La Vega Central en Peligro de Desaparecer: El Mercado como agente de innovación en la metrópolis del siglo XXI

A continuación les presentamos un nuevo tema de discusión en la sección de foros de la XVI Bienal de Arquitectura de Chile.  www.bienaldearquitectura.cl

Por María Elena Ducci

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Imagen proveniente de Flickr, autor bocadorada.

La Vega Central de Santiago, el principal mercado de productos frescos de Chile está amenazada1 . Amenazada por las presiones del mercado de bienes raíces (alto valor del terreno en zonas centrales) y las tendencias de planificación de la segunda mitad del siglo XX que optaron por quitar las actividades de mercado del área central de muchas grandes ciudades, con el argumento de que una actividad de ese tipo ya no tiene cabida en la ciudad moderna, básicamente por la congestión y la contaminación que acarrea. Si cedemos ante el engaño de la “modernidad” la Vega pasará a ser, en el mejor de los casos, otro mall más, otro lugar más sin vida, y sin historia. El que estas presiones no hayan tenido éxito hasta ahora, se debe básicamente a que las comunidades veguinas son dueñas del mercado, así como de las bodegas y comercios instalados desde hace décadas a su alrededor.

¿Qué ha pasado en otros países?
Respondiendo a esta tendencia de “modernización de las ciudades” en los 60s se perdió el mercado de Les Halles de Paris, único en su género en el mundo, y la zona que ocupaba demoró décadas en salir del abandono, siendo hoy un centro comercial que podría estar en cualquier ciudad del mundo. El mercado de La Merced de México fue erradicado en los 80s hacia la periferia y su emplazamiento inmediato al centro histórico, ha caído en la decadencia total, sin que se haya logrado la renovación del área. Otras ciudades, en cambio, fueron en contra de esta tendencia y lograron salvar su mercado: Budapest, Seattle y Boston son algunos ejemplos de ello.

La pregunta que proponemos aquí es:
¿Puede un mercado de productos frescos, renovado con estándares del siglo XXI, ser un motor de innovación, atracción y desarrollo económico, social y cultural de una metrópolis como Santiago?

La atracción del mercado.
La atracción y fascinación que produce el mercado está completamente vigente en la actualidad y se está revalorizando en los países más ricos y más desarrollados. En Estados Unidos florecen los farmer´s markets en los 90s2 , y ciudades como Seattle y Boston han recuperado y renovado sus mercados centrales con gran éxito, transformándolos en centros de desarrollo económico y turístico. En Europa se están renovando viejos mercados tradicionales y los residentes del centro de Paris están exigiendo que les sea construido un mercado para recuperar, aunque sea en parte, lo que perdieron al ser erradicado Les Halles.

Si intentamos explicar la atracción que producen los mercados en las personas, surge la visión de múltiples colores, olores a frutas, a hierbas, a campo… Se viene a la mente una sensación de frescura, de amplitud, de alegría, de bromas y piropeos; hay una percepción de amistad y de confianza, de gente que se conoce y reconoce… Afloran imágenes de movimiento, de ruido, de conversaciones en voz alta, de vida, de energía. Todo ello hace que las personas que van al mercado sientan una especie de euforia contagiosa, una sensación de haber estado en un lugar donde los productos y las personas son reales, donde nada es ficticio ni artificial.

Otro de los encantos del mercado es el hecho de que ofrece productos excepcionales, poco comunes y difíciles de encontrar en el comercio común. Aquí es donde las personas van en busca de las primicias, de la mejor calidad y de los productos más exóticos y por ello es que el viaje al mercado se vive como una aventura, donde pueden surgir sorpresas, donde lo inesperado es parte del programa.

El potencial económico – turístico del mercado
La misma fascinación que produce el mercado es el mejor anzuelo para atraer el turismo y expandir las actividades económicas que en él se desarrollan. Ejemplos como Pike Place Market de Seattle nos indican que un mercado bien organizado puede transformarse en un eje fundamental del desarrollo económico de una ciudad3 .

Un mercado que integra el turismo local e internacional como uno de sus objetivos puede responder a la fuerte demanda por nuevos centros de recreación que se observa en todas las grandes ciudades del mundo. La oferta de productos locales típicos de alta calidad y precios competitivos, de productos exóticos o poco comunes, unida a la venta de mercancías de otras culturas presentes en el país (por ejemplo, mapuches, peruanas, coreanas, etc.) son indudablemente ejes centrales del potencial económico del mercado. Sin embargo estas actividades pueden ser reforzadas positivamente con la oferta de comidas típicas y exóticas de calidad en un ambiente único y pintoresco. Esto ha sido llevado a cabo con gran éxito en distintas ciudades del mundo (la Boquería en Barcelona, Granville Island en Toronto) y ha transformado los mercados en centros de atracción turística hacia las zonas centrales de estas ciudades.

La adaptación de un mercado de grandes dimensiones como la Vega Central para transformarlo en un mercado de última generación que combine las ventajas de un artefacto urbano como el mall (estacionamientos, seguridad, buena accesibilidad) con los atractivos de un mercado de productos frescos tradicional y centro gastronómico multicultural sería, en estos momentos, una primicia en América Latina y podría iniciar una nueva corriente de rescate y mejoramiento de la actividad de mercado. Una acción de este tipo podría transformarse en un nuevo motor de desarrollo económico local con efectos muy positivos en su entorno urbano.

Un mercado del Siglo XXI
Para transformar el mercado actual en un artefacto urbano del siglo XXI, con la capacidad de mejorar la competitividad de Santiago como ciudad global, es necesario encarar una renovación total del área donde éste se emplaza, inmediata a ejes fundamentales de la estructura de la ciudad. Una renovación parcial e incompleta sólo alargaría algunos años la lenta agonía que enfrenta el mercado y no llegaría a producir los impactos urbanos positivos que puede generar sobre su entorno. Un nueva concepción del mercado como centro de abastecimiento en el corazón de la ciudad debe reconocer y superar todos los problemas que hoy en día generan los mercados centrales en las grandes ciudades, problemas que se relacionan con la accesibilidad, el transporte, la congestión, la suciedad y malos olores y la inseguridad que caracteriza su entorno.

La Vega Central del siglo XXI debería contar con un edificio de alto valor arquitectónico y estético, con los más altos estándares ambientales y de sustentabilidad, que pase a ser un ejemplo único de lo que debe ser un mercado. Se trata de conservar la vitalidad del mercado resolviendo los impactos negativos que hoy lo caracterizan, separando la venta al mayoreo, otorgándole las condiciones que requiere el movimiento de camiones y de carga, dotándola de estacionamientos, así como de sistemas de seguridad de alto nivel.

La Vega necesita y puede ofrecer una imagen arquitectónica y estética única, una imagen que responda a la importancia que tiene este lugar para la ciudad y el país, que la transforme en un hito del cual los santiaguinos y chilenos podamos sentirnos orgullosos. Parece razonable intentarlo.

Al ser un post exclusivo de la Bienal, sólo se podrá comentar en su sitio web. link aquí

  1. La Vega Central acoge en su interior a cerca de 1000 locales comerciales y en sus alrededores cerca de 500 tiendas y bodegas de mayoreo y semimayoreo. []
  2. Estos mercados semanales se instalan en lugares abiertos como estacionamientos o plazas y venden productos frescos que provienen de la periferia rural de la ciudad a precios muy altos. []
  3. www.pikeplacemarket.org []