Ministra de Vivienda afirma que es imposible erradicar los campamentos

W(El Mercurio, 16/2/2010)

Casi 6 mil hogares seguirán emplazados en asentamientos irregulares al concluir el Gobierno, y otros 4.600 recibieron casa, pero decidieron volver a las tomas. Por Uziel Gómez

La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, aseguró a “El Mercurio” que “terminar definitivamente con los campamentos es una meta compleja, que no podrán cumplir ni éste ni los futuros gobiernos”.

Precisamente, una de las metas del gobierno de Sebastián Piñera es erradicar los 533 campamentos -según sus cálculos- existentes en el país.

Entre 1996 y 2006, el Gobierno les dio casa a 115 mil familias, y durante la actual administración (2006-2010) a otras 10 mil.

Para después de marzo, 5.996 hogares seguirán esperando por una casa, que les llegará a la mayoría durante septiembre.

Poblete argumentó que no basta con la voluntad y los recursos del ministerio, sino que se requiere la decisión de las familias, de los municipios y de las ONG que apoyan socialmente a quienes se instalan en esos asentamientos precarios.

“A veces se genera un circuito perverso. Mientras haya municipios que busquen soluciones transitorias y radiquen a las familias a la orilla de la línea del tren o en las cercanías del río, este será un tema de nunca acabar”, afirmó la autoridad.

Casi 1.700 hogares recibieron una casa gratuita del Estado y decidieron volver a sus campamentos, y otras 2.954 familias no hicieron uso de la vivienda que les entregaron por no quererse ir del lugar donde viven.

La ministra dijo que persistirán los microcampamentos con algunas decenas de familias, y que será difícil ver asentamientos masivos con cientos de familias, como los históricos de Peñalolén o Lo Barnechea, que se erradicarían en 2012.

A su juicio, se debería crear una norma que impida a los municipios prestarles servicios básicos a las familias. Incluso, la ministra eliminó el programa Chile Barrio porque la política habitacional satisface la demanda. También existen particulares dueños de terrenos que incentivan a las familias a permanecer ahí, con la expectativa de vender a mejores precios.

20.599 familias vivían en campamentos, según el catastro que hizo el Ministerio de Vivienda en 2007.

1.651 jefes de hogar que vivían

en los asentamientos irregulares habían recibido anteriormente un subsidio habitacional.

5.996 hogares seguirán esperando

por una solución habitacional después que termine el gobierno de Bachelet, la que podría llegar durante septiembre próximo.