Solo el 17% de las viviendas de emergencia se han construido en la Región de Coquimbo

coquimboPor: Juan Castellón San Martín.

Luego de tres meses del terremoto y posterior maremoto en la IV Región: En La Serena, Los Vilos y Paihuano aún no se levantan inmuebles, y en Coquimbo, la más golpeada por el tsunami , se han edificado solo tres. Hay inquietud en el comercio y el turismo de las zonas más alejadas.

“Es muy lento el tratamiento de la emergencia. La gente está muy molesta, porque no hemos podido resolver sus problemas. Tengo viviendo a gente en precarias condiciones”. Esta es la lapidaria crítica que realiza el alcalde de Monte Patria, Juan Carlos Castillo, al proceso de reconstrucción de su comuna, a tres meses del terremoto y posterior maremoto que afectó a la IV Región.

La emergencia del 16 de septiembre pasado dejó millonarias pérdidas en el borde costero de Coquimbo, Tongoy, Ovalle y Los Vilos. Sin embargo, el movimiento telúrico 8,4 Richter destruyó escuelas, iglesias, caminos y el comercio de las zonas interiores de la región, principalmente en Illapel y en Canela.

Pese a que en Coquimbo se normalizó el funcionamiento de la caleta de pescadores de Peñuelas y los 16 restaurantes del sector, el área del puerto mantiene aún a 101 locatarios de pescaderías y comedores trabajando para reabrir este mes y salvar la temporada veraniega.

El Hospital San Pablo de Coquimbo sigue en un débil estado, pues se deterioró una antigua torre que albergaba los servicios de consultas, psiquiatría y unidades de paciente crítico, entre otras dependencias.

A 47 kilómetros de esa comuna, en Tongoy, el tsunami afectó al popular balneario en sus dos principales actividades productivas: la extracción de recursos del mar y el turismo. “De un 100%, hoy estamos vendiendo un 20%. La gente no va a Tongoy, no nos visitan, pese a que hemos bajado los precios. Los hoteles y cabañas están augurando una temporada pésima”, comenta el empresario gastronómico Raúl Sanders.

El panorama para los habitantes de la región no es el óptimo aún, y para ellos, los cinco aspectos clave de la reconstrucción son:

Rápida construcción de viviendas de emergencia: El último informe entregado por el gobierno regional de Coquimbo, con datos del Ministerio de Vivienda, da cuenta de 1.727 casas con daño mayor “no reparables” en la región. Sin embargo, solo 302 han sido construidas, lo que corresponde al 17% de viviendas levantadas luego de la catástrofe.

“Mi casa se desplazó tres cuadras con el tsunami y perdí camas, ropa, muebles y útiles de cocina. Nadie nos ha ayudado”, asegura Patricia Vargas, de la población Baquedano de Coquimbo, comuna donde se han edificado solo tres inmuebles.

Si bien en La Serena, Los Vilos y Paihuano se registran los mayores daños, tampoco se han levantado casas de emergencia.

En tanto, las comunas de Illapel, Canela, Salamanca, Combarbalá, Monte Patria, Coquimbo y Ovalle concentran el 84% de las residencias destruidas, y el proceso de reconstrucción es muy lento, a juicio de las autoridades locales.

Reparación de Hospital San Pablo de Coquimbo para superar crisis en salud: “La torre antigua no está en condiciones de operar ni para tareas administrativas. Necesitamos que la autoridad realice un plan para transitar dentro del hospital y para la menor cantidad de camas”, dice el presidente del capítulo médico del Hospital San Pablo de Coquimbo, Nelson Mellado, quien estima la pérdida de 60 camas y un 50% menos en la funcionalidad de la atención de consultas ambulatorias luego del terremoto.

La Corte de Apelaciones de La Serena dictó el cierre temporal del viejo edificio que data de 1975, a la espera de que el Servicio de Salud adopte las medidas de resguardo ante un eventual riesgo en caso de sismo. En reemplazo se dispuso del Hospital de Campaña del Ejército, recinto modular que ha realizado hasta ahora 980 atenciones de pacientes: 718 cirugías y 262 hospitalizaciones.

Descentralizar la entrega de subsidios para viviendas y ayuda al comercio: Para contrarrestar los efectos negativos, tanto en la destrucción de casas como en el comercio y la pérdida de puestos de trabajo, el Gobierno dispuso de una batería de herramientas para los afectados. En casas con “daño leve” se entregó el subsidio denominado “Banco de Materiales”, ayuda de hasta 50 Unidades de Fomento. En este ítem se detectaron 1.570 viviendas, y ya se han entregado 1.062 tarjetas de ayuda, lo que representa un 68% de avance.

En aquellas viviendas que presentaron un “daño mayor”, el “Bono Enseres” se entregó después del catastro. En total, hay digitalizadas 16.138 encuestas y 4.364 casas están en esta categoría.

De los 2.976 “Bonos Enseres” en el sistema de control de beneficios del Ministerio del Interior que fueron enviados a pago, hay 2.262 bonos efectivamente cancelados (726 bonos a daño por tsunami y 1.536 por terremoto). En total, $1.498 millones fueron pagados en bonos.

Para la contratación y retención de la mano de obra postuló un universo de 152 empresas, con un total de 950 contratos. En el comercio, Sercotec, Fosis y Corfo ya han asignado un total de $2.505 millones.

Pese a las cifras, los comerciantes agrupados critican una eventual centralización de la asignación de recursos. Gerardo López, presidente de la Cámara de Comercio de Illapel, sostiene que “la ayuda se centralizó en Coquimbo, La Serena y Tongoy. Pero el epicentro fue en esta comuna y Canela, en donde todavía se demuelen locales”.

Pronta recuperación de la pesca artesanal: El número de caletas afectadas alcanza las 25 en toda la IV Región. Unas 114 embarcaciones menores sufrieron pérdida total, de las cuales se han entregado 21 a los afectados. Los motores destruidos ascienden a las 211 unidades y se han repuesto 60. Las embarcaciones menores que sufrieron daños parciales son 225.

Entrega de líneas de crédito para el sector minero: De los 221 yacimientos correspondientes a la pequeña minería, 153 registraron daños y 68 están sin acceso. Por ello, se han formalizado dos líneas de acción: Crédito de Emergencias y Apoyo a la Producción Segura. Hasta ahora se han formalizado aportes por $110 millones (US$ 157 mil) a través de 10 operaciones.

INVERSIÓN
Un total de $30.500 millones se destinaron en la fase inicial de la emergencia producto del impacto de la catástrofe.