PARTIR DESDE LO CIVIL: El desafío de la Participación Ciudadana REAL en Proyectos Urbanos.

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La renovación de la autopista M30 en Madrid pone en la palestra el tema de la participación ciudadana en temas urbanos. Se exige representatividad pero los límites y los alcances reales en las propuestas son difusos hoy en día. Dejar que los proyectos pasen de la mano de los expertos a los ciudadanos corrientes es hoy un desafío MAYÚSCULO.

Madrid, con sus cada vez mayores índices económicos y un aumento considerable de la población en los últimos años, se perfila como una ciudad con un fuerte potencial de desarrollo. Sin embargo, infraestructuras viales como la M30, principal circunvalar interior de la ciudad, han ido quedando obsoletas en el tiempo, requiriendo mejoras urgentes. Esta renovación se sitúa dentro de un marco de mejoramiento urbano para la ciudad, propuesto por el actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Sin embargo, las políticas públicas y el actuar de los privados, han dejado al margen de la discusión a grupos sociales civiles que, buscando un lugar en la carrera, han tenido que recurrir a sus propios recursos. Este tema pone en evidencia que se necesitan herramientas que ayuden a gestionar una verdadera participación ciudadana de calidad.

El proyecto de renovación de la autopista M30, se formula principalmente porque las infraestructuras viales se ven sobrepasadas como consecuencia del crecimiento del parque automotriz y tanto el sobre-uso de este tipo de infraestructuras como la congestión vehicular, van provocando en el tiempo un progresivo deterioro físico. A esta se suma una obsolescencia social generada por el cambio de uso y desvalorización del suelo producto de las externalidades negativas en estos sectores.

Desde la perspectiva ambientalista, como la carretera pasaba por sobre el río, no se permitía el libre acceso al único cauce fluvial de la ciudad, limitando el uso de áreas verdes existentes que gradualmente se iban deteriorando por falta de uso y mantención.

Un caso importante dentro de la remodelación total es el de la ribera del río Manzanares, al sureste del centro de Madrid, donde se genera un efecto “barrera” debido al impacto de la carretera en el sector. Esta externalidad, provocó que con el tiempo el precio del suelo fuera disminuyendo y a la vez fuera aumentando la brecha que los separaba del otro lado del río. En este tramo del proyecto, la autopista se soterra y se reencauza el río utilizando un sistema de túneles. La superficie ganada se integra a espacios ya existentes creando un paseo arbolado, equipamientos públicos y viviendas, junto con terrenos para inversiones privadas.

Imagen de Proyecto M30

http://www.plataformaurbana.cl/archive/2007/07/22/autopistas-urbanas/#more-1072

A pesar de que la mayoría de los proyectos urbanos están fundados sobre la base de una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, en pocos de estos casos se hace partícipe a los futuros usuarios en el planeamiento del proyecto. La colaboración ciudadana se ha ido convirtiendo en un tema importante a la hora de evaluar los resultados de una gestión administrativa, ya que es capaz de recoger directamente los problemas y necesidades de las personas, y además pone a prueba la flexibilidad de los planes y muchas veces también la paciencia de los negociadores de ambos bandos, que exigen llegar a consensos.
Cuando fue electo alcalde del ayuntamiento de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón fijó los principales lineamientos de su plan de administración. El primero de ellos y más relevante fue el Proceso de Renovación Urbana, que contemplaba la transformación de la antigua M30, recuperación del entorno del río Manzanares, mejora en las redes de transporte y revitalización del centro principalmente. El segundo punto fue precisamente el de la participación ciudadana, donde pretendía crear comisiones de seguimiento, foros urbanos, laboratorios urbanísticos.

El crear políticas públicas para que la sociedad pueda ser partícipe de la construcción de la ciudad, supone un enfrentamiento con las líneas tradicionales de la administración, y a la vez una apertura a la retroalimentación entre gobernantes y gobernados. Se enfrenta el punto de vista del usuario y del experto.

