3 casos de éxito sobre cómo aplicar Visión Cero a través de los planes de salud pública

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Visión Cero es un plan que tiene sus orígenes en 1997, en Suecia, cuando el país comenzó a implementar una serie de medidas de seguridad vial para que las muertes en accidentes de tránsito fueran cero. A raíz de esto, este país logró reducir los fallecidos a 3 personas cada 100 mil habitantes.

Desde entonces el plan ha sido adoptado por distintas ciudades y ha favorecido la conformación de diversas agrupaciones que buscan hacer de nuestras calles lugares más seguros. Uno de éstas es la Red Visión Cero que reúne a ingenieros de tránsito, profesionales de la salud, líderes locales y encargados de políticas públicas.

Recientemente, esta red estadounidense realizó el estudio “El papel central de la salud pública en Visión Cero” en que evalúa los esfuerzos que Chicago, Nueva York y San Francisco están haciendo para avanzar en la implementación del plan Visión Cero utilizando estrategias y herramientas de la salud pública. ¿De qué se trata?

La idea de relacionar Visión Cero y la salud pública surge porque según los estándares estadounidenses, si murieran 30 mil personas cada año por una enfermedad curable, se hablaría de una crisis de la salud pública. Sin embargo, la cantidad de fallecidos en accidentes de tránsito evitables es la misma, pero por cómo se abordan reciben un tratamiento diferente. Por esto, la red plantea que se necesita “un marco sanitario urgente y una respuesta pública” para que sean erradicados.

Chicago

Healthy Chicago 2.0 es un plan elaborado por el Departamento de Salud Pública y más de 130 organizaciones locales que busca orientar el trabajo de esta institución hasta 2020. La inclusión de las organizaciones se realizó debido a que consideraban que los planes de salud no consideraban qué tan seguras se sienten las personas en relación a sus barrios, a pesar de reconocerlo como un factor importante para la salud mental.

Fue así como se decidió incorporar al Departamento de Tránsito de la ciudad para que ayudara a identificar los elementos que condicionaban esta situación. Así se reconoció que las calles en mal estado, la violencia y los diseños que no están enfocados en el usuario no favorecen que las personas se sientan seguras en su entorno.

Para revertirlo, se decidió establecer el plan de Visión Cero como una estrategia central del Plan Healthy Chicago 2.0.

Nueva York

En el 2000 Nueva York adoptó su primera política de Visión Cero. Ese año se registraron 381 fallecidos en accidentes de tránsito, cifra que en 1990 llegaba a las 701 personas.

Si bien los resultados iniciales fueron positivos, mantenerlos y mejorarlos en el tiempo no era una tarea fácil si es que no se jerarquizaban las prioridades para implementar el plan.

Tras esto se decidió encuestar a los trabajadores de distintos departamentos de la ciudad y se obtuvo que una serie de preguntas que permiten entender el enfoque de la medida que parte de la base que los atropellos y choques no son accidentes, sino que eventos que se pueden evitar.

San Francisco

El Departamento de Salud Pública de la ciudad identificó que tras un atropello o un choque, la policía no siempre registraba los detalles de dónde había ocurrido y qué lo había causado. Incluso, reconoció que un cuarto de los pacientes que sufrieron lesiones como peatones o ciclistas no fueron incorporados en la base de datos.

De esta manera, la ciudad estaba perdiendo información valiosa que ayudaría a conocer la frecuencia de los accidentes, las intersecciones más peligrosas y la gravedad de las lesiones de los pacientes.

Ante esto, los encargados de Visión Cero elaboraron una nueva ficha para recopilar los datos de los accidentes de tránsito en los hospitales.

El informe completo del estudio lo puedes descargar acá (PDF).