Pajaritos con parásitos

(La Tercera. 16/08/2009)

Por Pablo Allard

Según la Real Academia, parásito significa “organismo que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo”. Palabra que describe a la plaga que acaba de imponerse sobre sueños y esperanzas de miles de vecinos de Maipú: los cables de empresas de telecomunicaciones. Esta semana se inauguró el esperado corredor Pajaritos Sur, en esa comuna. Las obras de mejoramiento venían de la mano de la construcción de una vía segregada de Transantiago, que mejorará los tiempos de viaje y capitalizaría la millonaria inversión con el mejoramiento de aceras, luminarias, mobiliario urbano, arborización y el tan esperado soterramiento de las redes eléctricas y de telecomunicaciones.

El problema es que a sólo días de la inauguración, vecinos y autoridades municipales advierten que el hermoso Pajaritos amanece lleno de parásitos, ya que en lugar de soterrar sus cables como lo hizo Chilectra, las empresas de telecomunicaciones decidieron mantener su maraña de cables reforzándola con nuevos y precarios postes que rompen la continuidad urbana del nuevo boulevard. Lo más indignante es que el Serviu Metropolitano, como incentivo para que las empresas soterraran sus cables, construyó a cuenta de todos nosotros un moderno poliducto (canal subterráneo para conducir redes) a lo largo de todo el corredor, “regalo” que ignoraron estas empresas, ya que les sale más rentable seguir “colgándose” cual parásitos de la infraestructura existente antes de invertir en fibra óptica y remover los miles de kilómetros de cables -mucho de ellos inertes- que cuelgan sobre nuestras cabezas. Las empresas se escudan en vacíos legales para evadir su responsabilidad y resulta paradojal o, al menos, contradictorio, que en algunos casos se trate de las mismas empresas que hoy rasgan vestiduras por el impacto de antenas de celular de su competencia.

Cuando tratamos de buscar a los responsables de tan brutal descoordinación, la situación es tan patética, que dan ganas de llorar junto al alcalde de Maipú Alberto Undurraga, reconocido paladín de los derechos ciudadanos como ex director del Sernac, quien lamenta con impotencia no tener herramientas para hacerlo. En palabras del propio edil: “Es insólito que las empresas de telecomunicaciones no accedan a resolverlo (esta situación) y, por lo tanto, le hemos dicho al Serviu y el gobierno que si no tienen las atribuciones, lo que tienen que hacer es ir al Parlamento y aprobar una ley que le otorgue las atribuciones, porque es una burla lo que están haciendo con Maipú”, dijo Undurraga, acusando discriminación contra su comuna, dado que estas mismas empresas han soterrado sus cables en Providencia y Las Condes.

Claramente estamos ante una burla que acusa dos necesidades urgentes para nuestras ciudades: la falta de una regulación integral de la contaminación visual, y por otro lado, la falta de capacidades de gerencia urbana a nivel metropolitano, que pueda coordinar y gestionar proyectos intersectoriales e intercomunales. De lo contrario, seguiremos a merced de estos y otros parásitos.