Alejandro Aravena y la Bienal de Venecia: una cruzada por la calidad de vida

paolo baratta presidente bienal de venecia alejandro aravena curador bienal venecia 2016Por Denisse Espinoza.

El premio Pritzker chileno presentó ayer en La Moneda las claves del evento mundial de arquitectura que este año dirige.

Venecia, París, Londres, Berlin, Nueva York y finalmente Santiago. Esa fue la ruta de ciudades que desde el lunes 22 de febrero viene siguiendo el arquitecto Alejandro Aravena para presentar la 15° edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia que este año dirige, del 28 de mayo al 27 de noviembre. Junto al Presidente del evento, el ex ministro italiano Paolo Baratta, el chileno presentó ayer las claves de la muestra nada menos que en el Palacio La Moneda, en una conferencia que incluyó a la presidenta Michelle Bachelet y al Ministro de Cultura, Ernesto Ottone. La cita fue del todo inédita: por primera vez el evento de arquitectura más importante del mundo tiene una presentación en Sudamérica; “por primera vez se hace su lanzamiento en español”, enfatizó Aravena, y “por primera vez lo realizamos en un palacio presidencial”, agregó Baratta, quien lleva a cargo de la Bienal desde 2008, luego de haber tenido un primer período entre 1998 y 2001.

Tal privilegio es consecuencia del interés mundial que ha despertado en los últimos años la arquitectura chilena y sobre todo la obra de su punta de lanza, Alejandro Aravena. En diciembre pasado, el egresado de la UC ganó el Premio Pritzker, el llamado Nobel de la Arquitectura, galardón que le será entregado de forma oficial el 4 de abril en la sede de las ONU en Nueva York. “La diferencia tras ganar el Pritzker es enorme, pero queremos entenderlo como una oportunidad de ser más libres. Sentimos que ya no tenemos que probarle nada a nadie, la profesión no se trata de los premios que ganes sino de lo buenos proyectos que hagas y ahora sentimos que podemos ocupar toda la energía en dar respuesta a problemas más difíciles que antes, hay una confianza en lo que hacemos”, dijo Aravena a La Tercera.

Claro que meses antes del premio, exactamente en julio de 2015, el arquitecto era anunciado como el nuevo director de la Bienal de Venecia, lo que ya hablaba del prestigio alcanzado por el chileno y su oficina Elemental, conocidos sobre todo por su trabajo en viviendas sociales levantadas en Constitución e Iquique en Chile o en México e Italia en el extranjero.

Es esa experiencia, la de una arquitectura que privilegia la calidad de vida, a través de soluciones eficientes y recursos limitados, la que quiere transmitir Alejandro Aravena a través de Reportando desde el frente,. Esta es además su consigna para esta edición de la Bienal, donde invita a los arquitectos a exhibir casos ejemplares en los que se encontraron soluciones creativas, eficientes y con recursos precarios a problemas del entorno construido. “Queremos saber cómo la arquitectura se transforma en un atajo para llegar a la igualdad”, señaló Aravena.

Ayer, el arquitecto dio a conocer a los 88 profesionales seleccionados para la muestra, que se suman a los 62 pabellones nacionales, donde cinco países participan por primera vez: Filipinas, Kazajistán, Nigeria, Seychelles y Yemen.

Chile se presentará con la exposición A contracorriente, de la Escuela de Arquitectura de la U. de Talca dirigida por el arquitecto Juan Román y apoyada por el CNCA, quienes exhibirán 15 maquetas de alumnos construidas en territorio rural. En 2014, los chilenos Hugo Palmarola y Pedro Alonso ganaron el León de Plata de la Bienal, con su investigación sobre el uso de la tecnología soviética KDP para construir viviendas sociales durante el gobierno de la Unidad Popular. Mientras que en 2008, el mismo galardón recayó en Aravena y Elemental por enfrentar desde la arquitectura problemas reales como la pobreza y el medio ambiente.

Ayer, Aravena reafirmó su compromiso con esos temas, ahora como curador: “Queremos que los arquitectos salgan de su zona de confort para enfrentarnos a las verdaderas batallas por la equidad, la sustentabilidad, teniendo en cuenta a la comunidades, la periferia y los inmigrantes. En la Bienal compartiremos el conocimiento acumulado en la profesión”.

Entre las oficinas invitadas hay consagradas como el Atelier Bow-Wow de Japón, el Atelier de Peter Zumthor, de Norman Foster y de Renzo Piano, pero también hay arquitectos jóvenes, 33 de ellos menores de 40 años, además de cuatro casos chilenos: Cecilia Puga, Teresa Moller, Pezo von Ellrichshausen y el Grupo Talca.

“Es difícil influir directamente en las autoridades políticas, pero aspiramos a que esta Bienal sea el inicio de un proceso de reflexión, político y técnico. La Bienal es una cruzada contra la indiferencia, el conformismo y la falta de interés por estos temas que nos competen a todos”, dice a La Tercera Paolo Baratta.