Rescatan autos que fueron sepultados tras el desborde del Mapocho en Providencia
Por: Catalina Yob.
La comuna aún no recupera plenamente su normalidad: Todavía quedan estacionamientos con vehículos atrapados por el lodo en varios edificios del sector que no han podido ser sacados.
Quince días han transcurrido desde que el desborde del río Mapocho, provocado por el temporal de lluvia y las obras de la empresa Costanera Norte, anegara por completo las calles de Providencia.
La comuna intenta volver a la normalidad. Pero aún se mantienen alteraciones, como los cierres de algunos puentes -ayer fue el de Suecia- para permitir los trabajos de limpieza. Esto ha generado grandes dificultades para los conductores, que han tenido que desviar sus rutas extendiendo sus trayectos, en algunos casos, por más de 30 minutos.
Todavía quedan autos sepultados en algunos estacionamientos subterráneos. En el transcurso de la semana lograron rescatar desde el tercer subterráneo 4 de los 12 vehículos que quedaron atrapados por el lodo, luego que los tres pisos de estacionamientos del “Nueva Lyon Apartments” quedaran totalmente cubiertos por el barro, informa el dueño del hotel, Mario Olea.
Cuenta que el día de la inundación, el domingo 17 de abril, tenían más del 90% de la capacidad del establecimiento ocupada. A raíz de esto, él, personalmente, se encargó de reubicar a los pasajeros, y costeó las nuevas estadías.
“Decidí asumir la responsabilidad de los visitantes que se encontraban en nuestro apart hotel ese día. Yo mismo los trasladé y les reembolsé el dinero a quienes lo solicitaron”. Asimismo, manifiesta que personal de la concesionaria Costanera Norte le ha asegurado que “van a responder por los daños luego de recibir un catastro real sobre las pérdidas”.
Por ello, el dueño del recinto decidió apoyarse en abogados que logren generar “un reporte lo más riguroso posible”.
“Tengo mucha fe en que ellos van a responder ante esta situación. Yo sé que vamos a salir adelante, no me cabe la menor duda”, comenta.
Y relata que dentro de las víctimas de los incidentes provocados por la masa de barro que cubrió todos los pisos del aparcamiento se encuentra su propio hijo, Diego Olea, quien incluso tenía en la maleta de su Audi varias cajas de vino orgánico, que exporta a China, y que no pudo cumplir con su entrega a tiempo.
Su apart hotel, ubicado en Nueva de Lyon con Andrés Bello, sigue sin agua potable ni suministro energético. “Van a pasar unos 4 o 5 meses en que no podremos funcionar”, se lamentó.
