Energía y Participación, un debate unplugged

 afiches Día Mundial sin Represas y La hora del Planeta

El miércoles pasado se realizó en la plaza de la Cultura la celebración del Día Mundial Sin Represas, reuniendo a más de 48 organizaciones. El próximo sábado se realizará la Hora del Planeta, una especie de apagón global en el cual el Estado de Chile comprometió su participación.
¿Qué tienen en común  y quá hay de distinto en estos dos actos públicos?


El día 17 de marzo, en la Plaza de la Cultura frente a la Moneda, se reunieron algunos cientos de personas para conmemorar el Día mundial sin Represas. Iniciado en 1999 en Brasil, y replicado en todo el Mundo, la fecha agrupó a más de 45 organizaciones que defienden la conservación de ríos como San Pedro, Baker y Pascua, Puelo, Fuy, Llanquihue, Achibueno, Maipo, entre otros repartidos por todo el territorio nacional. Este acto busca concientizar sobre un modelo de desarrollo y producción energética que perciben como obsoleto, y que claramente traerá perjuicios para las comunidades vecinas a las represas y sus tendidos. Pese a lo importante del tema a nivel país, la prensa estuvo bastante ajena a este evento, y su presencia en medios de comunicación masivo fue casi cero, a excepción de nota como esta en La Nacion on-line.
YouTube Preview Image

El sábado próximo, 28 de marzo, se celebrará por primera vez en Chile La Hora del Planeta (Earth Hour), el cual consiste en un apagón general, tanto de las empresas e instituciones participantes, como de los distintos hogares que individualmente adhieran a la causa. Esta acción nace en Sidney hace 10 años, y es promovida por la WWF, quien coordina a gobiernos nacionales, municipios y empresas para generar un fuerte impacto comunicacional a cerca del gasto energético, promoviendo el consumo responsable de la energía y el ahorro de esta. En Chile el lanzamiento se hizo de la mano de la Ministra del Medioambiente, y a ello se ha sumado una serie de entidades formales de la sociedad que lograran una gran cobertura del evento.

YouTube Preview Image

Si bien la temática de estas acciones no son directamente urbanas, creo valido el debate que plantean ya que evidencian las mismas complejidades que una ciudad debe equilibrar al definir su desarrollo, tanto entre vecinos de una comuna, o como un sistema urbano integrado. Ambos actos centran su atención en el tema “Energía”, buscando concientizar a la población de los graves problemas medioambiental que enfrentamos como planeta, detrás de ello hay diferencias radicales, que no debemos obviar. Desarrollo 3 de ellas, sólo con el fin de abrir la discusión, y en ningún caso, cerrando el tema solamente a estos aspectos:

1.- producción y consumo, dos realidades inseparables:

  • download Fame dvd
  • La producción de energía es la puerta de entrada al problema. La capacidad de cada país de generar energía, influye directamente en su capacidad productiva, en su estabilidad económica y en la calidad de vida de sus habitantes. A su vez, el modo en cómo la producimos, determinará cuánto daño generamos y cuán sostenible es ese modelo en el tiempo.
    En el otro extremo de la cadena, cuánta energía consumimos y en qué la gastamos, determinará cuan eficientes somos, y determinará evidentemente cuánta energía necesitaremos producir.
    Por ello, la discusión de la producción debe ir siempre de la mano de la preocupación sobre el gasto, ya que es inviable satisfacer el actual consumo energético si no cambiamos nuestros hábitos cotidianos, así como es incoherente bajar nuestro consumo individual usando energías de alto costo social. Se debe atacar el problema por ambos frentes, buscando fuentes de producción sustentables mientras cada uno de nosotros ajusta su gasto individual y colectivo de la manera más eficiente posible.
    Por ello, la preocupación pública debe distribuirse en ambas caras del problema, poniendo en la balanza los beneficios y perjuicios, tanto de la producción como del consumo. Esto generará un set de incentivos y de castigos, ya sean sociales o económicos, que podrán equilibrar nuestra acción responsable en toda la cadena del problema.