“La legitimidad de una decisión pública y su eficacia son mayores si se han elaborado mediante un proceso que haya reunido a sus protagonistas alrededor de un proyecto común”1. Cuando las personas participan de una iniciativa o proyecto, nace un sentimiento de apropiación, la gente lo comprende mejor y cuida más los espacios. Si hay un resguardo de lo propio, debiera haber un resguardo de la ciudad en su totalidad.

La participación ciudadana funcionaría como un método para llegar a este resultado, sin embargo, no todos los métodos funcionan de la misma forma. Según Sherry Arnstein2, hay distintas formas de llevar a cabo la participación ciudadana, como se muestra en el cuadro siguiente.

Escala de Participacion ciudadana según Arnstein

Escalera de Participación Ciudadana según Arnstein

A pesar de que los lineamientos de gestión de Ruiz-Gallardón incorporaban la participación ciudadana dentro de los más importantes, esta sólo alcanza a llegar hasta el cuarto escalón de la clasificación de Ascher, ocupando el nivel de participación aparente de la ciudadanía. Destaca además, que el canal utilizado fue mayoritariamente la consulta por Internet.
Internet, tanto para adeptos como detractores, se convirtió en plataforma de opiniones y agrupaciones en torno al proyecto de la M30. Al igual que en otras ciudades, como es el caso exitoso de NY3 o Londres4, la Web conectó a la ciudadanía con el ayuntamiento mediante encuestas ciudadanas que pretendían informar y hacer parte a la gente5. Sin embargo, a través de este medio también se conformaron grupos opositores al proyecto, como carreteros.org, quienes contradecían las acciones y daban a conocer falencias del proyecto, junto con promesas incumplidas respecto a plazos y financiamiento, proclamadas por el ayuntamiento.

Paginas Participacion ciudadana

Imagen de páginas Web de algunas agrupaciones de participación ciudadana madrileñas y chilenas

Sin embargo, ¿cuál fue el verdadero efecto de las discusiones provenientes de grupos detractores de la propuesta? Abierto el canal para las réplicas, el ayuntamiento no fue capaz de hacerse cargo del peso que podía tener la Web. Si bien este canal no comprueba que los grupos opositores sean una mayoría dentro de la ciudadanía, políticamente sería incorrecto ignorarlos, ya que puede ser un argumento en contra de la representatividad que puedan tener las autoridades.

Si bien se han revisado hasta el momento argumentos que defienden la participación ciudadana, también hay aspectos que deben tenerse presentes a la hora de hablar de ella, como la lentitud de un proceso que contaría con un nuevo actor, lo que extendería los plazos de entrega de los proyectos. A esto se suma que muchas de las aprensiones que tienen los ciudadanos sobre los proyectos, tendrían que ser solucionadas con inyecciones enormes de presupuesto.

“Podemos definir (la gobernancia urbana) como un sistema de dispositivos y de modos de actuación que reúne a instituciones y representantes de la sociedad civil para elaborar y poner en marcha las políticas y decisiones públicas”6. Lo importante, desde la vereda de los gobernantes, sería fomentar los espacios para que se crearan estas instituciones civiles, a sabiendas de que va a ser una voz importante dentro de las decisiones que se toman en la construcción de proyectos urbanos y va a existir un complemento entre distintas posturas. Luego, estos grupos deben asociarse, componerse e institucionalizarse. Deben ser capaces de crear diagnósticos, análisis y evaluaciones que deriven en propuestas. Habiendo ganado terreno, no sólo se trata de participar, sino también de proponer y construir. Sin duda es parte de un proceso largo que involucra educación de parte de las autoridades y la ciudadanía para que estas iniciativas tengan una base sólida y seria donde asentarse y seguir avanzando.

  1. ASCHER, Francois (2005) “Los nuevos principios del urbanismo”,2da edición, Editorial Alianza Ensayo Madrid. Pg. 67 []
  2. http://www.partnerships.org.uk/part/arn.htm []
  3. http://www.nyc.gov/html/planyc2030/html/greenyc/greenyc.shtml []
  4. www.london.gov.uk/thelondonplan []
  5. www.mc30.es []
  6. ASCHER, Francois (2005) “Los nuevos principios del urbanismo”,2da edición, Editorial Alianza Ensayo, Madrid. Pg. 84 []