Embalses de la IV Región retoman atractivo turístico luego de seis años de sequía
Por Juan Castellón San Martín.
Durante peor período, visitas descendieron a la mitad:
Cada fin de semana, turistas de diferentes regiones y extranjeros constatan el aumento de los niveles acumulados.
“En invierno no nos visita nadie, salvo ahora que venimos saliendo de una sequía grande y el embalse se ha recuperado”, dice el administrador del embalse Cogotí, Cipriano Miranda.
El tranque de la provincia Limarí, una de las zonas del país más castigadas por la extensa sequía, es el símbolo de la recuperación hídrica en la Región de Coquimbo: pasó de estar completamente seco a tener 82,7 millones de m {+3} acumulados.
Hoy cuenta con su mejor registro invernal desde julio de 2006, una década atrás, cuando llegó a 83 millones de m {+3} .
En Choapa, los tranques Corrales y El Bato están al 100% de su capacidad, porcentaje superior al 95% que registra La Laguna (38 millones de m {+3} ), emplazado a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de Elqui.
Las últimas lluvias y la nieve acumulada en la cordillera favorecieron el aumento del recurso en los ocho tranques repartidos en las provincias de Elqui, Limarí y Choapa.
Sin duda, los más felices son los agricultores, quienes aseguraron las próximas tres temporadas de riego. Pero el sector turismo también comienza a sacar cuentas alegres, pues nuevamente existe interés en los turistas por recorrer los inmensos lagos artificiales, y los operadores volvieron a incluir estos lugares en la oferta de sus programas cuyos destinos finales son el Valle de Elqui, Vicuña y la zona interior de Ovalle.
Los administradores de los tranques reconocen esta tendencia. Alex Cortés, administrador de Puclaro, sostiene que “ha aumentado notablemente la gente que llega al embalse. Esto había bajado durante el período de sequía porque casi no quedaba agua. Eso repercutió en un 50% menos de visitas”.
Cortés estima que unas 700 personas al día en promedio han recorrido el recinto durante la temporada baja.
En tanto, Raúl Díaz, de La Paloma, asegura que se ven unas 25 personas en promedio al día.
Por esta razón ya se evalúa ampliar las visitas, reducidas en algunos sectores a estudiantes e investigadores, pues las instalaciones sufrieron daños acotados tras el terremoto de septiembre pasado.
Alcalde de Monte Patria, Juan Carlos Castillo, proyecta que en el embalse La Paloma “ya están las condiciones para practicar deportes náuticos, pasear en bote y pescar. Por lo que esperamos que pronto recupere su lugar como un foco de atracción turística en esta zona”.
Mientras, los vecinos de las ciudades de La Serena, Coquimbo y Ovalle se han acercado a las instalaciones a constatar no solo el mejoramiento de los caudales, sino a tomarse fotografías, pasear con la familia y apreciar el espectáculo que brindan los embalses, rodeados de altas cumbres cargadas de nieve.
La guía de la agencia Ecoturismo, Andrea Hernández, indica que “mucha gente recuerda cuando los embalses estaban vacíos, en años anteriores, y las visitas se iban molestas y con impotencia. Ahora quedan fascinadas y les gusta el paisaje”.
150
millones de m3 es la capacidad del embalse Cogotí.
3.000
hectáreas de inundación es la superficie de La Paloma.
1.326
millones de m3 es la capacidad para almacenar agua en los tranques de la IV Región.
1.500
personas al día visitan Puclaro en verano.
