Editorial – Ciudad Parque Bicentenario

(El Mercurio. 23/11/2009)

La Corte de Apelaciones de Santiago paralizó el proyecto inmobiliario Ciudad Parque Bicentenario, que se está emplazando en los terrenos del ex aeropuerto de Los Cerrillos, al acoger un recurso de nulidad presentado por la Federación Aérea de Chile en contra de la autorización dada al proyecto por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema), sin la realización previa de un estudio de impacto ambiental. Ahora deberá pronunciarse la Corte Suprema sobre el recurso de casación presentado.

Esta resolución de la Corte de Apelaciones es un episodio más de un proyecto que ha sido objeto de sucesivas polémicas. Las protestas de los usuarios del fenecido aeropuerto fueron la primera. Más tarde, la Contraloría objetó la densidad del proyecto. Finalmente, hubo problemas con la municipalidad por la modificación del plano regulador.

Asimismo, desde su inicio este proyecto ha estado rodeado de suspicacias en torno al beneficio que podrían obtener los propietarios de los terrenos aledaños, al eliminarse las restricciones de uso de suelos en la zona.

A tres años de la clausura de la pista, hoy sólo está en construcción el parque central. No existen proyectos inmobiliarios en curso, tras el fracaso de las licitaciones realizadas (en parte debido a la crisis económica), ni se ha construido una alternativa al aeropuerto de Pudahuel.

La Ciudad Parque Bicentenario es una iniciativa ambiciosa, con una clara vocación urbana, y que podría permitir a decenas de miles de personas vivir en un entorno atractivo. Eso explica que haya sido uno de los proyectos más emblemáticos del gobierno del Presidente Lagos. Lamentablemente, al igual como sucedió con otros emprendimientos de altas aspiraciones -los más evidentes son el Transantiago y el tren al sur-, ellos fueron realizados con notoria desprolijidad y basándose en un considerable voluntarismo.

Por eso, hoy es preciso enmendar los errores cometidos. En un proyecto que ya no tiene vuelta atrás, es indispensable ceñirse al marco jurídico-institucional antes de continuar las obras, establecer nuevas licitaciones que incentiven a las inmobiliarias a participar y, al mismo tiempo, acelerar la construcción de la pista aérea de Quintero, para que el aeropuerto de Santiago pueda contar con una alternativa real frente a una emergencia aérea.