Vecinos del Estadio Nacional: cierre temporal del recinto les devolvió la tranquilidad

(La Tercera. 06/12/2009)

estadio nacional“Esta es la primera vez en cerca de 10 años que estamos tranquilos”. María Eugenia Moreno, una de las vecinas del barrio cercano al Estadio Nacional, dice sentir que la vida de su familia ha cambiado como nunca desde junio pasado.

Tras 17 años viviendo cerca del principal recinto deportivo del país, María Eugenia cuenta que ahora sus hijos pueden regresar solos del colegio. Antes, dice, “teníamos que ir a buscarlos, porque veíamos cómo los barristas se instalaban en las afueras de nuestras casas a beber alcohol o a pedirnos dinero”. Cada vez que había un “clásico” debían encerrarse: “Si el partido era a las 19.00, los fanáticos llegaban en la mañana y se instalaban en Campo de Deportes. No dejaban pasar a los transeúntes. La verdad es que ahora estamos felices”.

No es la única. Los vecinos de Campo de Deportes, Ñuñoa, agradecen la remodelación del Estadio Nacional, aunque no por el nuevo rostro que está adquiriendo el recinto. Se trata de una zona donde hay amplias casas construidas en los años 40 y habitada por familias de clase media, que desde hace cinco meses han visto modificadas sus rutinas: los niños juegan en las plazas, las calles no tienen desvíos ni basura en exceso e, incluso, los comerciantes pueden cerrar sus locales más tarde los fines de semana.

Desde que el MOP inició los trabajos para remozar el coliseo en junio, los residentes dejaron de lidiar con los barristas y asistentes que llegaban para los partidos de fútbol y conciertos. Aseguran que ahora pueden caminar tranquilos sin que se les acerquen desconocidos a pedirles dinero, ni tener temor por las riñas.

Otro problemas que se fue, por ahora, es el cierre de las calles. Alvaro Barras vive en Av. Grecia y cuenta que “poder llegar a la casa era un caos. Teníamos que llevar cuenta de la luz para comprobar que vivimos acá. De lo contrario, no podíamos pasar”.

Menos delitos

No es sólo un asunto de percepciones. Desde el cierre del estadio, los delitos en el sector han disminuido. Según el presidente de la junta de vecinos Nº 5, Oscar Moyano, “los barristas y gente que venía a ver los partidos no eran de acá. Se producían los robos”. Agrega que cuando había un partido, “no podían llegar visitas a nuestras casas, porque les robaban en los autos”. Según Carabineros, cada fin de semana -y dependiendo de la convocatoria de los partidos-, había entre 20 y 100 detenidos. Los más comunes eran por robo de especies en vehículos o robo de vehículos, y faltas menores: ingesta de alcohol en la calle, comercio ambulante y consumo de drogas.

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El mayor de la 33ª Comisaría de Ñuñoa, José Antonio Muñoz, confirma que desde el cierre temporal, ha habido una disminución en los robos. La encargada de seguridad del municipio, Cecilia Arratia agrega que también bajaron porque hay más patrullaje de seguridad ciudadana.

Los vecinos celebran por ahora, pero saben que sólo será hasta marzo, cuando el estadio sea reinaugurado y vuelvan los hinchas. En el municipio y carabineros anuncian que reforzarán las fiscalizaciones.