrar a robar y da cierto temor”, cuenta mientras lava unos platos en un balde, con un hilo de agua que corre de una llave. Bravo y otra familia han sido las únicas que se han negado a dejar su casa luego del terremoto del 27 de febrero pasado, aunque la municipalidad le ofreció un arriendo.

Las carpas que aún quedan son sólo parte de los cientos de afectados de la villa (240 departamentos están inhabitables, es decir, siete torres) luego del movimiento telúrico que azotó al conjunto habitacional inaugurado en 1962, previo al mundial de fútbol celebrado en Chile. Las 82 torres fueron construidas para ser ocupadas por los deportistas que participarían en el encuentro, y luego fueron traspasadas por el gobierno de Jorge Alessandri a empleados públicos y particulares.

Se trata de viviendas sociales que fueron diseñadas en un estilo “modernista”. La arquitecta Ana Paz Cárdenas, quien ha investigado la historia del complejo, cuenta que este conjunto incluyó (tal como la Villa Portales) “patios en común, sitios para el deporte e incluso se interconectaron casas con escaleras”. Allí se construyó la primera torre residencial en altura en Santiago y nunca antes se había usado el hormigón armado masivamente en el país. Debido a que es considerado patrimonio comunal, el sitio fue premiado por la Comisión Bicentenario.

Ayudas

El alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, se reunió ayer con la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, para pedir que se le entreguen los $ 880 millones para reparar techos de las torres, los que -según el alcalde- ya fueron aprobados por el Ministerio de Hacienda. Además, sostuvo que se pidieron $ 1.200 millones para demoler 40 copas de agua que ya no operan. “Esos son los montos, de un total de $ 21 mil millones, para reparaciones en general”, dice Sabat.

Magdalena Matte, ministra de Vivienda, explicó que se analizará la propuesta y que el martes se responderá sobre los fondos. “Es un lugar emblemático para el país, y por eso sabemos que es necesario reconstruir donde está dañado”, dice. Agrega que los vecinos podrán postular también a un fondo de reparación, donde en forma común pueden optar a 55 unidades de fomento por departamento ($ 1.156.650).

Pero los vecinos aseguran que hay desconocimiento de los beneficios. Jaime Díaz, vocero de la asamblea de vecinos de la Villa Olímpica, dice que algunos residentes “no tienen información clara de cómo postular, ni saben con qué consultoras poder hacerlo. Hay muchos adultos mayores a los que nadie ha avisado”. Estima que el total de torres seriamente dañadas fueron 14, pero que no han tenido soluciones.

El intendente de la Región Metropolitana, Fernando Echeverría, dijo que los afectados tienen la opción de ser parte del plan “Manos a la obra”, que incluye la entrega de materiales de construcción.