Portal Bicentenario: al final… ¿va o no va?

A pocos días de las elecciones cabe preguntarse en que está la carta de oro del presidente Ricardo Lagos: el plan de rehabilitación del actual aeródromo de Cerrillos (así será hasta el 15 de enero, su fecha de cierre estipulada) para convertirlo en un proyecto inmobiliario de 15 mil viviendas, un gran parque e incluso, como se había anunciado, la residencia presidencial; el Portal Bicentenario de Cerrillos.

La última novedad es que se acaba de aprobar el cambio de uso de suelo, de aeroportuario a residencial y equipamiento. Esto ha suscitado cierta sospecha, dicen las malas lenguas opositoras que los consejeros regionales encargados de aprobar este cambio, sufrieron un “repentino” cambio de opinión en donde los cuestionamientos iniciales respecto a aspectos técnicos, como son la importancia de la existencia de una segunda pista de aterrizaje adecuada, los posibles residuos contaminantes que el uso aeronáutico de durante 70 años pueden dejar, o el hecho de que la función inicial para la cual fue donado el terreno por Guggenheim era para operaciones con ese objetivo, se esfumaron, siendo aprobado el cambio por 17 de los 27 consejeros regionales (7 votaron en contra y 3 se abstuvieron).

Por otro lado, Lagos y su gente están de lo más entusiasmados con el proyecto. Ya que este generaría un punto de desarrollo para las comunas aledañas, además de estarse aprovechando una localización excepcional; un terreno de grandes dimensiones, centralizado y bien conectado.

El asunto es que luego de la mediatizada creación y gestión del proyecto, en donde se llamo a concurso, se encargaron estudios de factibilidad y se definió hasta el plan maestro de ejecución de la obra, en donde había quienes se oponían fervientemente y otros que insistían que era la mejor idea del momento, todo en un contexto rimbombante de proyectos bicentenarios, el aeródromo de Cerrillos sigue ahí como una gran interrogante dentro de la ciudad, igual que siempre como si nada estuviera pasando al respecto.