Damnificados de edificios rechazan pagar las demoliciones, como exige la ley de urbanismo

W(El Mercurio, 16/3/2010)

El costo de derribar una torre, según el mercado, puede llegar a costar hasta 1,8 millón de dólares, según se aplique un sistema de corte con disco diamantado o se utilicen grúas. Por Equipo de Crónica y de Economía

Un rotundo “no” fue la respuesta de los propietarios de los edificios que ya tienen decreto de demolición acerca de si están dispuestos a pagar por el derrumbe de los que hasta antes del terremoto del 27 de febrero pasado eran sus departamentos.

La Ley General de Urbanismo y Construcciones señala en el artículo 156 que “cuando el peligro de derrumbe de una obra o parte de ella fuere inminente, la alcaldía podrá adoptar de inmediato todas las medidas necesarias para eliminar el peligro, incluso la de demoler sin más trámite, total o parcialmente, la obra, todo por cuenta del propietario del inmueble”.

La Municipalidad de Maipú estima que costaría alrededor de 450 millones de pesos demoler los edificios “Don Tristán” y “Don Luis”. En el primero, son 36 departamentos que costaron 1.900 UF cada uno. Don Luis son dos edificios de 20 departamentos cada uno con un valor de entre 1.500 y 1.900 UF.

Sin embargo, la inmobiliaria Francisco de Aguirre y la constructora Mujica y González, ambas responsables del proyecto, aún no dan una respuesta satisfactoria a los vecinos, y la municipalidad ya busca una alternativa para pedir al gobierno regional que corra con los gastos.

En Macul, el 5 de marzo se firmó el decreto de demolición del Edificio Sol Oriente. El abogado de la inmobiliaria Viva, Alejandro Álvarez, afirmó que “la empresa estima que la demolición costaría cerca de 80 mil UF (US$ 3,2 millones), pero tenemos estudios que indican que es posible reparar con un costo mucho menor”. Pamela Lobos, vocera de los vecinos de “Sol Oriente”, aseguró que “no pagaremos una demolición y exigimos que la empresa nos reubique en otro proyecto”.

En San Bernardo, dos torres de 20 departamentos cada una que componen el proyecto San José ya tienen decreto de demolición, pero la inmobiliaria Francisco de Lorca ofrece a los propietarios $50 millones para repararlas y no demolerlas.

Según la empresa Socoher, aplicando el sistema de corte con disco diamantado, el costo de demolición de un edificio llega a US$ 1,5 millón. En Flesan, en tanto, señalan que demoler una torre de 15 pisos con el mismo sistema, usando una grúa directa y otra de apoyo, cuesta alrededor de US$ 1,8 millón. Los precios de la faena varían, según Yerko Celpa, de Socoher, por el tipo de estructura a demoler, la altura del edificio y la ubicación del inmueble. (Ver infografía). La desmantelación tarda de tres a seis meses.

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3.000 UF costaba el departamento más caro en el edificio Sol Oriente.

450 millones de pesos costaría demoler los edificios Don Luis y Don Tristán.

40 departamentos tiene el complejo San José en San Bernardo.

Sabat insiste en denuncia

El alcalde de Ñuñoa afirmó ayer que la fe pública está dañada por la poca claridad de las empresas inmobiliarias de edificios dañados con sus clientes. Según Pedro Sabat, “la ley, a nosotros como municipio nos deja fuera (de la resolución del conflicto), pero los vecinos llegan con los reclamos al municipio. Entonces, se necesita que lo aclare alguien imparcial”, para justificar la denuncia ante el Ministerio Público hecha contra tres empresas. Una de ellas, Inmobiliaria Penta, afirmó que llegó a acuerdo con los vecinos del edificio Regina Oriente, a los que les ofrece cubrir las reparaciones y deducibles de los seguros. Estima que las fallas son reparables, por lo que reclama poco sustento en la denuncia del edil.

Peritos de la PDI examinan edificios

Un equipo del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI junto a los fiscales Vinko Fodich y Carlos Gajardo examinó ayer los tres edificios en Ñuñoa que fueron declarados inhabitables por la municipalidad y denunciados a la justicia. Arquitectos, ingenieros calculistas, paisajistas y urbanistas revisaron ayer los edificios Emerald, Los Cerezos y Regina Oriente. Se realizaron fijaciones fotográficas y planimétricas y se trazaron las primeras líneas para realizar peritajes sobre la dinámica de suelo y estructura de las construcciones. En este sentido, posiblemente la fiscalía recurra a peritos externos y especializados. El equipo de policías centrará además su investigación en la información que posee la dirección de obras de la municipalidad sobre los planos, estudios de suelo, en general información del diseño y construcción de los edificios.

Los fiscales indagan una presunta estafa cometida en contra de los propietarios, a raíz de una denuncia del propio municipio y querellas particulares.

Hacienda y Vivienda estudian otorgar bono de reconstrucción a damnificados

El Gobierno estudia dar un bono para todas las familias que necesitan reconstruir las viviendas que quedaron mediana y gravemente dañadas tras el terremoto del 27 de febrero pasado.

Así lo anunció ayer la ministra de la Vivienda, Magdalena Matte, tras visitar uno de los blocks más dañados de la Villa Portales, de la capital, junto al embajador de Japón en Chile, Wataru Hayashi, y el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado.

En dicho lugar, donde nueve de 19 blocks quedaron con daños (no estructurales), tres de ellos con severos problemas, Matte dijo que junto con el Ministerio de Hacienda se está analizando el monto del bono y a quiénes se les va a otorgar.

“Prefiero no adelantar fechas de cuándo va a estar eso listo; lo único que les puedo asegurar es que está en estudio”, explicó la ministra Matte a la prensa y a los vecinos.

La ministra recibió el estudio hecho por ingenieros de la Universidad de Chile, y del propio ministerio, en el que se explica el estado en que quedaron los departamentos. El lugar también fue analizado por expertos de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica). Los vecinos, algunos de los cuales hablaron con la ministra Matte, quedaron mucho más tranquilos. “Vemos que hay interés y preocupación de parte de la autoridad para solucionar el problema del departamento que quedó muy dañado con el terremoto. Por eso, ahora estamos más tranquilos”, explicó Eddy Sandoval, una de las vecinas.