Luis Thayer Ojeda recorre las calles de Santiago

(El Mercurio. 19/11/2009)

santiago de chileEn 1904, el intelectual publicó “Santiago de Chile. Origen del nombre de sus calles”. Hoy, su nieto lo reedita por primera vez para recordar las historias que esconde el centro de la capital.

Constanza Rojas V. Fue publicado mientras se acercaba el centenario de Chile, en 1904. Ahora se reedita a meses de que el país cumpla los 200 años. Investigando, Luis Eduardo Thayer encontró la única edición de “Santiago de Chile. Origen del nombre de sus calles”, el primer libro que escribió su abuelo, Luis Thayer Ojeda, en 1897. Decidió rescatarlo y traerlo al presente, consciente de que ponía en valor a un gran intelectual nacional.

Estudioso incansable y multidisciplinario al punto de escribir libros tan distintos como “Familias chilenas”, “Exposición sucinta de la teoría de la formación de la materia” y componer un Ave María, Thayer Ojeda se interna en este ejemplar en la historia que se esconde tras las principales vías de la capital. Por qué Erasmo Escala, Ahumada y Villavicencio recibieron sus nombres, y cómo se llamaban antes.

“Tiene un valor histórico especial porque los nombres de las calles de Santiago surgían de la comunidad, tenían un sentido popular, y a través de ellos podemos acceder a la historia de la sociedad”, argumenta el editor, quien ve en esto una gran diferencia entre el Santiago de tierra y adoquines que retrata Thayer Ojeda y la pavimentada ciudad del siglo XXI que es hoy. Y la tendencia ya la veía venir el intelectual en 1897: “Nos hemos concretado en esta rápida reseña a tratar únicamente de las calles antiguas. De las modernas nos parece ocioso, porque, teniendo todas los nombres dados por el capricho de los que las han formado, carecerían de interés”. Y su nieto continúa: “Antes la gente se identificaba con los nombres de las calles, hoy éstos se ponen casi por sorteo”.

En esta nueva versión, además, Luis Eduardo Thayer incluyó fotografías y mapas de la época obtenidos de los archivos de la Biblioteca Nacional y el Museo Histórico Nacional. Algunos de los trazados fueron realizados por Tomás Thayer Ojeda, hermano del autor.

Y completa el libro una biografía realizada en 2006 por Alicia Morel -madre de Luis Eduardo Thayer- quien recorre la vida del intelectual desde su nacimiento en Caldera en 1874, hasta su muerte en Valparaíso el 16 de marzo de 1942.

Algunas rutasBellavista

“La que corre a lo largo del río y hoy lleva el nombre de Bellavista , en memoria de un bravo militar de la guerra contra el Perú y Bolivia, fue conocida siempre por calle de la Chimba , de una palabra quichua que significa al otro lado del río “.

La Moneda

“La parte de la calle de la Moneda que comenzaba en la de las Claras , en el convento de las monjas del mismo nombre… se llamaba del Chirimoyo , porque en el primero de los expresados monasterios, frente a la calle, existía a fines del siglo XVIII un chirimoyo, cuyas ramas, cayendo a la calle, perfumaban la vecindad”.

San Martín

“La calle de San Martín se llamó durante más de un siglo, calle de las Cenizas , en atención a las que arrojaban las jabonerías que allí hubo hasta el tiempo de la Independencia”.

San Diego

“Desde el tiempo de la conquista, la calle de San Diego era un camino real por donde se iba a las ciudades ‘de arriba’, como entonces llamaban a las del sur. Su nombre viene de una humilde capilla que edificaron los franciscanos en su esquina sureste con la Cañada”.

Alameda

“La actual Alameda de las Delicias se llamaba en otros tiempos la Cañada , nombre que se da en España a las hondonadas de terreno, o espacio comprendido entre dos alturas poco distantes. Principiaba, antes como hoy, en las Cajitas de agua para terminar en Chuchunco “.