6 principios de NACTO para diseñar calles seguras, atractivas y sostenibles

© NACTO

© NACTO

Tener espacios públicos accesibles, seguros y en donde los habitantes puedan satisfacer diversas necesidades, es reflejo de la ejecución de una estrategia adecuada de diseño urbano.

Sin embargo, la manera en que fueron diseñados estos espacios están sujetos, en su mayoría, al paradigma de movilidad urbana que primaba en una ciudad, según la Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte de Ciudad, NACTO.

Debido a que en los últimos años el diseño se ha volcado a satisfacer las demandas de movilidad urbana con un enfoque sustentable, las ciudades también han debido adoptar los ejes que permitan respaldar este enfoque.

Para aquellas ciudades que aún se encuentran en esta búsqueda, NACTO elaboró seis principios que sirven como una asesoría para poder llevar adelante esta tarea que fueron incluidos en su publicación más reciente: “Guía de Diseño de Tránsito de una Calle”.

1. “Las calles son espacios públicos”

Por esencia, las calles son espacios de encuentro para los habitantes de una ciudad, quienes tienen la posibilidad de apropiarse de este espacio asignándole una funcionalidad en particular. Sin embargo, muchas veces tienen asignada una importancia más relevante cuando está ligada al tráfico en comparación con la vida pública.

Por esta razón, la asociación dice que “las calles son los espacios públicos todavía más infrautilizados de las ciudades”.  Es ante esto que sostiene que las calles no solo deben ser diseñados como canales para el movimiento, sino que también como espacios que propicien el encuentro de sus comunidades.

2. “Las grandes calles son importantes para los negocios”

Entre los valores que determinan la plusvalía de una vivienda se encuentra el diseño de una avenida o calle y, por ende, su ubicación. Por esto, cuando están bien diseñadas, generan mayores ingresos para las empresas y sus propietarios.

Según NACTO, esta situación se explica porque las ciudades están reconociendo el valor económico que representan las calles y las avenidas al igual que su importancia funcional.

3. “Las calles se pueden cambiar”

Las ciudades tal como las conocemos fueron diseñadas bajo otro paradigma de movilidad, centrado en los vehículos privados y no en los modos sustentables, por lo que se ha vuelto necesario iniciar planes de rediseño urbano para poder satisfacer las actuales demandas de movilidad.

En este sentido, la asociación plantea que es necesario que los ingenieros de transporte, planificadores y otros profesionales vinculados al diseño urbano tengan la capacidad de ser flexibles ante la posibilidad de intervenir un espacio vial para redistribuir de mejor manera los usos entre los peatones, ciclistas, el transporte público y los vehículos motorizados, crear un espacio de tráfico calmado, redirigir el tránsito, mejorar el mobiliario urbano, etc.

4. “Diseño para la seguridad”

Las lesiones y las muertes causadas en accidentes de tránsito son evitables en aquellas avenidas y calles en donde cualquier usuario del espacio vial, sea peatón, ciclista, pasajero del transporte público o automovilista, se pueda mover con seguridad.

Alcanzar este estándar es posible, no obstante, es necesario tener en cuenta que la seguridad es uno de los principios que rigen el diseño urbano. Por lo mismo, cuando se alcanza, la organización plantea que se refleja en su eficiencia si una actividad que se realice en el espacio público no tiene el riesgo de terminar en un accidente.

De hecho, una situación que da cuenta si la seguridad está presente es en los cruces de las calles, desde la perspectiva de los usuarios más vulnerables del espacio vial, los peatones, de acuerdo a la Pirámide de Movilidad Urbana. Por lo mismo, la asociación elaboró 6 principios enfocados en hacer más seguras las intersecciones.

5. “Las calles son ecosistemas”

Al hablar de las calles como ecosistemas es importante tener presente que las calles son elementos que intervinieron el paisaje natural de un sector en específico que a su vez está sujeto a los factores climáticos. Es por esto que en la guía, la asociación plantea que es importante que las calles se acojan a las características naturales preexistentes.

Para esto, es necesario que cuenten con sistemas enfocados en la gestión de aguas lluvias y con vegetación que permita lidiar con la temperatura ambiente, entre otros elementos. De esta manera, será posible incorporar la ecología como si fuera un motor de largo plazo para garantizar que el diseño sea sostenible.

6. “¡Actúa ahora!”

Cuando se quiere hacer un cambio drástico en un espacio público que podría generar controversias debido a que cambia la concepción histórica que ha tenido un lugar, la organización plantea que se puede empezar por intervenir gradualmente.

Al respecto, considera que una buena opción es partir por usar materiales removibles que permitan recrear el cambio que se quiere y dependiendo de la respuesta que cause entre los habitantes, se puede ir transformando en un cambio permanente.

No obstante, lo importante es probar los cambios y no perder la oportunidad evidenciar cómo sería una situación en un espacio público, ya que a su vez contribuye a mantener informada a la ciudadanía de los cambios que se quieren implementar.

Si quieres conocer más de esta guía, puedes visitar el sitio oficial de NACTO.