Tongoy apuesta al turismo para superar los daños del maremoto de septiembre
Por Juan Castellón San Martín.
Recursos públicos en obras suman US$ 20 millones:
El balneario triplica la población estable durante estos meses veraniegos y la ocupación hotelera alcanza el 70%.
El balneario de Tongoy, ubicado 50 kilómetros al sur de Coquimbo, vive una de las temporadas estivales más anómalas de los últimos años.
El turismo cobra relevancia estos días en la localidad, pues se convierte en la principal actividad económica y, tal vez, la única tras unas violentas marejadas en agosto pasado y el posterior maremoto en septiembre que arrasaron con el borde costero de la localidad.
En ese contexto, se ejecutarán tres proyectos durante este año por US$ 20 millones para revitalizar la zona. Son dos construcciones de infraestructura portuaria (un muelle y una costanera), además de un puente de acceso al poblado, donde residen 8.300 personas.
“Estamos cumpliendo para fortalecer las actividades productivas asociadas al borde costero, generar oportunidades para el desarrollo y pese a sufrir las marejadas y el tsunami , seguimos adelante”, dice el intendente de la Región de Coquimbo, Claudio Ibáñez.
Las faenas permitirán la contratación de 1.450 personas y absorber la pérdida de empleo que dejaron ambas catástrofes en la pesca, rubro del que dependen unas 600 familias.
Andrés Basso y su familia acuden con frecuencia a Tongoy y cuentan que “es fuerte apreciar el estado de la bahía tras el ingreso del agua” y detalla que “estamos acostumbrados a más arena y playa, y ahora que cambie de esta forma la geografía es duro”.
El municipio tuvo que implementar medidas urgentes para evitar la fuga de turistas. En su principal atractivo, la playa Socos, gestionó a través del Ministerio de Defensa la instalación de un puente provisorio para dar acceso a los 900 bañistas que asisten al día. Además, habilitó 5 kilómetros de la Playa Grande, con salvavidas para resguardo de los visitantes.
El director de la Corporación de Turismo de la Municipalidad de Coquimbo, Luis Pastén, sostiene que “el balneario sigue siendo concurrido y no hay disminución del público pese a las afectaciones del terremoto y tsunami “. Prueba de ello es que la ocupación hotelera supera el 70%, cifra que representa la media de todos los años en la temporada estival.
“Hay muchas casas de particulares que aprovechan el verano para el arriendo y los locales que fueron trasladados provisoriamente por las obras, se han visto beneficiados porque han captado el público que asistía a los otros recintos”, indica.
Los proyectos de inversión, junto con incentivar el desarrollo de la caleta turística -entre diciembre y marzo Tongoy triplica su población flotante- pretenden extender también la afluencia de visitantes a la temporada baja.