Después de seis años, finaliza construcción del primer templo Bahá’í de Sudamérica

templo bahai sudamerica santiago de chilePor Sebastián Sottorff.

Nuevo emblema arquitectónico de la capital:

Recinto de Peñalolén, de libre acceso al público, abrirá sus puertas este 19 de octubre.

“Este es un espacio para la unidad. Ese es su propósito y la idea es que todas las personas, independientemente de su origen o creencia, puedan compartir acá”, dice Felipe Duhart, vocero de la comunidad Bahá’í en Chile, mientras recorre el primer templo de esta creencia en Sudamérica, un impresionante edificio vidriado con forma de flor que sobresale entre la ahora verde precordillera de Peñalolén.

El templo, diseñado por la oficina canadiense Hariri Pontarini Architects, acaba de culminar su construcción después de seis años de obras y más de medio siglo desde su proyección original. Con esto, el edificio está listo para recibir, a partir del 19 de octubre, a los fieles de esta creencia de origen persa y al público. Sin embargo, su inauguración oficial, con la presencia de autoridades locales, se concretará el 13 de este mes.

“Nosotros creemos que todos somos uno y que no deberían existir las divisiones o prejuicios. Así es que uno de los propósitos fundamentales de la fe Bahá’í es unir a la humanidad. Este templo, además, te permite una conexión con la naturaleza única”, agrega Duhart, quien detalla que el lugar estará abierto para cualquier persona.

El templo, de treinta metros de altura, es un hito no solo espiritual, sino también arquitectónico para Santiago: antes de ser completamente implementado ya ha ganado premios a nivel internacional por su diseño y por su innovadora construcción.

Sustentado sobre diez aisladores sísmicos, el edificio es una estructura de acero y cemento con un revestimiento de vidrio fundido hecho artesanalmente en Canadá, mientras que su interior es de mármol translúcido traído desde Portugal. Además, el templo se emplaza en un parque de seis hectáreas diseñado por el paisajista Juan Grimm, sobre la base de especies nativas de la zona.

“El templo tiene un potencial turístico importante. Además, una ciudad que quiere ser humana tiene que cultivar proyectos distintos”, dice el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego.