IV Región está pronta a terminar etapa de emergencia y pasar a la de reconstrucción

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Por: Juan Castellón San Martín.

A seis meses del terremoto y maremoto del 16 de septiembre pasado: Gobierno ha impulsado ayudas económicas en los sectores pesqueros, la pequeña minería y la agricultura para reactivar el comercio y el trabajo en la zona afectada.

Los primeros días de la catástrofe producida por el terremoto 8,4 Richter y el posterior maremoto del 16 de septiembre pasado en la Región de Coquimbo fueron caóticos. A la angustia por las pérdidas materiales y la destrucción de viviendas, se sumó la incertidumbre por las fuentes laborales ante los daños en el comercio tanto en las comunas interiores como en el borde costero.

La recuperación de áreas productivas -en turismo y gastronomía- como Tongoy, Peñuelas y el Barrio Puerto en Coquimbo dio una señal de normalidad poco días antes de iniciada la temporada estival. Además se han rescatado las actividades extractivas de recursos naturales en agricultura, pesca y minería.

Un informe del gobierno regional da cuenta del avance que ha tenido la ayuda para superar la etapa de emergencia en la zona, donde la cartera de Economía, a través de Fosis, Sercotec y Corfo, invirtió $3.957 millones en casi 1.500 empresas. “Tenemos un avance significativo en emprendimiento y fomento productivo, superando un 80% de la cobertura”, destaca el intendente de la IV Región, Claudio Ibáñez. Agrega que en la producción pesquera se reparó el 100% de las 225 embarcaciones con daño menor y se entregaron 86 naves nuevas.

El Ministerio de Minería destinó $193 millones para apoyar a pequeños yacimientos y Enami formalizó dos líneas de acción con aportes de $110 millones. Agricultura, en tanto, dispuso de $993 millones para la reparación de 207 kilómetros en canales de regadío.

Ahora la región se alista para iniciar la segunda fase: la de reconstrucción. Y uno de los primeros sectores que se encuentran listos para ello es el de Baquedano, la zona más golpeada por el maremoto en Coquimbo. Ahí el municipio, Serviu y Vivienda finalizaron los diseños para la construcción del “Plan Maestro Baquedano”, una intervención que potenciará los atributos del lugar, pero con la actualización de los planos reguladores y proyectos de inversiones y gestión.

El sector será protegido por un espacio verde que mitigará la llegada de marejadas, y planes habitacionales que mantendrán libre los dos primeros pisos ante un eventual desastre, pero utilizables para locales comerciales y estacionamientos.

El seremi del Minvu, Erwin Miranda, explica que entregarán subsidios de hasta 2.000 UF para quienes deseen abandonar el sector y adquirir una vivienda en otra parte. Para ello existen 11 proyectos privados con una oferta de 1.250 soluciones habitacionales. También habrá obras de reposición en las plazas de Canela, Combarbalá y Punitaqui, y muros de contención entre las casas en Ovalle, Monte Patria e Illapel, ante la ocurrencia de sismos.

$2.987
millones dispuso la Subdere para la demolición de los hogares destruidos en la zona.

3.833
“bonos enseres” se destinaron a los afectados tras la catástrofe.