    2.- afectados y beneficiados, un problema de cercanía:
    Es evidente que al ahorrar energía hay beneficiados directos. Cada uno evalúa como un bien la disminución en su cuenta de luz , gas o bencina. Esto es aún mayor cuando empresas e instituciones se ven apoyadas por los consumidores y votantes para ahorrar, apagando ampolletas, bajando el nivel de iluminación en las calles, cambiando sus sistemas de calefacción, etc.
    El ahorro y la eficiencia es fácilmente internalizable por cada actor, pero no así los perjuicios.

    Los 6 millones de Santiaguinos pueden no percibir como un problema directo las represas en algún río de otra región, o el tendido eléctrico que cruza todo el país para satisfacer sus necesidades. Pero si nos preocupa la calidad del aire, y somos capaces en poco tiempo de internalizar el gasto de los convertidores catalíticos y aceptamos sin problemas la prohibición de los sistemas de calefacción en base a leña o carbón.
    Esto no significa que los santiaguinos seamos particularmente egoístas, si no simplemente que la cercanía de los perjuicios y beneficios afecta directamente a nuestro comportamiento.

    Pero para compensar esto, es fundamental que como país generemos los mecanismos de compensación y de evaluación que puedan distribuir de manera equilibrada los pro y los contra de nuestras acciones, y debemos velar por que el modelo de desarrollo de nuestro país, no interfiera en los diferentes modelos locales y regionales, ya que el turismo y la conservación son actividades fundamentales de la economía de algunas regiones, que no deberían verse perjudicadas por el modelo productivo que otras regiones quieran desarrollar. En este sentido, todos perdemos un poco al inundar algún valle con una represa o al ensuciar el aire con centrales eléctricas en base a carbón, y debemos hacernos responsables de esas perdidas, asumiendo sus gastos y compensando a los directamente afectados.

    Por esto, es fundamental incorporar en el diseño y evaluación de los proyectos el planteamiento de las organizaciones e individuos directamente afectados, y no quedarnos simplemente con el acto oficial o dejar que la distancia esconda los problemas.
    3.- Energía, un problema global:
    El tema de la energía no se centra sólo en la electricidad. En Europa, el 50% del gasto energético se produce en las edificaciones y en su uso, principalmente en la construcción, iluminación y calefacción/refrigeración de nuestros lugares de alojamiento, trabajo y estudio. Otro 25% se produce en el transporte, tanto de personas como de carga, ya sea por agua, aire o tierra. El resto, se gasta en los diferentes sistemas de producción, tanto de bienes como de servicios que todos consumimos, desde comida, ropa, llamadas telefónicas, etc.
    Por ello, no se trata sólo de cambiar nuestras ampolletas, si no de transformarnos en consumidores “24 horas eficientes”, preocupándonos de hacer mas eficiente y sustentable cada acción, desde evitar dejar la ducha prendida, hasta optar por productos de menor huella de carbono.
    Además, la energía proviene de distintos medios, y en general los países desarrollan estratégicamente su matriz energética, la cual busca diversificar sus fuentes de aprovisionamiento, con el fin de asegurar su flujo en un ambiente competitivo. La opción chilena de poner muchas fichas en el gas natural, nos ha traído serios problemas, sobre todo en invierno cuando Argentina cierra un poco su llave para satisfacer el consumo interno.
    Por ello, es muy relevante discutir este tema a nivel país, ya que las opciones son varias, desde la energía nuclear hasta los generadores eólicos, y cada opción tiene sus pro y contra que como país debemos saber evaluar, no sólo en los aspectos económicos, si no también los sociales y medioambientales.

    La discusión es amplia y estamos recién incorporando esta problemática. Ojalá podamos crecer de una manera sustentable, escuchando a los afectados, transformándonos en consumidores responsables y apostando por el mejor negocio para todos en el largo plazo.